Si una persona mata a su pareja el día por la eliminación de la violencia de género es que la concienciación no está funcionando bien. Tampoco está funcionando bien el empoderamiento que exigen algunos grupos de feministas profesionales. Ni las medidas represivas: la prisión permanente revisable está hoy en vigor y el juicio a al acusado por el asesinato de Diana Quer está siendo relatado en casi todos medios. Es evidente que todo esto es insuficiente y que es necesario hacer más, invertir más, probar muchas más acciones, reacciones, políticas, medidas e iniciativas. La violencia de género se tiene que terminar.
Empecemos por lo fácil
Da igual lo que diga nadie del PP ni de Ciudadanos sobre la violencia de género, porque hasta que no hagan lo necesario: romper con la extrema derecha que está reventando los consensos más básicos, su discurso sonará cínico. Las mujeres siguen muriendo a manos de sus parejas cuando son hombres, esa es la realidad, y ante esa certeza es necesario tomar medidas, y lo que hacen el PP y Ciudadanos es todo lo contrario: han dado alas a la extrema derecha, han facilitado su ascenso y han regalado recursos y altavoces a las ideas trogloditas. Así que no pueden venir ahora a decir que no están de acuerdo y no hacer nada.
Los periodistas también tenemos responsabilidad
Aunque el post que ha vuelto a moverse en Twitter es de 2018 su contenido sigue siendo perfectamente válido en 2019: se trata de una recopilación de hasta 20 noticias falsas sobre feminismo y violencia de género. Noticias ridículas. Noticias sin sentido. Noticias que cualquier visión mínimamente crítica desmonta. Pero noticias, al fin y al cabo, y esa es la tragedia, sobre hombres que se tiran al vacío cuando son acusados falsamente, universidades que dan más facilidades a mujeres por serlo o ciudades que regulan cómo dirigirse a las mujeres. Está en nuestra mano que estos bulos no se extiendan y proteger a las verdaderas víctimas.
Gran Hermano marcará el camino y la temperatura
Seguir hablando o escribiendo sobre qué debe pasar con Gran Hermano y si lo que sucedió en una de sus ediciones es una violación no tiene ya ningún sentido. Son los jueces los que tienen que poner nombre a lo que pasó y los demás actuar en consecuencia. Y si Telecinco no retira el programa y depura responsabilidades, hacerlo nosotros como sociedad dando la espalda a los responsables de lo sucedido, de su ocultación y de su desvío en la toma de decisiones. Para esto sí que debemos huir de lo políticamente correcto y lanzar un “a la mierda” a tiempo, porque están pasando cosas evidentemente intolerables.
También en Internet
Pero si lo que sucede en la calle, en los parlamentos, en los periódicos y en la televisión es preocupante, no lo es menos lo que sucede en Internet: un youtuber está siendo juzgado por lanzar en su canal, “Yuyu, el youtuber legendario”, una serie de mensajes misóginos que cosificaban a la mujer como elemento sexual e incluso sugería que algunas deberían de ser víctimas de acoso. Yuyu es un gilipollas por lo que piensa y por acabar ante el juez, porque hay muchos más que de un modo más sibilino lanzan menajes más peligrosos y más dañinos constantemente desde sus redes. Y hay que pararlos.