Reconozco que me enteré tarde, por un reply que cacé al vuelo en Twitter, y sé que voy tarde después de la columna de Javi Vizcaíno sobre cómo Pablo Iglesias también se arrogaba el mérito de haber llevado hasta el Congreso de los Diputados al primer Guardia Civil que no entraba en el hemiciclo a dar un golpe de Estado. Tan ridículo como suena. Pero del tuit lo que más me llamó la atención fueron las respuestas: muchísima sorna y retranca ante el arrojo del gran líder de Podemos que empieza a dar pasos en falso en su propio medio.
Gracias, Rita, por aquella comida
Al mismo tiempo que Mariano Rajoy quería darnos a entender en una entrevista televisiva que su partido también es víctima de quienes han intentado aprovecharse del propio PP para enriquecerse, leía esta noticia en OK Diario: “Rita Barberá pagó con dinero público del Ayuntamiento de Valencia una comida de 22 dirigentes del PP, incluido Mariano Rajoy, el 18 de marzo de 2011. Es sólo una de las cientos de facturas que investiga la Policía (…) El precio ascendió hasta los 1.750 euros (…) El lugar escogido para el evento de la cúpula del PP tiene fama de cocinar una de las mejores paellas de Valencia: La Boutique del Arroz”.
El hipotecón de Rodrigo Rato
De los 4.290 € al mes de hipoteca que tiene Rodrigo Rato me sorprenden varias cosas. Para empezar, desde mi pobreza, me sorprende el importe. Para seguir, desde mi ingenuidad, me sorprende que alguien que ha amasado tanta fortuna tenga una hipoteca. Para terminar, me sorprende que quien encabezó Bankia tenga la hipoteca en ING Direct, según Vozpópuli. Por cierto, en 2015 Rodrigo Rato también pagaba la cuota mensual de autónomo. Es decir: seguía haciendo negocios.
No, Calatrava no nos calla
El Tribunal Supremo no ha dado la razón al arquitecto Santiago Calatrava, que pedía el cierre de la web “Calatrava no nos calla”, después de haber logrado que esa misma página tuviera que eliminar su dominio: “Calatrava te la clava” e indemnizarle con 30.000 € (él pedía 600.000, y en Bilbao ya sabemos que es de los que pide mucho cuando toca que le compensen). Pero como leemos en Valencia Plaza, el Supremo no pidió entonces la eliminación de los contenidos de la web, solo del dominio, y ahora, además, admite este nuevo nombre.
La cesta de la compra sin azúcar añadido
Postazo de los buenos el que hemos encontrado en Magnet sobre las dificultades que podemos encontrarnos si decidimos hacer caso a la OMS y controlar la ingesta de azúcares añadidos a los productos. En el precio no hay mucha diferencia, el problema es que no siempre hay alternativas sin azúcar añadido (o con menos). Muy recomendable, también, el cuadro con el que nos muestran que, efectivamente, hay más azúcar escondido en los productos que consumimos del que creemos.