«Hachaculebras»

Arnaldo Otegi ha visto una culebra en la carretera, ha grabado un vídeo y lo ha subido a Twitter junto con esta exclamación: “Euskal Herria!”. Luego, lo ha borrado. Puede que Otegi crea que Euskal Herria se arrastra o puede que haya visto una culebra y se haya acordado del hacha. Yo, automáticamente, he recordado la época en la que, en Portugalete, a las cuadrillas que frecuentaban la Herriko y luego participaban en disturbios con la Ertzaintza, les llamábamos “hachaculebras”. Algunos se tomaron el chiste en serio y hasta cumplieron condena. Hoy, Otegi, hace tuits. No sé si avanzamos a vamos hacia atrás.

Y las pintadas siguen

Mientras Arnaldo Otegi jugaba a sugerir algo en Twitter, algo que puede ser muy grave, el PNV denunciaba pintadas en los batzokis de Lemoiz y Arrigorriaga. Solo unas horas antes, a Idoia Mendia le llamaban “asesina” quienes habían pintado la Casa del Pueblo de Astrabudua. Mucho se ha hablado de las dos Españas, pero las dos Euskadis también tiene su recorrido: está la de los que pintan, señalan y defienden a asesinos junto a los que graban culebras, y está la de los que llevan toda la puta vida señalados, limpiando pintadas y siendo asesinados. Lecciones, como chistes, las justas si vienen de algunos.

Está claro lo que hemos hecho mal

Estoy de acuerdo con el tuit de Elías Gómez: “Algo hemos debido de hacer muy mal para que haya que explicar por qué ser antifascista es la única opción éticamente aceptable”. Pero yo tengo muy claro qué hemos hecho mal: dejar que quienes no son antifascistas (los que graban culebras y se niegan a rechazar el acoso sistemático) se declaren así, y llamar “facha” a cualquiera que pensara de manera diferente (sobre todo esto lo hacen los que van de “antifa” pero son “fa”). Hoy estamos pagando esa benevolencia con el lenguaje de cuando pensábamos que nunca volverían los de las camisas pardas. Pues bien, han vuelto.

Antifascistas y pacifistas

Ruffles, un auténtico tuitstar (más de 135.000 seguidores a base de tuits únicamente), lanzaba un mensaje interesante: “Os parecerá descabellado, pero se puede estar en contra de la brutalidad policial, y a la vez criticar que la peña reviente y prenda fuego a todo lo que pille a su paso”. Yo añado que los mayores antifascistas que he conocido son, a la vez, pacifistas. También quienes empuñaron las armas en la guerra (porque conocieron la crueldad) contra el franquismo y el fascismo. Pero hemos dejado que los vándalos y antisistema, y sus versiones locales en Euskadi, se declaren “antifa”. Y así de mal nos va.

Sobre “el tema”

Sobre el “off the record” de ETB filtrado por Abc, me ha parecido especialmente destacable este hilo de Miquel Roig en Twitter: “No entiendo muy bien las polémicas con Irene Montero. Ni la del contenido: que el coronavirus redujo la asistencia al 8-M me parece una obviedad. Ni la del ‘off the record’. ¿Cuántas noticias se han escrito con micros abiertos o brutos de entrevistas?”. “A lo que voy es que, como norma general y sin fundamentalismos: (1) el off se pide expresamente, (2) ciñe al periodista al que se lo piden y (3) si el periodista comparte con otro periodista debe avisar del off (y este respetarlo)”.