Tenía que haber una razón

Siempre me he preguntado por qué nadie ajustó cuentas con “Billy el niño” en un callejón ahora que el torturador carece de su fuerza por culpa de la edad. Y por fin lo sé: estaba bien relacionado, en una empresa de seguridad que facturaba 700.000 euros mientras le pasaban soplos desde dentro de la Policía Nacional y con el apoyo del siempre presente Villarejo. Lo que me lleva a otro pensamiento: el apoyo económico y la fuerza que en España han tenido estos personajes que vienen del peor franquismo. Así que no necesito explicaciones sociológicas sobre Vox: siempre estuvieron allí y siguen estando.

La misma que hay ahora

Si de algo va sobrada siempre la extrema derecha es de chulería, precisamente porque sabe que siempre alguien les guarda la espalda. Alguien con pocos escrúpulos generalmente. Así que ya ni nos sorprende que Rocío Monasterio responda a Arturo Valls (que también le ha denunciado por su loft) de esta manera en Twitter: “Anda… un progre que manda a su manager a q compre un local comercial a nombre de una sociedad, se evita el ITP, recupera el IVA, se desgrava el coste de la obra, y lo alquila a terceros durante años, pero resulta que quería una vivienda… y 15 años más tarde, ¡ahora caigo!”.

Felisuco, en la cuerda floja

Sin Rivera ni su núcleo duro en un partido de ordeno y mando lo normal es que ahora empiecen a cobrarse las venganzas los que fueron apartados por el puño de hierro de una dirección soberbia. Y la del humorista Félix Álvarez, Felisuco, es una de las cabezas que primero rodarán porque, además, es muy reconocible. Puesto casi a dedo, con nocturnidad, con muchas dudas sobre el sistema informático de recuento y contra la afiliación de Cantabria, Felisuco mandaba algo con Rivera en la cúspide. Pero eso se acabó y en El Plural leemos que van a moverle la silla. Para lo que queda de partido…

¿El final de Gran Hermano?

Sí, yo fui uno de los que se fascinaron con el formato de Gran Hermano en su primera edición. Aunque lo del experimento sociológico solo se lo creyó quien lo decía, era claramente algo nuevo y atractivo. Podía haber terminado ahí, con un éxito sin precedentes, pero en Telecinco están para ganar dinero y si hay que estirar el chicle, lo hacen. Así llegamos a la intrascendencia, a hechos discutibles y, finalmente, a un abuso sexual que ni se detuvo ni se denunció pese a las cámaras que lo grababan todo. Todo lo sucedido no puede quedarse en anécdota: hay responsabilidades y tienen que depurarlas.

Esta tarde jugamos todos

Esta tarde, a partir de las 17:30, volveré a tener el privilegio de participar en los Reconocimientos de DEIA a las mejores iniciativas digitales de Bizkaia. Y ya van siete. Me sorprendo hasta yo. Y usted podrá verlo en Facebook, ya que se emitirán en directo (17:30 h.), si no puede acercarse al Museo Marítimo de Bilbao. Este año nos propusimos, además, un reto: centrarlo en el “gaming”, en los videojuegos, para lo que tuvimos que hacer abordar lo desconocido (para nosotros) y hacer muchas preguntas que han ido leyendo en las sucesivas entrevistas a participantes en el evento.