El jarrón chino

Es muy interesante ver cómo los partidos de la nueva política han devorado las fases que otras formaciones tardaron años en completar. Por tener, Ciudadanos y Podemos, especialmente, tienen ya hasta sus propios jarrones chinos, esos políticos que cuando dicen que se retiran no dejan de estar visibles y no nadie sabe dónde poner. Pablo Iglesias es un caso tan evidente que hasta Yolanda Díaz quiso hacer un guiño y en un plano de la entrevista a Jordi Évole dejaba ver un jarrón chino tras ella. Tan evidente, insisto, que en una de sus múltiples tribunas (esta vez, Ctxt), Iglesias ha escrito una carta a Évole explicando qué le ha parecido la entrevista.

La nueva IU

Pablo Iglesias se está desgañitando en evitar que el partido que él fundó y llevó a lo más alto no se convierta en la nueva IU. La misma IU que él se empeñó en absorber, vía “foto de los botellines”. Podemos está a un paso de convertirse en un partido empequeñecido y avejentado, en una caricatura de lo que fue ante una nueva marca más atractiva. En Vozpópuli ponen números a esta impresión: “Sumar arrolla a Podemos: Díaz lograría 21 escaños frente a 6 diputados ‘morados’”. Iglesias se mira al espejo y ve a Alberto Garzón cogiendo aquel botellín y brindando por conformarse con pervivir.

La foto

A Pablo Iglesias siempre le reconoceremos el mérito de haber formado un partido cuando le dijeron: “Si no te gusta lo que hay, forma un partido”. Y de haberlo hecho muy bien, ilusionando a un montón de gente y consiguiendo unos resultados extraordinarios. También le otorgaremos el demérito de haber contribuido activamente a la política de tuit y golpe de efecto. De lo segundo (la política para la foto), para intentar conseguir lo primero (un resultado extraordinario), toman buena nota en Bildu, que se han lanzado a vender una ley de vivienda que genera muchísimas dudas, empezando por la de la invasión competencial.

Los hechos

Igual que lo fue Pablo Iglesias, Iván Espinosa de los Monteros es una estrella del rock en política: nada de lo que diga (y es portavoz de Vox) y nada de lo que hace le perjudica. Sus fans le son fieles a él y a su compañera de vida, partido y chanchullos empresariales que recuerdan en Público (después de los 169.000 “trató de defraudar al fisco a través de facturas falsas”): “El listado de irregularidades en el desempeño profesional de la pareja es interminable: condenas por no pagar parte de las obras de su chalé de cinco plantas, expedientes de clausura de esa vivienda, embargo del sueldo de diputado, falsificación de firmas en expedientes…”.

Ya está legislada

Sé que Gorka Maneiro solo busca llamar la atención. Y sé que estas líneas le satisfacen. Puede que hasta ponga un tuit con una foto o un pantallazo a la columna y una frase pretenciosa porque escribo sobre él en el peligrosísimo Grupo Noticias. Pero también sé que la que ha dicho es una chorrada mayúscula y no puedo dejarla pasar, aunque sea una chorrada subrogada que dice Alaska y tuitea él: la gestación subrogada existe, somos conscientes de ello y por eso nuestras y nuestros representantes legislaron sobre ella. Crear una vida para adquirirla es ilegal y me parece bien. Que la mula vuelva al trigo no da la razón a la mula.

«Conclusión»

Para Rocío Monasterio que Iván Espinosa de los Monteros (también conocido como: su marido) no haya pagado aún a quien ejecutó la reforma de su casa pese a que una sentencia le obliga a ello es un “incumplimiento contractual” que parece que no puede ser confundido con “incumplir la ley”. Lo dice ella misma, no es de El Mundo Today. No solo eso: quienes pensamos que el diputado de Vox es un diputado condenado por un delito que dice mucho de él somos todos “sociatas” que no sabemos nada. Yo solo sé que mientras Vox siga moviendo este tema todo va bien para quienes estamos enfrente de los fascistas.

¿Sí pagan favores?

