Otra vez

Leo en El Huffington Post esto: “Sí, otra vez: un agitador ultra revienta la rueda de prensa de Sumar en el Congreso de los Diputados”. Y pienso: otra vez… se les ha colado. Porque para estar en una rueda de prensa, lo primero, hay que acreditarse. Y para acreditarse hay que dirigirse a la mesa del Congreso. Ahí pueden pasar dos cosas (sigo pensando): o se les cuela un tío que se hace llamar “Adrián Rescue You” y que trabaja para “Informa Radio”, que en quince segundos descubres en Google que forma parte del grupo mediático Javier Negre, o quieren que se les cuele. Y no sé qué me parece peor, la verdad.

Si les dejamos entrar…

La politóloga Anna López lo deja claro en Público, en una interesante entrevista: “Los ultras no están a las puertas del poder, están dentro, marcando el rumbo”. Esto pasa porque les dejamos entrar, porque acceden a la sala de prensa del Congreso con una acreditación (tal vez porque el gobierno español prefiere chocar con Vox que con el PP). Pero también pasa porque la ciudadanía, también la vasca, parece que no tiene ningún problema en llevar a las y los fascistas a las instituciones. Y eso requiere cierto examen de conciencia social. ¿Cómo nos hemos dejado contagiar por la amnesia si esta no es contagiosa?

El otro relato

Los populistas de base fascista tienen claro su discurso contra la inmigración en España. Los populistas de base fascista en Euskadi no la han explicado todavía. Seguiremos esperando. Pero la realidad es esta: “Cuatro de cada cinco nuevos autónomos en España es extranjero” (Vozpópuli). Este tipo de noticias nos ayudan a centrar el tema: quienes vienen a trabajar necesitan una oportunidad fuera de sus países de origen y quienes les recibimos necesitamos su capacidad, su talento, su valor y sus cotizaciones. Las y los que hablan en euskera desde que nacieron quieren ser funcionarios. Ya vemos quién monta las empresas.

Este es el futuro

Más nos vale que vengan, que les integremos y que trabajen, porque eso en El Blog Salmón me parece muy certero: “Dinamarca sube la edad de jubilación a los 70. España: este es el futuro”. También en Euskadi, me temo. Es la manera que el país del norte, que suele ponerse de ejemplo por su buen nivel de vida (y con motivos), se enfrenta a “el desafío que enfrentan los países europeos ante el envejecimiento de la población y la sostenibilidad del sistema de pensiones”. El debate es este, evidentemente: “Aumentar la edad de jubilación es, políticamente, una solución más viable que reducir las pensiones”.

Ideaza

El mundial de clubes de fútbol es idea a la altura de la de la liga de naciones de selecciones. Ocupan un espacio que nadie reclamaba y reparten un dinero que solo quieren los grandes clubes para seguir distanciándose del resto. Permitir que esto suceda, como hace la FIFA, es un despropósito. La vaca no da para más y la superliga europea con la que asustan a las organizaciones tradicionales para que sigan sacando millones de la chistera, no veo cómo podría ser más rentable con datos como este que aportan en La Vanguardia: “La FIFA rebaja un 84% los precios de las entradas del Mundial de Clubes por la escasa demanda”.

Lo que a Sortu no le gusta

La final de la Europa League en San Mamés solo tuvo un lunar: que no la jugó el Athletic, que estuvo solo a un paso de lograrlo. Todo salió bien (salvo eso y que el partido no tuvo mucho fútbol, según las crónicas), eso no lo duda nadie. Bueno, alguien, sí: Sortu Bilbo se quejó porque los ingleses tomaron Bilbao… exactamente igual que las y los bizkainos hemos tomado Sevilla en varias ocasiones. Exactamente igual o peor, que nadie venga ahora de superdigno y supercivilizado, que algún pis vasco en la Giralda ya habrá caído. ¿O esto es como lo del turismo, que solo molestan cuando vienen porque en Sortu nadie es turista?

