El colmo de la desvergüenza

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La “denuncia” del PP vasco porque el parlamento ha pasado de la gran “Marotada” que fue aquel invento de “Ayudas Más Justas”, supone una de las mayores desvergüenzas que han pasado por la cámara. Su impostada dignidad y el modo en el que se arrogan la voz de “miles de vascos” (a las vascas, al parecer, no les preguntó Arantza Quiroga) contra la RGI, muestran una ausencia total de rubor y de sentido de la democracia, falseando lo que es la iniciativa popular.

Rajoy, esta tampoco te la perdonamos

Los cientos de personas que trabajamos a toda máquina durante las campañas no vamos a perdonar a Mariano Rajoy la fecha de esta campaña. Periodistas y observadores, pero también, por supuesto, consultores, asesores, técnicos, publicistas, montadores, conductores… Yo creo que hasta los que trabajen en su campaña van a trabajar tan a disgusto que algunos se pensarán el voto. Rajoy, al final, no ha sido bueno ni para poner la fecha de las elecciones.

El testaferro de Rato, detenido

En realidad, da igual que el PP vasco intente deformar la realidad y los instrumentos de la democracia en su propio beneficio electoral. Del mismo modo que da igual que Rajoy ponga las elecciones cuando más fastidia para intentar desmovilizar el voto a la oposición (fiándose de que el suyo es fiel). El verdadero problema del PP no se arregla con subterfugios: el vicepresidente económico de Aznar está rodeado por la justicia, y su testaferro, detenido.

Graves acusaciones contra Albert Rivera

Las imágenes de Albert Rivera ciertamente demacrado son del domingo, y desde entonces el tema no ha hecho más que crecer en Twitter hasta que el jueves #Ciudagramos se convirtió en trending topic. Quienes lo usaban hacían acusaciones veladas o directas de que el líder de la formación política podía haber consumido drogas. El asunto, gravísimo, nos pone en alerta ante la facilidad con la que rumores de este tipo cogen aire en las redes sociales.

El affair Madina se resuelve

Pedro Sánchez ha hecho finalmente un hueco a Eduardo Madina, que irá de número siete al congreso de los diputados por la comunidad de Madrid. De este modo, el vasco aparca su intención de ser profesor universitario para seguir siendo miembro del Congreso sin interferir en la candidatura de Patxi López, que confía por su parte en ser diputado por Bizkaia por mucho que se tuerzan las cosas. Moraleja: los socialistas vascos siguen locos por ir a Madrid.