Ya sé que no es noticia fresca pero como esto es un blog y hablo de lo que me parece, prefiero que empecemos con esto, antes que hablar del nuevo fiasco de ayer contra el Atlético en Madrid.
La renovación me parece una buenísima noticia. Nunca he destacado por ser del club de fans de Valverde, salvo cuando era jugador, pero sé que es un muy buen entrenador, y diría más, creo que es el mejor entrenador que puede tener ahora mismo nuestro club. Está en su casa, la que ama y se va a dejar los higadillos por intentar ponerla otra vez en lo más alto. En camino está y solo falta poner la guinda. Estamos en semifinales de Copa y aunque en Liga andamos dando una de cal y otra de arena, seguimos en la pomada para poder entrar en Europa de nuevo. El hecho de que siga él y que se haya cerrado el acuerdo ahora, le da más estabilidad a la institución. Él va a ser la cabeza dirigente también la próxima temporada, por lo que las decisiones que se tomen serán decisiones tomadas con vistas al futuro, aunque sea solo con vistas a un año. Menos es nada. Ya sabemos que a Ernesto le gusta ir año a año. Así también los jugadores saben a qué atenerse, lo digo por ejemplo por casos como el de Unai Vencedor, que debería plantearse una cesión, que por lo que se ha comentado, no ha debido aceptar en el mercado de invierno. Quedarse aquí para no participar nada no tiene sentido. Necesita minutos y con Ernesto no los va a tener. No es que sea adivina, es que si no los ha tenido hasta ahora, cuando a veces lo que nos falla es la creación y el dar con la tecla en los puestos de medio centro, y el entrenador ni se ha planteado el utilizar al de Recalde, … pues es evidente que debe salir. O eso le recomendaría yo. Volviendo al entrenador, al seguir un año más se puede consolidar su proyecto. Confío en él. A pesar de partidos como el de ayer. Confío en él y en lo que puede lograr. Suerte para lo que le queda, puesto que su suerte será la nuestra.
Y sobre la derrota de ayer, volver a comentar lo que ya nos ha pasado más veces en Liga este año. Se juega una gran primera parte, pero tras el descanso parece que el equipo es otro y suelta un segundo tiempo horrible. ¿A qué es debido el cambio? ¿No llega a gasolina? ¿Por qué algunos jugadores desaparecen? No lo sé. Ayer la metamorfosis fue desquiciante. En el primer tiempo la falta de pegada nos volvió a penalizar. El dominio del juego y las llegadas eran nuestras, aunque no se materializaron en nada positivo. El Atlético, sufría y no podía o no sabía hacer su juego.
En la segunda parte el panorama cambió. Dejamos de dominar, y pasamos a ser dominados. Se perdían continuamente los balones. Ellos fueron a por el partido, y el de siempre nos volvió a meter un gol. Griezmann está encantado cada vez que juega contra nosotros porque sabe que nos la acaba liando. Ayer una vez más. Y tras el gol, el Athletic fue incapaz de reaccionar. Por muchos minutos más que nos hubiesen dejado, no hubiésemos marcado ya que no creábamos peligro, pero tampoco juego. Una pena. Deberíamos haber aprovechado los tropiezos de los rivales pero… Otra vez será.
Lo mejor del partido fue Julen Agirrezabala, cuya titularidad sorprendió a todos. Dos paradones suyos sostuvieron al equipo, hasta que Antoine de manera perfecta lo superó tirando a la cepa del poste. Imparable. En lo demás, Julen impecable.
Por cierto, no me olvido de agradecer al Atlético de Madrid el homenaje previo al Athletic, por sus 125 años. Sencillo, bonito y buen detalle el dejarnos jugar allí con la camiseta rojiblanca. Aunque ya sabemos cómo nos sientan los homenajes… Pero esa es otra cuestión. Agradecérselo hay que hacerlo y así lo hago.
Y ahora a pensar en el Girona, que no se puede dejar escapar. ¡A por ellos! Y…
¡Aúpa Athletic!
P.D.: Lo de Jon Rahm es extraordinario y no puedo dejar de nombrarlo. Ayer logró su tercer título este año, de cinco torneos, lleva cinco títulos de los últimos nueve. Algunos de sus números solo son superados por Tiger Woods. Y ha recuperando el número 1 mundial del golf. Un crío de 28 años, de Barrika, del Athletic, mejor primer embajador del club por su 125 aniversario no hemos podido elegir. Es capaz incluso, de golpear la bola mandarla a una grada y pin, pin, pin, que baje y entre en el green. La suerte de los campeones, porque él lo es. ENORME. Zorionak, Jon! Y a seguir deleitándonos.