Son fachas

Solo era cuestión de tiempo: “Vox y Aliança pactan por primera vez en el Parlament” (La Vanguardia). Los fachas españoles y los fachas catalanes “acuerdan enmiendas en una moción del partido de Sílvia Orriols contra el uso del velo islámico en espacios públicos, que ha sido rechazada por la Cámara”. Lo que les une puede más que lo que les separa: el rechazo al diferente. Y ojo, no voy a poner paños calientes a que hayamos normalizado prácticas machistas que habíamos superado, por lo menos, en parte, y han sido importadas de nuevo. Pero a mí sí me importa quién lo denuncie y qué ha hecho y dicho antes.

Este, también

Donald Trump va de patriota pero no lo es (tampoco lo es Sílvia Orriols, y tampoco lo son muchos de Bildu que anteponen la izquierda al país). La decisión de su gobierno, que “bloqueó la inscripción de estudiantes internacionales en la Universidad de Harvard” va en su contra. Renunciar a capital humano de primer nivel intelectual y económico (becados o no, los cursos cuestan más de 50.000 euros, según varias fuentes) es un error evidente. Ahora tienen que moverse rápido las universidades europeas para atraer ese talento y para presentarse como oportunidades abiertas y estables a esas personas con mayor potencial que la media.

¡Ay, el colaboracionismo!

Quien colabora con el fascismo, con cualquier expresión del fascismo (y en Euskadi conocemos bien a las y los que lo han ejercido), es un colaboracionista. “Normalizar la brutalidad tiene un precio. Muy alto para las víctimas pero también para los victimarios. Cuando ocurrió en la Alemania nazi acabaron pagando hasta los aliados de Hitler como Ernst Röhm. Pensar que eso no ocurrirá en Israel es ignorar la historia”. Esto que escribió Javier Espinosa en Bluesky debemos llevarlo a la práctica lo más literalmente que podamos, en el caso del gobierno y ejército israelíes, y también en el caso vasco.

Un “eskerrik asko” empañado

Cualquier niña o cualquier niño que ha querido sacarse una foto con Óscar de Marcos ha podido hacerlo. Sin embargo, ayer, muy pocas niñas y muy pocos niños pudieron despedir al capitán del Athletic. La hora que impuso La Liga lo impidió. Un horario que también generó complicaciones a las y los adultos que quisieron quedarse a aplaudirle antes de volver a casa. Pero esta denuncia no debe empañar la trayectoria deportiva y el valor humano extraordinarios que ha demostrado cada temporada Óscar de Marcos. Una persona que encarna como pocas ese: “Herritik sortu zinalako maite zaitu Herriak”.

Ojalá no fuese verdad

30 personas han muerto cada día intentando llegar a Europa desde África solo por la vía española. 10.457 seres humanos inocentes, como el día, mayores y menores de edad, que se han ahogado en las aguas del estrecho en 2024 mientras en el viejo continente (cada año, más viejo, más soberbio y más alejado de la realidad, me temo) siguen creciendo la extrema derecha, el populismo y los bulos que señalan a la población inmigrante como la causante de todos nuestros males. Qué cómodo resulta y cuánto alivio nos genera señalarles, desde nuestra casa, a golpe de puto tuit, sin arriesgar nada.

Tiene que ser una broma

Si la tragedia que sucedió ese día no fuera tan enorme, lo de la comida de Mazón sonaría a broma. Primero dijeron que el presidente de la Generalitat estaba en una reunión de trabajo mientras el nivel del agua no paraba de crecer. Después, que estaba en una comida con una periodista a la que iba a ofrecer la dirección del ente público valenciano de comunicación. Y ahora, que sí estaba ahí pero como líder del PP en la comunidad, por eso no aparece la factura por ningún lado. Lo suyo no es serio. Lo de su partido, tampoco. Por desgracia, es muy serio lo que ha pasado a todas las víctimas de aquella DANA que a Mazón le pilló sin cobertura.

No todo vale por las risas

¿Cómo resumir lo de Pedro Vallín? Empiezo por los principios: no creo que su polémico tuit (“Eres valenciano. Mete la cabeza en el wáter y tira de la cadena. Se llama ‘dana doméstica’. Lo vas a gozar”) fuese para tanto. Y aunque La Vanguardia diga que nada tiene que ver con su despido, que este haya sido inmediatamente posterior al revuelo en X resulta sospechoso. Nunca me gustó, lo confieso, su estilo de hacer periodismo, informando sobre Podemos demasiado cerca de Pablo Iglesias, ni sus larguísimas reflexiones culturales o políticas, pero me parece una mala noticia por el propio Vallín y por ver cómo la cultura de la cancelación avanza.

