Hoy, por fin, empezará a merecer la pena leer las crónicas sobre los resultados electorales en EE.UU. porque, hasta ahora, lo que publicaban, sobre todo en Twitter, eran refritos, titulares estirados y, con suerte, elucubraciones. “Y de repente el mundo entero es experto en Wisconsin”, tuiteaba Dori Toribio, una verdadera corresponsal sobre el terreno. Porque llevamos desde el martes viendo, oyendo y leyendo auténticas chorradas sobre las elecciones estadounidenses. Empezando por las que publica Trump, lo sé. Pero también sé que el tiempo de cronistas y analistas empieza ahora. Lo anterior solo era ruido.
El show forzado
César Calderón tuiteaba sobre “la sociología como espectáculo”. Y yo me atrevo a apostillarle que sería “como mal espectáculo”. En Euskadi y en España ya hace años que las tertulias electorales empiezan con los colegios electorales abiertos y los contertulios intentando explicar el avance de los datos de participación. El CIS también es hoy un show y las encuestas que van sacando los periódicos, pequeños hitos noticiosos, pero sin que nadie entre a explicar las muestras y la cocina de los datos que, pese a lo que se cree (porque también lo hemos explicado mal), siempre es necesaria y solo a veces, excesiva.
Vete a casa, Donald
Entiendo que Donald Trump no solo es un presidente de EE.UU., es el símbolo de una nueva extrema derecha populista que todos debemos combatir. Vale. Pero regalarle tanta atención es gasolina para quienes le defienden, que también montan sus shows, claro. Apuntarle con tantas cámaras y micrófonos solo ayuda a difundir sus mensajes, por aberrantes que parezcan, como que las elecciones solo son limpias si las gana él. Por las reacciones que hemos visto de sus seguidores españoles, sobre todo en Twitter, podemos adelantar los argumentos de Vox en las próximas elecciones generales: tongo y dudas.
¡Hasta Twitter el corta las alas!
Hasta Twitter, que es un colector, ha intentado parar los pies a Trump, que intenta llenar de mierda aquello que no puede controlar, avisado de que el contenido de algunos tuits puede ser falso, como en los que acusa de manipulación de voto. Ni quiso ni supo ganar y, ahora, ni quiere ni sabe perder. Y todos estamos pendientes de que se vaya de una vez haciendo el mínimo daño posible. En sus manos está generar más aversión o conformarse con la que yo nos ha provocado. Solo espero que todas las predicciones apocalípticas sobre lo mal que irá todo durante la transición se equivoquen otra vez.
Faceboook gana… Y así tiene que ser
Facebook es una agencia publicitaria. Siempre lo fue: desde el inicio intentó usar los muros que creábamos como soportes publicitarios. Su gran revolución es que el contenido lo generan otros, a diferencia de los medios de comunicación. Y su evolución es la de una empresa que ha sabido crear y pulir un modelo de negocio exitoso. Tanto que solo durante la campaña estadounidense habría ingresado 29 millones de dólares únicamente en los estados clave. Y eso, ¿qué quieren que les diga?, eso está bien: la inversión publicitaria en campaña está bien, pero diversificar con acierto es lo que puede hacerte ganar.