Palestina como excusa

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Es grave, pero porque también lo han convertido en habitual, ya no nos escandalizamos. Pero no deja de ser grave que Bildu vuelva a usar causas ajenas para objetivos propios, y que su entorno, debidamente coordinado, colabore en la difusión de mensajes capciosos que poco o nada tienen que ver con la verdad. Pero parece que la verdad es lo que menos importa, que el sufrimiento del pueblo palestino es lo que menos importa, lo que importa a los representantes de Bildu en el ayuntamiento de Bilbao es que la prohibición de cualquier bandera en la fachada les permite atacar al alcalde. Lo que demuestran es que solo les importan ellos mismos.

Palestina. Punto

Si pusiéramos todos en el centro de nuestra preocupación a Palestina como territorio en el que habitan personas con sus vidas, proyectos, ideas y sentimientos, no estaríamos hablando ni de este conflicto ni del aprovechamiento del mismo por quienes piensan que todo vale. Pero es allí donde, sobre todo, deberían de poner en el centro de su estrategia de Paz al pueblo palestino. Y no me refiero a Israel, sino a Hamás que, si se confirma que ha atacado primero después del alto el fuego, o no lo ha evitado, poco hace a su pueblo. Medios conservadores como ‘Libertad Digital’ lo llevan a portada, pero esa es la consecuencia menos importante: la más horrible será el sufrimiento de la población, que recibirá el contraataque de un ejército israelí implacable y poderoso.

Twittear la guerra

Esta vez no lo hace un periodista o un habitante de un espacio en conflicto, quien twittea la guerra, en esta ocasión, es el presidente de Azerbayán. Lo hace, además, por medio de su cuenta en Twitter en inglés, es decir, con clara vocación de dar a conocer su ofensiva contra Armenia por Nagorno-Karabakh, un territorio en permanente disputa entre ambos estados. Ilham Aliyev deja claro que recuperará el terreno por medio del ejército, y apela a la resistencia de su propio país, en mensajes que, aunque sea por medio de Twitter, suenan a la antigua propaganda que estudiábamos.

Envidiable campaña por el “no”

De la campaña por la independencia de Escocia me da envidia hasta la oposición y las acciones que promueven un Reino Unido así, unido. La última, los artistas que creen que ambas naciones, Inglaterra y Escocia, están mejor juntas. Mick Jagger, Sting, Stephen Hawking, Helena Bonham Carter (todos ellos ingleses, no escoceses), y hasta el estadounidense Michael Douglas, entran al trapo (‘Diario Crítico’). ¡Ya me gustaría ver a Pablo Alborán, Juan Diego Botto, o Diego Martínez Santos, el científico español premiado con el mejor joven físico experimental de Europa y al que denegaron una Ramón y Cajal para poder regresar a España, hacer su propia campaña a favor del mantenimiento de Euskadi en España, desde el respeto y durante un proceso limpio y democrático, aunque no estuviera de acuerdo con ellos!

#pentatrillones de campañas, y no lo sabes

Lo he dicho varias veces ya en la tertulia sobre Internet y nuevas tecnologías en la que participo cada jueves en ‘Onda Vasca’, junto a Begoña Beristain: desde que me informaron de que existían “agencias” que ofrecían a usuarios de Twitter con gran alcance y que mencionaban tu marca sin que fuera en un sentido negativo, todavía me creo menos esta red. Y la prueba de que existen la ofrecía el mejillón suicida, que mostraba el e-mail que le había enviado la agencia que le lleva la campaña a Amstel, y que le ofrecía 12 cervezas a cambio de 3 tweets. Fueron varios los twittstars que accedieron, incluso a tan bajo precio (igual variaba en función de la “categoría”), pero la trampa estaba ahí: los lectores no sabían que les colaban publicidad.