No es una inocentada

Lo de que Javier Tebas también sea vicepresidente de la RFEF no es una inocentada aunque lo parezca: su control sobre el fútbol español es total. ¿Qué puede salir mal? El hombre que inventó los horarios de mierda que impiden que llevemos a las y los pequeños a los campos acapara más poder. El millonario que se ha declarado abiertamente muy de derechas vence en la batalla política (que siempre ha habido y habrá) y se coloca también en el contrapeso que había encontrado el gobierno socialista: la RFEF de Luis Rubiales, al que sostuvo hasta el último beso (de eso tendremos que hablar también, ¿no?).

Es de chiste

Forman un dúo con aspecto irrisorio. No he escrito “gracioso”, ojo. Pero uno tiene más dinero que nadie y el otro, más poder que nadie: son Elon y Donald, y que su éxito no sea una broma es algo muy serio. El presidente estadounidense y su cohorte (básicamente, familia y palmeros), parecen una troupe de payasos, y no les importa, por eso sugieren cosas como esta: “Canadá, México, Groenlandia y el canal de Panamá. Estos cuatro territorios tienen en común que son estratégicos y que no están en venta, pero también que Donald Trump amenaza, más o menos irónicamente, con tomar su control” (Carles Planas en EPE).

Y tú, ¿te vas a ir de X?

Sin duda es el debate de la semana, a nivel planetario, además: ¿quién abandona X y por qué? “Bulos, DANA y Elon Musk”, esos son los motivos que da David González para el caso de La Vanguardia. Los de The Guardian son que se trata de “un canal tóxico que favorecía las teorías de la conspiración y el racismo de la ultraderecha”. Ambos tienen razón, no voy a discutirlo. Lo curioso, para mí, ha sido el rebufo: periodistas que anuncian también el adiós pero en diferido (supongo que esperando a ver cómo chutan las alternativas: Bluesky, Mastodon y Threads), en una borrachera de dignidad demasiado repentina y exagerada, para mi gusto.

Facebook agoniza

¿X, no y TikTok, sí, en serio? Por los algoritmos de Google y YouTube mejor no preguntamos. Pero vamos a lo gordo: ¿Meta es mucho mejor o es solo menos agresivo (es decir: mete sordina al odio)? Además, ¿queda alguien? Enrique Dans reflexionabas sobre su uso: Facebook es “una simple máquina de facturar, con una atención nula y un desprecio a sus usuarios cada vez más elevado”. “Abro mi página, actualizo y cierro”. Él, porque tiene su blog, pero la mayoría solo abrimos para mirar unos segundos y desaparecer sin hacer ruido. Sin aspavientos y con un poco de tiempo, estoy convencido de que ese es el futuro que también le espera a X.

“La turra nunca descansa”

Antonio Agredano escribe mil veces mejor que yo y por eso no ha titulado así su columna en The Objective, sino con algo mucho más sugerente y elegante: “La gran pereza”. Reflexiona el escritor sobre X: “Es como en un after. Si puedes entrar tú, puede entrar cualquiera. No eliges la música que suena. Ni las marcas que sirven. Ni las movidas que allí puedan suceder. Abren la puerta, entras, y a darlo todo. Por eso no entiendo esta súbita afectación”. Yo, tampoco la entiendo, la verdad. Comparto con Agredano su definición: “No es un espacio público, no es un lugar que deba ser bueno o malo, es sólo un muro donde la humanidad se expresa”.

Esto es lo que hay

“Tu cuerpo, mi elección. Para siempre”. Este mensaje machista fue publicado en X por Nick Fuentes, “un ‘influencer’ masculinista y supremacista blanco” (France 24) después de que Donald Trump ganara las elecciones. Pues bien, “ha generado más de 91 millones de visualizaciones en X, y ha sido compartida 35.000 veces”. Esto es lo que hay en X, pero eso no es lo peligroso: esto es lo que hay en la sociedad, el alivio de un montón de tíos que no quieren perder su rol superior sobre las mujeres (que están acojonados, vamos). ¿El peligro es X o es una sociedad de mierda? X lo multiplica, ¿o lo hacen las personas?

