Creo que no hemos valorado en su justa medida la decisión de Pablo Iglesias de disfrutar en su totalidad de su permiso por paternidad. No es un gesto, es una forma de demostrar una convicción y, sobre todo, es una acción que necesitamos. En este día a día en el que estamos metidos, en el que actuamos como si nuestro tiempo no fuera nuestro bien más preciado, que alguien importante para su organización (del tipo que sea) haya decidido disfrutar del tiempo que le corresponde, de su derecho, de sus hijos, solo merece reconocimiento. Ojalá todos y todas, empezando por el que escribe, hiciéramos lo mismo.
Pero hasta haciéndolo bien se equivocan
El ya famoso cartel de Pablo Iglesias anunciando su regreso, con un “vuelve” en el que remarcaban el “él” en la víspera del 8-M, es un error. Ni cuando lo hacen bien (una baja de paternidad disfrutada en su totalidad) los de Podemos aciertan. Y no, no se trata de un fallo de comunicación. Pablo Iglesias es el que ha cultivado su liderazgo desmesurado con sus continuos retos: “O a mi manera o sin mí”. Y de aquellos polvos, estos lodos mesiánicos que cada vez están peor valorados por la ciudadanía. “Pablo Iglesias se reencuentra con la gente. Muy pronto también, con la realidad”, tuiteaba Pamplinero.
Y faltaba Echenique
Para no empañar la celebración de ayer he guardado hasta hoy la enésima tontería del político más sobrevalorado de España, Pablo Echenique: “No haré huelga el 8-M porque tengo mucho trabajo”, era el titular que destacaban en El Español. Y es que es una frase llamativa porque en ella todo, absolutamente todo, está mal. Él no estaba convocado a la huelga, y la carga de trabajo no tiene nada que ver con el derecho y las ganas de ejercerla. Por otro lado, ¿acaso las mujeres en Podemos no tienen tanto trabajo como él? ¿Son más prescindibles que el segundo de a bordo de Iglesias?
¿En qué consiste una huelga?
Más me ha sorprendido lo del comité de empresa de Playground, que ha tuiteado: “Playground es una empresa feminista pero descontará el salario correspondiente a las trabajadoras que vayan a la huelga el 8-M. Nosotras, desde el Comité, le pedimos a Playground que demuestre su feminismo manteniéndoles el salario intacto”. Que yo sepa, una huelga consiste en poner de manifiesto una ausencia laboral que se activa con todas las consecuencias, empezando por la pérdida económica. Reclamar el pago como muestra de feminismo es, como poco, una decisión extraña.
Motivos de sobra
Miss Kiddo se ha relajado mucho, ya no es esa ninja moderna, como la de su avatar, que tuiteaba lacerando con su katana. Pero cada vez que vuelve a Twitter da motivos para no dejar de seguirla. En un breve hilo deja claro que no está de acuerdo con muchas proclamas de ese feminismo que quiere tener razón por ser feminismo, y no por ser justo (que lo es en casi todas sus expresiones). Pero admite hacer huelga para revertir la invisibilización y ese machismo cultural que está impregnado en las grandes obras, escritas con los ojos de hombres, y también en la publicidad.