No escuches a idiotas

Es casi inevitable escucharles porque los idiotas abundan. Lo malo de Internet es que, además, han encontrado un sitio en el que molestar más y un público que siempre empieza con otros idiotas necesitados de atención hasta que, por desgracia, a veces se hace masivo. Como el de Lolito Fernández, el youtuber que cambia España por Andorra para pagar menos impuestos y se justifica asegurando que él no ha recibido nada, desconociendo lo que es el estado de bienestar y mintiendo flagrantemente sobre los impuestos que tiene que pagar porque factura más de 60.000 euros al año. Ahí es nada.

El motivo de Feijóo

No podía cerrar la semana sin trasladarles una de las noticias que más me ha llamado la atención estos días: el motivo por el que Alberto Núñez Feijóo he decidido no presentarse a las primarias del PP. Básicamente, porque temía la guerra sucia que podía abrirse y que él, como favorito en las quinielas, iba a sufrir con mayor crudeza. Luego lo ha adornado con la importancia que da a Galiza, pero todos sospechábamos lo que ponen negro sobre blanco en El Independiente. Primero, ¿qué tiene que esconder Feijoó? ¿A qué teme? Segundo: ¡qué nivel el de la política española!

“El Pedro Sánchez del PP”

Otro titular que ha llamado poderosamente mi atención durante esta semana ha sido este de El Español: “Pablo Casado se lanza a la carretera para ser el Pedro Sánchez del PP: por qué puede conseguirlo”. No me gusta la política-ficción que se encuentra con demasiada facilidad en los digitales, y no sé si lo conseguirá o no Casado, pero sí me sorprendió que Pedro Sánchez sea considerado ya un modelo, una forma de plantearse la política, la personificación de la victoria final contra los de dentro y los de fuera. Vaya, lo que hizo Rajoy pero en versión con fotogenia y telegenia.

Rajoy dividiendo Santa Pola

El tipo de periodismo-gilipollismo que hace OK Diario siempre toca sus cimas cuando Inda intenta meterse con uno del PP. Una vez fuera de Moncloa, Rajoy había logrado un consenso hacia su persona que los de este digital quieren romper sugiriendo que su llegada a Santa Pola ha sido polémica. Lo que ha sido es modélica: al final ha sido uno del PP el que ha dado una lección sobre lo que tiene que ser la política, una dedicación temporal que al final te devuelva al sitio del que saliste más sabio y con más amigos. El regreso de Rajoy a su plaza de registrador sí que es “nueva política”.

Twitter se agota

Dulceida también ha dejado Twitter, harta de las críticas que ha recibido, las últimas, por su falta de coherencia, al parecer, tras haber posado con sus amigas, todas estupendas pero de la misma talla, después de haber hecho una campaña con otras chicas, también estupendas pero de diferentes tallas. La salida de Dulceida refuerza una tendencia: Twitter se acaba porque los tuiteros son insoportables y porque ya no son un público interesante salvo para Podemos. Muchos indignados por deporte, demasiados incapaces de ver más allá, casi nadie con un espíritu crítico suficiente.

Niñatos con dinero

Se llama Lolito Fernández, es youtuber, su canal está especializado en videojuegos (básicamente, se ven sus partidas), vive de ello y ha decidido mudarse a Andorra para pagar menos impuestos. El motivo ya es suficientemente reprobable, pero las explicaciones que ha dado son absolutamente criticables: con una lógica de niñato (“si no he acabado ni el instituto, ¿por qué tengo que pagar tantos impuestos?”) ha lanzado ese mensaje a sus más de tres millones de seguidores solo en YouTube antes de borrarlo. Ya no sé si no lo estamos explicando bien… O es que no quieren leerlo.

Y con la piel demasiado fina

Ya escribí en esta columna que me pareció bien que Macron recordara a un chaval que no era “Manu” (como él le llamó) y que la institución del presidente de Francia merece un respeto. Hoy recupero el tema sorprendido por la pieza en El Español sobre la periodista Camille Crosnier que “se dio cuenta inmediatamente de que ese fragmento iba a perseguir de por vida al adolescente, así que decidió buscarle para saber cómo se encontraba”. Dice Crosnier que por culpa de Macron el joven está sufriendo bullying. Digo yo que si les victimizamos un poco menos igual nos va mejor a todos.

Jefes de Estado para la foto

A diferencia de Lolito Fernández, seguiré pagando mis impuestos donde vivo. A diferencia del chaval que llama “Manu” al presidente francés, sigo valorando las instituciones. Precisamente porque lo hago creo que estoy en disposición de preguntarme si no es demasiado caro mantener y mandar a Felipe VI y Letizia Ortiz a sacarse una foto con Donald Trump y su mujer, Melania. Porque solo han ido a eso, a por la instantánea: no hemos oído ninguna crítica a la política inhumana contra la inmigración de personas latinoamericanas, para más pecado del jefe de Estado español.

La verdad

Seguimos con la exuberancia de la ignorancia, que está de moda, y ya saben que hay que andar con mucho cuidado porque el ignorante sufre si le señalan. De hecho, el problema para la actual izquierda es que ha dado alas a bocazas enormes capaces de justificar a Trump asegurando que Obama era igual de malo. Quien no sabe distinguir a un fascista de verdad tiene un problema. Pero el problema lo hacemos nuestro cuando perdemos el tiempo intentando explicarles la realidad y acabamos discutiendo. Efectivamente, ya es hora de pasar de los más tontos.

España es así

Y Euskadi, como no andemos con cuidado, también acabará “así”. Ya lo han visto: la tendencia actual es la de proteger al gilipollas, no sea que se sienta atacado porque alguien le diga que está equivocado. Y los medios tradicionales ayudamos a fortalecer esa percepción de que todo es malo salvo la ignorancia, a la que hay que proteger como a un cachorro de panda. En ese zoo brillan los de Telecinco: “En Inglaterra los análisis postpartido del Mundial los hacen Lineker, Drogba, Phil Neville, Rio Ferdinand, Fábregas, Lampard, Shearer, Alex Scott… En España: Kiko Matamoros, Joaquín Prat, Lecquio…”, tuiteaba Mr. Hooligan.