Ha quedado claro vía sentencia que un diputado de Vox no paga las obras de su chalet (que comparte con una parlamentaria en la Asamblea de Madrid) ni aunque un juez se lo requiera. Pero que Espinosa de los Monteros y Monasterio no paguen a esa España que madruga, de la que tanto hablan, no tiene que significar que Vox sea un partido mal pagador. Cojamos una noticia al azar: “Vox rechaza retirar a Putin la Llave de Oro que Madrid le concedió en 2006 (…) Javier Ortega Smith, ha justificado que no han apoyado la retirada del reconocimiento porque tenían dudas sobre si la Llave se concedió a Putin o al pueblo ruso” (El Huffington Post).

Son dos y «en solitario»

¿Mal pagador? ¿Prorruso? Lo que sin duda es Vox es el partido milagro: puede unirse al PP y, según El Independiente, gobernar “en solitario”. Lo cierto es que la misma capacidad para obrar lo imposible es atribuible al PP, que gobernaría “en solitario” pero con Vox, según una encuesta. De lo que me caben pocas dudas es de que el colaboracionismo se ha extendido por España como lo que es: un virus mortal, una enfermedad a erradicar. Hablar de Vox como de una opción legítima de gobierno es como hablar de la legitimidad de Putin para gobernar Rusia e invadir Ucrania. Y quien no lo vea así es el colaboracionista.

Mientras tanto, en el PP…

Nadie más interesado en que la imagen de Vox se ablande, aunque representantes suyos deban dinero a trabajadores y no paguen, aunque pongan excusas para no oponerse a Putin, aunque sean ese partido xenófobo y misógino que demuestran ser a cada paso, que Núñez Feijóo, que deja que la prensa colaboracionista haga lo suyo mientras él resuelve sus propios dilemas internos. Por ejemplo, qué hacer con Díaz Ayuso, la pepera que mejor hace frente a Vox porque adopta su discurso y posicionamientos con facilidad, pero que también es una quintacolumnista declarada y sobre la que ya habrían advertido al gallego, según Vozpópuli.

Y a la izquierda, lo rancio

Si la derecha española hoy solo se entiende como un bloque de nostálgicos del franquismo (y por lo tanto, necesariamente fachas), la izquierda española, o por lo menos una parte de ella, se empeña en representarse a sí misma con valores caducados: no es nuevo que Eneko Andueza es un taurino que defiende su condición a viva voz, pero no por eso deja de ser rancio. El tándem que montó con Carmen Calvo en defensa de una modernidad casposa y que recoge Abc es para poner en un marquito la página. Andueza y Calvo pueden ser taurinos, pero que defiendan que serlo es ser de izquierdas condiciona todo lo que digan o hayan dicho.

Es robo y pillaje

No son descontentos, no son negacionistas, tampoco son vándalos: quienes golpean las lunas de los negocios y los saquean se dedican al robo y al pillaje, y como tal hay que tratarlos. Si empezamos (y empezamos por la prensa) a hablar de jóvenes cansados de las restricciones, malo. Pero peor lo hacen quienes son templados porque saben que han cebado a esos monstruos y que el descontento o “el conflicto” son sus únicas bazas políticas. ¿Cómo no acordarse de esos políticos que pedían dejar a la chavalada que camele como quiera? Algunos siempre han preferido dar munición antes que soluciones.

¿Qué les diferencia?

Ante las restricciones en el ocio nocturno, violencia. Ante las restricciones en la tauromaquia, violencia. Esa respuesta, que es la misma, la ofrecen desde los dos extremos del abanico político al momento que todas y todos, estamos sufriendo sin excepción: la izquierda, ya saben, progre y guay, no levantan la voz ante el vandalismo porque lo cebaron. La derecha española sí lo hace contra quien anuncia que el funeral por una fiesta taurina que si no está muerta agoniza. Mr. Insustancial denuncia el tuit de Rocío Monasterio en el que, rifle en mano, anuncia su defensa de “la cultura española” y, cómo no, de “la libertad”.

