Que alguien se lo explique

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Alberto Garzón es de esos que creen que todo vale para el convento: “El referéndum del Brexit no es el problema, sino el síntoma. El síntoma de una UE para los mercaderes y construida contra los pueblos”, tuiteaba. Acaso sin saber que han votado “sí” a la Unión lo han dado los jóvenes, los más formados, los escoceses y los irlandeses, y que el “no” se ha promovido con argumentos xenófobos y clasistas. ¿No sabe inglés? ¿No es capaz de entender un mapa de colores? Y si sabe la verdad, ¿por qué escribe eso?

Una explicación

No seré yo quien defienda los hachazos de Rajoy ni su política de espaldas a la ciudadanía y rodilla ante las élites, pero creo que esta usuaria de Twitter ayer estuvo bastante acertada: “El problema de Pisarello y Podemos en general es que para ellos la extrema derecha son Merkel, Cameron o Rajoy, no Le Pen o Farage”. De hecho, solo hay que ver cómo votan en el Parlamento Europeo, y echar un oído a los discursos de la derecha radical para darse cuenta de que nos suenan.

Así es

Otro tuit muy interesante derivado del Brexit ayer fue el de Roger Senserrich: “Y no, esto no es un caso de ‘han votado mal’. Es un caso de ‘líderes irresponsables mintiendo a sus votantes prometiendo lo imposible’”. Así de fácil y trágico. Este pecado de irrealidad y de las promesas imposibles, además, lo han cometido unos y otros. Y es un mal que se extiende irremediablemente, por lo que vemos, además, muy cerca. ¿Qué más da prometer y no cumplir después si has conseguido el voto?

Lo que no consiga Europa…

Soy un europeísta convencido. Y el “Brexit” me refuerza: no solo porque Europa es capaz de establecer mecanismos para desmembrarse. También puede ser la palanca que impulse a Escocia a independizarse, a Irlanda a unirse y a Gibraltar replantearse su amor al imperio británico… Solo por seguir en la Unión Europea. El resultado a medio plazo puede ser muy interesante, con Inglaterra con los pies fuera de Europa pero abrazada, y el resto de naciones tomando sus decisiones.

No nos olvidemos de España

La bomba del Brexit le ha venido muy bien a Jorge Fernández Díaz, ya que la atención se ha desviado hacia las islas y dejamos de mirar todo el tiempo a su despacho. Aunque tapadas, es cierto, las noticias no han dejado de surgir de la mano de Daniel de Alfonso. El director de la oficina catalana antifraude ha puesto a tope el aspersor de mierda, ha acusado a todos los partidos de reunirse con él con similares intenciones, y ha amenazado con guardar información de todos ellos.

Fernández Díaz contará los votos

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El guionista de Buenafuente, Javier Durán, se dio cuenta rápidamente en Twitter: el señor ese que se presenta como víctima porque han usado en campaña una grabación suya pidiendo que se busque información de partidos nacionalistas para atacarles (hay que tener el rostro de hormigón armado), va a ser el máximo responsable del recuento electoral del domingo. El ministro de Interior que usa los instrumentos del estado para intentar condicionar el voto, cuenta nuestros votos.

Llegados a este punto…

El periodista Isaías Lafuente daba carpetazo al asunto de Fernández Díaz con acierto: “Pues sólo hay dos opciones. O dimiten los dos porque todo es verdad o uno destituye al otro por mentiroso”. Realmente, es así de simple, y como decía Aitor Esteban en una entrevista ayer, en cualquier democracia real, la dimisión o el cese no se hubieran discutido. Lo que ha sucedido y, peor, lo que está sucediendo (nada) muestrab un sistema democrático español nada recomendable.

El PP se equivocó

El PP se equivocó mandando una carta amenazante e El Mundo Today para que retiraran la una falsa web electoral que, a modo de chiste, habían publicado los de la página satírica. Unidos Podemos y el PSOE también son víctimas de su acidez, pero solo el PP ha reaccionado tan mal. El Mundo Today accedió a retirarla… E inmediatamente publicaron: “Esa web de la que usted me habla”. Un acierto pleno ante un error mayúsculo de un partido que demuestra que los medios solo le gustan atados y bien atados.

¿Por qué no votamos el Brexit?

Rajoy, Sánchez, Iglesias y Rivera, los cuatro que plasman en sus programas que sobre lo que sea una parte de España decidirá toda España, podrían explicarnos por qué, si su razonamiento es tan universalmente cierto, no estamos votando sobre la posible salida del Reino Unido de Europa. El “cuñado de Twitter” es un personaje tan conocido como divertido en esta red social, y ayer se preguntaba eso: ¿por qué no podía votar él? Cualquier español medianamente crítico se podría hacer la misma pregunta y llegar a alguna conclusión.

Encumbrando a gilipollas

Son jóvenes, sin estudios, endiosados por los medios, admirados por millones, deseados por las mujeres y los hombres más atractivos, y jodidamente ricos. Lo tienen todo para volverse gilipollas. Lo raro es que no veamos muestras de su idiocia más a menudo. Imágenes como Cristiano Ronaldo tirando un micrófono de un periodista a un lago. Es cierto que el portugués está jugando mal, no es menos cierto que se “borra” en las grandes citas. Pero nada, tampoco la fama, el dinero y la falta de estudios, justifica el desprecio a un trabajador.