Hasta que solo quede Elon

Por supuesto que creo que es una buena noticia el descenso del número de personas usuarias en la red social X, por lo menos, en Europa: de 111,4 millones a 105,9, según Euronews. Esta cifra supone una quinta parte de su negocio mundial: 550 millones de personas en el planeta nos conectamos a la plataforma de Elon Musk, el que decidió volver a dar de alta cuentas baneadas por los anteriores propietarios (es decir, infló esos números recuperando a lo peor de su red). Cuantas más personas se mantengan alejadas o abandonen de ese pozo de guano, mejor. Y no va a pasar nada: también pensábamos que nada podía reemplazar a Facebook.

Esto no es Gaza

Lo único bueno que le veo a X es que me hace la vida más fácil. Por ejemplo, puedo coger un tuit del Telediario para ilustrar este párrafo: “Un centenar de colonos israelíes irrumpió anoche, arrasando con todo, en la aldea de Jit, en la Cisjordania ocupada. Quemaron coches y casas y abrieron fuego contra la población”. No hablamos de Gaza ni de una noticia excepcional, por desgracia. Y si no nos enteramos de más ataques de colonos es porque son tan recurrentes que dejan de ser hechos noticiosos, pero son graves y, como tal, deben ser frenados en seco. Y si no lo hace Israel, que lo haga la comunidad internacional.

Lo veremos en otra plataforma

También es verdad que en X sigo a personas muy interesantes que me ponen sobra la pista de temas jugosos y que, en algunas ocasiones, los comentan con cierto salero. Pero no pasa nada si la red de Musk colapsa: nos encontraremos en otras plataformas. Niporwifi es uno de esos a los que seguiré en la próxima web que se ponga de moda porque a noticias como esta en El Confidencial: “Dos bisnietos de Franco venden 7 pisos de lujo en Madrid por 57,7 millones de euros”, apostilla así: “Su bisabuelo tomó un vuelo de Canarias a Marruecos, y ahí empezó su empresa. Esta familia se hizo a sí misma con dinero robado al Estado español”.

No reconocen una dictadura

Precisamente en X y gracias a que Elon Musk permitió hacer tuits largos, Zigor Aldama explica que le “sorprende ver a tanta gente de países democráticos apoyar regímenes como el ruso, el cubano, el norcoreano o el chino”, y describe cómo estos regímenes, a los que también añade el de Venezuela, controlan a la prensa, los parlamentos y las elecciones. El periodista vasco termina con un dardo certero: “Equiparar a Rusia con Polonia, o a China con Estados Unidos, es una fantasía de gente cegada por su ideología”. Yo soy mucho menos sutil: no puede dar lecciones de democracia quien no reconoce una dictadura cuando la tiene delante.

La realidad de la recarga de los eléctricos

Salgo por fin de X para volver a algo tan clásico como un blog, en concreto, al de Gonzalo Casado, que ha expuesto con total claridad a qué se enfrenta el dueño de un Tesla. Lo hace desde el optimismo y la convicción de que ha tomado una buena decisión, pero también con un realismo necesario sobre lo que sucede con los puntos de recarga: no siempre disponibles, alejados y, en las ciudades, con solo una plaza para el que coche que está recargando, sin que nadie pueda esperar después. Una realidad que ayuda a que la mayoría mantengamos nuestros recelos hacia unos vehículos que, además, son caros.