“La tontificación”

Quiero pensar que Pedro Vallín sabe que se equivocó cuando metió en el mismo saco a todas y todos los contertulios “de mesa camilla”, como él mismo los llama. Pero es innegable que existe el fenómeno que identifica con esa normalización de la difusión de la opinión política sin mecanismos de corrección: “La tontificación, fenómeno por el que personas cultas y formadas profieren memeces con gran solemnidad y ademanes”. Lo hace después de que Paco Marhuenda, el director de un periódico, dijese en La Sexta que “los toros forman parte de la cultura. Disney ha hecho daño haciendo que los animales hablen”.

Bien hecho

Me hago viejo y la defensa o el ataque por sistema cada vez me da más pereza, especialmente, en mí. Así que cada vez describo con más satisfacción los aciertos de las opciones políticas que no son las mías, como la del gobierno español en la salida de personal propio y civiles de Afganistán, colaborando, además, con el estadounidense, que es el que corta el bacalao allí. El PP infló mucho el globo de la inacción y puso en bandeja al PSOE triunfar con una buena reacción, lo que ha sucedido. Ahora, los de Casado guardan silencio (salvo los hooligans que están para meter ruido) y, lo más importante, las personas se salvan.

Por supuesto que no es una casualidad

Que Froilán y Victoria Federica de Marichalar, nietos y sobrinos de reyes de España, hayan sido multados en menos media hora por dejar mal aparcados sus coches (en ambos casos, un Audi Q3 de 40.000 € para arriba) en Marbella (el de él, en un paso de peatones; el de ella, en una parada de taxi), no es una casualidad: es otra muestra de la impunidad con la que la familia Borbón vive. Por supuesto, estamos ante un síntoma, el de “a mí me da lo mismo” por partida doble: por cayetanos y por borbones. Pero ese pasotismo no es la dolencia: la enfermedad es su sensación de que no va a pasarles nada.

Señalar al enemigo

En Vox ya no se cortan y si algo les molesta lo señalan, aunque sea una publicación satírica: “Se llama Ricardo Rodrigo Amar y es presidente de RBA, grupo que edita El Jueves. Su revista difunde odio contra millones de españoles a diario. Es posible que muchos de ellos le empiecen a exigir responsabilidades cuando le vean salir de su despacho de la Diagonal de Barcelona”. El mensaje y el señalamiento explícito y expreso son intolerables. No solo la profesión: la sociedad en su conjunto debe mostrar dónde están los límites a quien vive de lo público y representa a una parte de la sociedad pero no para mejorarla en su totalidad.

También la policía

Si lo de Vox es intolerable aunque se justifiquen en que representan a una parte de la sociedad española (y vasca, aunque sobrerrepresentada en el Parlamento de Gasteiz), lo del sindicato JUPOL de policías, esto es, de funcionarios públicos, es todavía peor: el enfrentamiento en Twitter con el periodista Miquel Ramos es inaceptable. Por supuesto, Ramos tiene todo el derecho del mundo a publicar y contextualizar los vídeos sobre las agresiones después de la manifestación por el asesinato de Samuel Luiz. Y por supuesto, la policía puede defenderse pero nunca, nunca, atacar a un periodista públicamente o en privado.

“Patronos judiciales”

Antes de la pandemia diríamos que estamos en época de “jaiak” de los pueblos. Hoy solo podemos decir que estamos en época de patronos. Pero quien los tiene mejor puestos, los patronos, digo, son los de la derecha que señala a periodistas (será por lo mucho que van a misa): que la fiscalía no recurra ahora la exoneración de Rocío Monasterio por una falsificación burda de su visado del Colegio de Aparejadores provocó este comentario en Twitter de Carlos Hidalgo: “No sé a qué santos patronos judiciales se encomiendan algunos, pero son muy milagreros”. Lo inexplicable abraza a o intolerable.

Hooligans

Después de saber que la justicia también había decidido que un cartel electoral de Vox que señalaba claramente a los MENA no era delito, Rafa Cabeleira se preguntaba en Twitter: “¿Cómo hacéis para diferenciar al TSJM del Frente Atlético? Yo no soy capaz”. Esta pandemia y las decisiones contra la salud pública que han tomado algunos togados ha permitido que rasguemos un velo más, el que protegía a las y los jueces de las críticas. Una judicatura que, cada vez lo leemos más veces porque siempre está bien recordarlo, es heredera directa en muchos casos de la anterior generación y, por extensión, el anterior régimen.

