Los tres millones de espectadores que ha perdido Felipe VI en su alocución anual son una señal clarísima de desafección a la corona. Nadie quiere ser tratado como si fuera idiota, nadie quiere ser engañado a la cara, nadie se traga que el actual jefe de Estado no tenga nada que ver con las actuaciones de su predecesor y padre. El cansancio acumulado que todas y todos llevamos en la mochila esta vez ha tenido una consecuencia positiva: estamos demasiado hartos como para aguantar tonterías desde un salón de lujo que pagamos vía impuestos y de un rey con la credibilidad y la dignidad al mismo nivel: por los suelos.
“Dignidad y coherencia”
Ignacio Martín Etxebarria, alias “Mortadelo”, fue recibido con bengalas y tanto ruido como pudieron hacer en las calles de Iruña quienes tienen una tara mental que les lleva a intentar homenajear a asesinos. Algunos de la tarita estaban allí, en persona, aplaudiendo a un asesino, y otros estaban haciendo los coros en Twitter y confirmando por escrito que son tontos, parafraseando a los de Pantomima Full: Josep en Twitter clamaba “dignidad, coherencia y compromiso con su pueblo. (…) Gudariak direlako”. Pello Salaburu le respondía en la misma red social: “La dignidad y la coherencia de quien honra en público a un asesino”.
El último regalo por Navidad
“Para el día de Navidad, las eléctricas han fijado un precio 14 veces más caro que el 25 de diciembre del año pasado. De 16,04 euros el megavatio hora a 226,42. Fun, fun, fun”. Este tuit de Rubén Sánchez, secretario general de FACUA, es como esa gran “X” en el suelo que descubría Indiana Jons en la iglesia de San Barnaba en Venecia: marca el lugar en el que nuestra indignación tiene que abrir una brecha. Porque resulta muy ofensivo no solo lo que nos cobran y las excusas que ponen para hacerlo, también que Pedro Sánchez diga que no vamos a pagar más que en años anteriores como si fuéramos tontas y tontos.
Pablo, ¡cómo te la han colado!
No me parece mal que las y los políticos tengan un punto de candidez e idealismo: prefiero las personas que piensan que lo imposible es posible frente a las baqueteadas o que se presentan como el Mandela blanco. Pero creo que Pablo Casado se pasa de primo: Javier Negre le ha colado que el fotógrafo del presidente Pedro Sánchez le ha agredido de tal manera que le ha dejado con un brazo en cabestrillo y sentado en una silla de ruedas. Un hecho así hubiera sido un escándalo, pero es que además la única fuente de este hecho es el propio agredido, famoso por mentir. Y al pobre Pablo Casado se la han colado… ¿O quiere colárnosla a nosotros?
No lo seamos nosotros
No seamos nosotras y nosotros tan primos como Pablo Casado: “Después de ómicron habrá más variantes y no tienen por qué ser más leves” (InfoLibre). Y no hace falta ser científico para llegar a una conclusión tan sencilla después de dos años de pandemia. Pero sí hace falta querer verlo, no pensar que una pandemia se ha acabado porque la mutación de turno parece favorecer unos procesos más leves. ¡Pero si cada año la gripe es distinta cómo no va a serlo este coronavirus! Todos necesitamos una alegría y lanzar las campanas al vuelo, pero quienes lo han hecho ya son los mismos que hacen trampa con la mascarilla.