Un millonario lanza la campaña de promoción más cara que soy capaz de recordar de dos marcas comerciales propias y en Twitter y los blogs de tecnología casi todo el mundo pierde la cabeza buscando las mayores alabanzas, incluidos muchos usuarios cuyo nivel intelectual reconozco como muy superior al mío y a los que respeto. Pero yo no lo entiendo: la maniobra de Elon Musk, que ha puesto en órbita un coche de más de cien mil dólares me genera más dudas que emoción.
¡Lo que nos gusta un nombre anglosajón!
Y no les está hablando uno de esos que se preguntan airadamente por qué no dedicar a fines sociales los recursos que se lleva la investigación aeroespacial. Ni mucho menos. Precisamente por porque conozco su importancia me sorprende el poco margen para la crítica y la autocrítica. Si en vez de Elon Musk y Tesla hablásemos del proyecto megalómano y puramente comercial de Amancio Ortega, el de Zara, estoy seguro de que la mayoría lo repudiaría. Claro que Elon Musk también tuitea.
Anda que una mala idea…
A los periodistas por lo menos también nos gustan las malas ideas. Por ejemplo, la noticia de que Cristiano Ronaldo va a construir un hotel de lujo y un ático para sí mismo en la Gran Vía de Madrid, en el edificio que albergaba La Casa del Libro, ha rebotado de un medio a otro, y en Twitter se ha movido un montón. Lo que ha tenido mucho menos recorrido es el desmentido de la propia cadena de librerías, que niega que un futbolista vaya a cargarse su emblemático local para dedicarlo al lujo.
Pues no te metas
El martes se “celebró” el día contra la mutilación genital femenina, esa práctica salvaje contra niñas que debemos ayudar a erradicar. No fueron pocos los políticos y, sobre todo, las políticas o artistas que se sumaron a la denuncia en Twitter. Tampoco faltaron las de la piel hipersensible poniendo su preocupación por delante del sufrimiento de millones de niñas: “Es una transfobada innecesaria cuando podrían defender ‘Stop Mutilación’”. Yo propongo: stop llamar la atención.
Sí, son de chiste
Todos estos usuarios y usuarias que se apuntan a protagonizar luchas contra el sufrimiento de casi cualquier colectivo sin acercarse realmente al padecimiento de quienes lo componen, merecen ser carnaza de chiste. Hace bien, por lo tanto, la web satírica El Mundo Today en inventarse que “un niño dice su primera palabra y ofende a varios colectivos”. La necesidad de atención de muchos usuarios que se erigen en defensores de causas que van encontrándose ha empeorado las redes sociales.