Los abrazos

Parece que de momento Rivera no ingresará en el PP, ni como afiliado ni como asesor: “Pablo Montesinos ha aclarado este martes que el expresidente de Ciudadanos Albert Rivera no es asesor del líder de su partido y ha circunscrito la relación laboral que mantienen ambos al hecho de que desde el bufete de abogados en el que trabaja se han llevado a cabo una serie de recursos que ha planteado su formación política” (La Vanguardia). La relación es evidente, y la noticia del fichaje se ha dado por hecho esta semana hasta el desmentido. Todo invita a pensar que solo es cuestión de tiempo que Rivera acabe con el partido que fundó.

Hoy, España-Suiza

Estoy siguiendo esta Eurocopa con más alegría y tiempo que las anteriores. Por fin algo bueno en esto de hacerse mayor. Desde que eliminaron a Escocia (como era previsible) lo hago sin pasión pero con interés. Nada comparable a lo que vivirá hoy Juan Carlos I, al que muchos imaginamos con el corazón dividido entre Suiza y España. Yo, que disfruto con los malos en las películas y las novelas, me lo magino además en un salón enorme, frente a una pantalla gigante de televisión, con un whisky carísimo y hielo bueno, rodeado de amigos con sufra que le ríen los comentarios. Todo esto, a varios miles de euros la noche.

Y el lunes, a darle duro al español

Hoy toca disfrutar de la Eurocopa, a partir de mañana, del fin de semana y, si eres Toni Cantó, el lunes puede que te toque estrenar oficina. Una oficina dedicada al idioma español a cargo de la Comunidad de Madrid, donde solo se habla esa lengua y en la que están las sedes del Instituto Cervantes, la RAE y Fundeu. Cantó explica que él va a aprovechar la oportunidad que le ofrece el castellano y que la izquierda y el nacionalismo “no han querido”. ¡Ya lo creo! Esperanza Aguirre lo llamaba “mamandurria” y el propio Cantó ha clamado contra los “chiringuitos” hasta que le ha tocado vivir de algo que lo parece.

Si fuera el único…

Rocío Monasterio ha tenido la suerte de que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha considerado que su intento de falsificación para hacerse pasar por arquitecta era tan burdo que ha archivado el caso. En su estupendo hilo en Twitter, Jurist Priest ponía el acento en que “tendría sentido un archivo claro si realmente esa falsificación hubiera sido tan perceptible para todos que Rocío Monasterio no hubiera podido vender los inmuebles que sí consiguió vender”. Es decir, no se ha condenado una falsedad documental pero se señala a quienes la de Vox sí se la coló y pasan así de víctimas a primos.

Esto es ser de izquierdas

El primer gobierno de coalición de la historia de España, formado por dos partidos de izquierdas, nos está siendo muy útil para redescubrir en qué consiste ser progresista. Por ejemplo: en alargar tu vida laboral para cobrar más en tu jubilación o en acortarla cobrando menos… O complementando esa pérdida con planes privados o propiedades arrendadas, por ejemplo. ¡Qué descubrimiento! Pero es lo que nos espera: cada día que pasa estamos más lejos de la jubilación, y no más cerca, como debería de ser. Y que no nos traten como a tontos: el problema no es la generación del baby boom, el problema se agrava con ella.

Inaceptable

Mikel Iturgaiz tiene todo el derecho del mundo a jugar en cualquier campo de fútbol sin que le insulten por sus ideas políticas. Del mismo modo, tiene todo el derecho del mundo a expresarlas en Twitter, como hacemos todos. Así que la ola de solidaridad que ha recibido y agradece en Twitter solo es una cosa: justa. Como solo es inaceptable lo que le ha sucedido. Esto va de respetar a quien piensa diferente y a convencer con políticas y política para que evolucione en sus ideas si le da la gana. Esto no va de coaccionar ni de amedrentar. Por desgracia, eso ya ha sucedido y acabó como solo podía acabar: fatal.