El nivel de UPyD lo marca Carlos Martínez Gorriarán que, en su intención de hacer daño a Irene Lozano, define a los miembros de su partido como “parásitos” que buscan “vivir de los tontos”. En este final agónico de los de Rosa Díez podemos ver las tripas de una formación que siempre fue de la misma manera: oportunista y tramposa, capaz de mezclar a delincuentes como Rato con personas honorables solo por el placer de esparcir estiércol. Pero quien tiene las manos llenas de mierda siempre es quien la lanza.
Podemos no aplica sus recetas
Siete miembros del Consejo Ciudadano de Podemos en Cataluña han abandonado su puesto porque “no se ha hecho autocrítica ni se ha debatido lo suficiente la estrategia”. Es decir, porque no han aplicado las recetas que recomiendan al resto de partidos y agentes (como los periodistas) a discreción. La pregunta siguiente es: ¿si no hay autocrítica ni reflexión, qué hay? ¿Imposición, dictado de órdenes, intención de que las bases asuman acríticamente?
¿O todo lo contrario?
Enrique del Olmo se pregunta si el gobierno que resultaría del acuerdo entre Pedro Sánchez y Albert Rivera tendría más del primero que del segundo o al revés. Yo lo que me pregunto es: ¿no es esto lo que querían hace unos meses que leyéramos hoy? Me refiero a que Ciudadanos siempre fue “la marca blanca del PP”, esa opción que se presentaba como refugio de los desencantados con Rajoy para, sin que nadie lo sospechara, regalar el poder al PP después. Hoy aquellos planes se están cumpliendo milimétricamente, ¿para beneficio final del propio PP?
Además de malo, copiado
El vergonzoso vídeo de los de Rajoy con la mujer que se recupera de una situación crítica como imagen de España sigue coleando porque, además de horrible y vergonzoso, el vídeo está copiado, en ocasiones plano por plano, del de la campaña de Leonel Fernández en las presidenciales de la República Dominicana de 2008, según ‘La Voz Libre’. Uno ya no sabe si la noticia resulta hilarante o indignante. Pero como medidor de lo que “duele” España en el PP, el vídeo no tiene precio.
La mala “marca España”. Un caso práctico
La marca España aporta tan poco a los productos que pueden lucirla que en dos casos tan paradigmáticos como el vino y el aceite de oliva españoles, los productores prefieren venderlo barato a granel para que luego sean otros los que, en Francia (el vino) o en EE.UU. (el aceite), lo embotellen y lo comercialicen con sus propias etiquetas. En ‘Magnet’ publican un extenso post con detalles como los precios y una conclusión: error de base en una estrategia basada en el precio.