Bien por Ada Colau

20151224_ada

Ya tengo una de las satisfacciones de Nochebuena: el ayuntamiento de Barcelona ha puesto 60.000 euros de multa a Airbnb y Homeaway, que son empresas que, apoyadas en una base tecnológica, gestiona capciosamente alquileres de apartamentos por días pasándose por el arco del triunfo el sector inmobiliario y, lo que es más importante, los impuestos que todos tenemos que pagar. Ada Colau, en mi opinión, acierta. Porque en nombre de Internet algunos están abusando.

El partido menos votado es alavés

El partido menos votado en las elecciones del domingo pasado fue uno alavés que se presentaba solo en este territorio. La agrupación se llama Ongi Etorri, parte de SOS Racismo (que por otro lado tiene una sospechosa experiencia en participar en campañas electorales defendiendo intereses de parte), y ha obtenido únicamente 110 votos. Su programa, básicamente, busca concienciar sobre el fenómeno de la inmigración y restar estigmas.

El control de las expectativas

Es un asunto básico en política: las expectativas demasiado altas pueden convertirse en un lastre. Le pasó en la noche electoral a Ciudadanos, que ha obtenido un gran resultado (entrar en el Congreso con 40 escaños) pero la sensación que le queda es la de derrota. Le ha pasado a Bildu, que se veía (y le veíamos) fuerte. Y puede pasarle a Podemos, que sigue yendo a tomar el cielo por asalto, sin bajar al nivel suelo, y que puede generar frustración a sus hoy ilusionados votantes.

¿Para qué sirve Twitter?

Pepo Jiménez describe estupendamente en ‘Vozpópuli’ lo que hacemos cada día los que hemos encontrado una oportunidad peinando Twitter (entre otros espacios) para separar grano de paja o, lo que es lo mismo, las historias de los comentarios superfluos. Además, Jiménez ha sabido seleccionar magistralmente algunas de estas grandes historias, algunas tan breves como un solo tuit o dos imágenes contrapuestas. Todo ese talento, por suerte, también está en esta red social.

Dropbox monta una cafetería con una Estrella Michelín

La cafetería de Dropbox, en la que los trabajadores de esta empresa comen gratis cada día, acaba de ganar una estrella Michelín. Las empresas tecnológicas como Dropbox o Twitter están acostumbradas a disparar con pólvora del rey, es decir, de los inversores, mientras buscan un modelo de negocio rentable, al mismo tiempo que cometen excentricidades como poner en marcha restaurantes de alto nivel. No sabemos si Dropbox será rentable, pero sí que en su cafetería comen muy bien.