«I Voted»

20140919_voted

Les escribo esta columna sin saber si ha ganado el “sí” o el “no” en Escocia. Y solo esa incertidumbre ya es emocionante. Seguramente lean estas líneas sabiendo qué resultado ha ganado, pero la emoción que vivimos ayer, conectados constantemente a Internet, a las redes sociales digitales, a los medios de allí y de aquí, no nos la quita nadie. Y a los escoceses, menos. Haya pasado lo que haya pasado, el mundo ha cambiado. Igual que a Cameron no le vale la postura tradicional del Reino Unido sobre Escocia, no le vale tampoco a Rajoy la que sostiene contra Euskadi y Catalunya. En Escocia también votaron ayer por nosotros.

Portadas y trending topics

Juan Antonio Giner publicó en Twitter a primera hora un montaje con las portadas de los principales periódicos británicos. Sin finalmente ha ganado el “sÍ” habrá que revisar la capacidad de influencia de los medios… o la capacidad de influencia de los medios británicos en la población escocesa. A lo largo de la mañana, Francesc Pujol nos enseñaba los trendign topics en Londres, Edimburgo y Glasgow, con evidentes variaciones entre el “no” claro en la capital del imperio, y las posibilidades del “sí” en el territorio en el que se votaba.

Del “no” al “sí”

Haya pasado lo que haya pasado, tenemos ciertas evidencias. La primera, que el referéndum era posible y necesario. La segunda, que el Reino Unido golea a España democracia. La tercera, que el órdago de Cameron le va a salir muy caro. La cuarta, la pésima campaña del “no” que hizo que hasta Andy Murray cambiara el sentido de su voto hacia el “sí” y lo anunciara a primera hora de la mañana en su Twitter. La acción del tenista pudo influir en miles de personas, e hizo que la emoción aumentara.

Escocia es el camino

Así se manifestó ayer el lehendakari en Facebook. En los mismos términos, prácticamente, que hace meses: el que hace Escocia es el camino porque es el único que tiene legitimidad. Nos guste o no, no es posible hacerlo sin el consentimiento de la capital del estado, y les guste o no, son los escoceses (y lo seremos los vascos y los catalanes cuando nos toque) los que deciden su futuro. Un camino que, como bien recordaba Iñigo Urkullu, termina en Europa. Estas son las enseñanzas que un hombre de estado saca de Escocia.

Trampas

Una vez más, Bildu Bilbao usó para sus propios intereses una bandera. Esta vez, la escocesa, que colocó en el mismo sitio que la de Palestina conociendo perfectamente el resultado: la prohibición de colocar enseñas en la fachada del ayuntamiento. Pero eso es lo que buscaban, precisamente: señalar al alcalde y hacer propaganda victimista. Escocia y su bandera, en realidad, era lo de menos. Les importaba y les delataba ese tweet acusador, tramposo, cansino. Esa instrumentalización de una bandera no es de nacionalistas.