Sin duda es el debate de la semana, a nivel planetario, además: ¿quién abandona X y por qué? “Bulos, DANA y Elon Musk”, esos son los motivos que da David González para el caso de La Vanguardia. Los de The Guardian son que se trata de “un canal tóxico que favorecía las teorías de la conspiración y el racismo de la ultraderecha”. Ambos tienen razón, no voy a discutirlo. Lo curioso, para mí, ha sido el rebufo: periodistas que anuncian también el adiós pero en diferido (supongo que esperando a ver cómo chutan las alternativas: Bluesky, Mastodon y Threads), en una borrachera de dignidad demasiado repentina y exagerada, para mi gusto.
Facebook agoniza
¿X, no y TikTok, sí, en serio? Por los algoritmos de Google y YouTube mejor no preguntamos. Pero vamos a lo gordo: ¿Meta es mucho mejor o es solo menos agresivo (es decir: mete sordina al odio)? Además, ¿queda alguien? Enrique Dans reflexionabas sobre su uso: Facebook es “una simple máquina de facturar, con una atención nula y un desprecio a sus usuarios cada vez más elevado”. “Abro mi página, actualizo y cierro”. Él, porque tiene su blog, pero la mayoría solo abrimos para mirar unos segundos y desaparecer sin hacer ruido. Sin aspavientos y con un poco de tiempo, estoy convencido de que ese es el futuro que también le espera a X.
“La turra nunca descansa”
Antonio Agredano escribe mil veces mejor que yo y por eso no ha titulado así su columna en The Objective, sino con algo mucho más sugerente y elegante: “La gran pereza”. Reflexiona el escritor sobre X: “Es como en un after. Si puedes entrar tú, puede entrar cualquiera. No eliges la música que suena. Ni las marcas que sirven. Ni las movidas que allí puedan suceder. Abren la puerta, entras, y a darlo todo. Por eso no entiendo esta súbita afectación”. Yo, tampoco la entiendo, la verdad. Comparto con Agredano su definición: “No es un espacio público, no es un lugar que deba ser bueno o malo, es sólo un muro donde la humanidad se expresa”.
Esto es lo que hay
“Tu cuerpo, mi elección. Para siempre”. Este mensaje machista fue publicado en X por Nick Fuentes, “un ‘influencer’ masculinista y supremacista blanco” (France 24) después de que Donald Trump ganara las elecciones. Pues bien, “ha generado más de 91 millones de visualizaciones en X, y ha sido compartida 35.000 veces”. Esto es lo que hay en X, pero eso no es lo peligroso: esto es lo que hay en la sociedad, el alivio de un montón de tíos que no quieren perder su rol superior sobre las mujeres (que están acojonados, vamos). ¿El peligro es X o es una sociedad de mierda? X lo multiplica, ¿o lo hacen las personas?
¿Y el conflicto de intereses?
Elon Musk va a adelgazar la administración pública estadounidense como adelgazó la estructura de X. Ya conocemos el resultado: con menos recursos y menos personas las cosas salen peor. Y si además recortas por la parte que da seguridad y certidumbre a las y los usuarios (en el caso del gobierno, la ciudadanía), la cosa puede acabar muy mal. Con todo, lo que me resulta llamativo es que nadie hable del conflicto de intereses no ya por ser el dueño de X, sino por serlo de Tesla o de SpaceX, que sirve directamente a la NASA. ¿Va a vender sus acciones, las va a dejar prestadas o ya da igual todo y va a seguir enriqueciéndose?