El debate universitario: Rivera o Iglesias

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Espero sinceramente que la juventud universitaria española no esté dudando entre si votar a Ciudadanos o si votar a Podemos. Los que quieren encarnar la “nueva” política vienen rellenos de la política más vieja y rancia, en a lata, eso sí, brillante del populismo. Los digitales tenían claro que Rivera ganó a Iglesias en el debate que mantuvieron en la Carlos III, que el de Podemos calificó como “histórico” (¡qué ganas tiene este hombre de hacer historia!) y que generó mucho interés en Internet.

La filosofía de Albert Rivera

¿Se acuerdan del famoso café con leche de Zapatero, que según él costaba 80 céntimos (lo que les cobraban a los diputados en la cafetería del Congreso entonces) cuando en la calle estaba a euro y medio? Pues Albert Rivera ya tiene su café: ayer, precisamente en el debate en la Universidad, no supo recomendar ni un solo libro de filosofía política y acabó eligiendo cualquiera de Kant aunque confesaba que no conocía ningún título. El único agujero en Twitter del favorito de la derecha desencantada con el PP.

Y el populismo a lo grande

Hacer campaña en la universidad para parecer renovador, calificar como “histórico” cualquier acto en el que uno participe, recomendar filosofía sin tener ni idea… Eso es el populismo, pero el que hacen los pobres. Los ricos, como Maduro, hacen otro populismo: con las encuestas totalmente en contra y el país sumido en una profunda crisis, el heredero de Chávez regala taxis a los desocupados, tablets a los estudiantes y hasta piernas de cerdo para Navidad, con dinero público, como parte de su campaña.

Rajoy tendrá que retratarse

Mariano Rajoy no se esperaba una campaña tan plácida apoyada en dos muletas sobre las que se maneja bien: la independencia (esta vez, la catalana) y el terrorismo (en esta ocasión, el yihadista). Pero puede que no le dé tiempo a evitar un último escollo: la participación de España en una guerra contra el yihadismo, precisamente. Francia ya se lo reclama aunque le permite ganar tiempo, pero con la cruzada internacional lanzada, Rajoy tendrá que decidir.

No me importa cómo follan los políticos

Esta “nueva” política que protagonizan reconocidos nostálgicos de formas muy viejas de hacer política parece que también obliga a saber con quién y, especialmente, de qué manera se acuestan nuestros representantes. Después de ver cómo Pablo Iglesias y su novia hacían pública en Facebook su ruptura, Manuela Carmena explica ahora que tiene una relación abierta con su pareja y no sé qué de su clítoris y la penetración tradicional, en un libro de Maruja Torres. ¿Y de empleo, qué?