Que sí, Pablo, que sí

Pablo Iglesias ha intentado justificar en Facebook que se haya comprado un chalet de 600.000 euros con piscina y casita para invitados a las afueras de Madrid. Da las cifras de la operación: una hipoteca de 1.600 € al mes a pagar entre él e Irene Montero. Pero con pena, compungido porque la mayoría de “la gente” por la que tanto trabaja no puede hacer lo mismo que ellos. También aprovecha para quejarse de que hablemos de él, el mismo que tanto habló de “la casta” hasta llegar a donde está ahora.

El problema también son los 600.000 euros

Cuando dos diputados se compran un chalet de 600.000 euros para vivir alejados del “lumpen” (palabra que Pablo Iglesias utilizó para referirse a “la gente” antes de erigirse en su líder) es evidente que pierden contacto con la realidad. La cosa se agrava porque Iglesias ha señalado en otros esa lejanía y se ha jactado en público y en repetidas ocasiones (como recopilan en Magnet) de dónde vive y de que no se cambiaría… Hasta que ha tenidos acceso a 600.00 eurazos.

Los logros de aquel 15-M

Irene Montero no se queda atrás ni en caradura: “Hace 7 años dijimos que dormíamos pero despertamos. Que no queremos ser mercancía en manos de políticos y banqueros. Que queremos cuidarnos, derechos, vidas dignas. Esa España está en marcha. Sí se puede. Feliz 15-M”, tuiteó solo un día antes de que conociéramos que ha pedido con otro político un hipotecón a un banco y que una vida digna para ella pasa por un chalet con piscina. Ella sí ha podido. Felicidades.

Demagogia

El chaletazo de Iglesias y Montero nos ha dado algo bueno: posiblemente el mejor tuit de 2018. Lo ha escrito Lordor y es muy cortito: “El que a demagogia mata a demagogia muere”. Ese es el problema real, no lo es el chalet, ni el acceso a una vivienda de 600.000 €, ni la decisión de vivir en ella: el problema es que Iglesias (y luego Montero) hizo de su demagogia un modo de vida, y que se la ha colado a muchos que ahora se debaten entre defenderle traicionándose o abrir los ojos.

Siempre nos han tomado por tontos

Cada vez que Juan Carlos Monedero echa una mano todos se agarran el cuello en Podemos. Antes de que Pablo Iglesias explicara su hipoteca mensual de 1.600 euros (¿no es eso ponerse en manos de banqueros?), el propio Monedero tuiteaba que no podíamos criticar que hayan elegido tener una hipoteca de 500 euros (sí, daba esa cifra) en vez de pagar un alquiler de mil. Es evidente que se piensa que no sabemos dividir, que no sabemos en qué consiste nuestra hipoteca, y que quien elige vivir de alquiler es idiota.