¿Y el conflicto de intereses?

Elon Musk va a adelgazar la administración pública estadounidense como adelgazó la estructura de X. Ya conocemos el resultado: con menos recursos y menos personas las cosas salen peor. Y si además recortas por la parte que da seguridad y certidumbre a las y los usuarios (en el caso del gobierno, la ciudadanía), la cosa puede acabar muy mal. Con todo, lo que me resulta llamativo es que nadie hable del conflicto de intereses no ya por ser el dueño de X, sino por serlo de Tesla o de SpaceX, que sirve directamente a la NASA. ¿Va a vender sus acciones, las va a dejar prestadas o ya da igual todo y va a seguir enriqueciéndose?

¿Está bien?

Me lo pregunto porque no lo sé. De entrada, el titular en The Objective invita a pensar que es un exceso: “El PSOE lanza cinco campañas en redes para culpar a Mazón del desastre de Valencia”. Pero, ¿lo es? Según el digital, el PSOE se ha gastado 3.000 €, que es muy poco dinero para tantas campañas y toda España. Y si sigo preguntándome acabo pensando: ¿de verdad está mal dar a conocer que “Mazón tiene las competencias de Protección Civil”, que “recibió avisos de la Aemet desde 7 días antes”, y que quitó “importancia a la ‘alerta roja’”, mientras los bulos y los buleros cabalgan como si fueran los buenos de la película?

Leña del árbol caído

Ayer tenía que haber arrancado el juicio contra Íñigo Errejón por abuso sexual. Se ha pospuesto porque la abogada de la acusación, Elisa Mouliaá, está de baja. El domingo, La Sexta emitió una entrevista a Rita Maestre. Una entrevista programada para condicionar (en ‘Salvados’, ese programa que presume de tan alta moral) con titulares que redifunden otros medios: “Depredador, manipulador patológico y misógino” (El Independiente). Así le califica la que fue su compañera en política y pareja en la vida durante un rato. Es fácil hacer ahora leña del árbol caído, pero lo útil habría sido hablar antes en vez de participar en una “omertà”.

¿Quién gana?

Ha ganado Donald Trump, de calle, con una gran victoria. A partir de ahora tendremos que empezar a contar qué vamos a perder los demás. De saque, el hijo del futuro presidente ha dicho de Zelenski que “la paga que se le acaba en 38 días” (La Vanguardia). No tiene ninguna gracia porque hablamos de las vidas de las y los ucranianos (¿cómo van a entrar las tropas rusas sin resistencia? ¿Qué hicieron en Bucha?) y porque hablamos de los planes de Putin, de asimilación brutal. Algunos hablamos de esto en serio mientras Donald Trump Jr. lo hace como su padre. Donde están contentísimos es en el Kremlin.

Estamos perdidas y perdidos

Siempre he sido optimista y me he empeñado en creer que las cumbres sobre el clima, por ejemplo, servían para algo. Pero es evidente que no, que trasladar a un montón de gente a Baku, capital de un país que se ha hecho rico gracias a los combustibles fósiles, además de una contradicción y un gasto de recursos innecesario, no vale para nada. Me remito a cómo estamos: ¿mejor? ¿Han servido para algo las declaraciones o recomendaciones que los países se han hecho a sí mismos en las cumbres anteriores? Por si fuera poco, Trump vuelve al frente de uno de los países más contaminantes del mundo. Soy pesimista, lo reconozco.

Venga, va

Voy a ser bueno y no voy a quejarme de que el FC Barcelona haya podido armar un equipo gracias a sus “palancas”. Es más, voy a aplaudir el eufemismo que inventó Laporta para hacer “invents” contables y fichar o mantener a jugadores. Voy a reconocer, también, la buena labor de la dirección deportiva. Y me alegro sinceramente por mis amigas y amigos “culés” que están disfrutando de una temporada bonita. Pero, vaya, que el FC Barcelona, sus jugadores, el entrenador y la afición se queje de que a Lewandosky le hayan anulado un gol en Anoeta por fuera de juego, como si solo ellos pudieran jugar con los límites, da entre risa y coraje.