La culpa es suya, por vestirse como una corredora

No salgo de mi asombro pero es cierto: la Xunta de Galiza, presidida por Alfonso Rueda, del PP, cómo no, ha lanzado un anuncio para este 25-N en el que avisa de que “no debería pasar, pero pasa” y por eso pregunta a las mujeres “qué sucede” si salen a correr por la noche con unas mallas de deporte. ¿Cuál es la alternativa? ¿Que las mujeres no salgan a correr de noche? ¿Que lo hagan con pantalones de chándal que les tapen las piernas y sean holgados e incómodos? ¿Que hagan lo que hagan lo hagan con miedo porque “pasa”? Hay campañas equivocadas con buenas intenciones, pero esta no tiene ni un pase.

Esto, también

El gobierno del Estado más progresista de la historia, por su parte, “recomienda ‘evitar faldas demasiado cortas’ a las españolas que viajen a Catar” (Público). Es evidente que culpar a las mujeres de que haya imbéciles que no les dejen hacer lo que les dé la gana es una plaga demasiado extendida, y por eso siguen siendo necesarias fechas como el 25-N. En el mismo documento de recomendaciones para el Mundial, el ministerio de Exteriores recuerda que las personas no pueden ser demasiado afectuosas en público y que la homosexualidad es delito en aquella dictadura. De todo esto la culpa la tiene Qatar, pero no solo Qatar.

Y en el Congreso, lo que ya sabemos

Aitor Esteban es un orador estupendo, pero cuando se indigna es cuando deja sus mejores perlas. En las legislaturas anteriores no se arrugó cuando tuvo que señalar la pobreza política que exhibía Ciudadanos. Y en la actual tampoco lo hace contra la extrema derecha: “Lamentable, una auténtica vergüenza, una provocación y una absoluta falta de decoro parlamentario” (Huffington Post). Así calificó la intervención de Carla Toscano, pero también la inacción de la presidencia, que ha decidido no censurar la bronca esta legislatura aunque vaya en detrimento del “discurso o el debate sobre posiciones, ideologías u opiniones”.

Por guapa

El velo sobre Juan Carlos I se mantiene en España y por eso en los digitales apenas podemos ver noticias sobre el podcats de Corinna Larsen. Pero cuando las hay, las comentamos: explica la amiga especial del Rey que cuando recibió los 65 millones de euros le explicaron que esta era una práctica habitual del emérito para con sus exparejas, que no se trataba de comprar su silencio, sino de que no les faltara de nada ni a ella ni a su hijo (ese para el que El Campechano preparaba hamburguesas en una barbacoa). “Un donativo”, “una donación”, recogen en República. Una compensación, ¿por qué? Pues por guapa, claro.

Sí se puede

Me resulta hasta divertido que sea un político que surgió con Podemos (aunque luego renegase de ello) el que diga: “No se puede vivir de la política” (Diario de Cádiz). ¡Sí se puede, claro que se puede! Lo que hace falta es que el político que se ha profesionalizado sea de los buenos. Y si el o la política quiere, los partidos proponen y la ciudadanía elige de nuevo, ¿qué problema hay? Ninguno, de la misma manera que no lo hay en que existan políticos que pasen unas legislaturas y luego decidan volver a su profesión. Solo son malos los políticos que no quieren irse y se aferran a cargos que no merecen, o los que no saben hacerlo.

Más inversión, menos violencia

Si una persona mata a su pareja el día por la eliminación de la violencia de género es que la concienciación no está funcionando bien. Tampoco está funcionando bien el empoderamiento que exigen algunos grupos de feministas profesionales. Ni las medidas represivas: la prisión permanente revisable está hoy en vigor y el juicio a al acusado por el asesinato de Diana Quer está siendo relatado en casi todos medios. Es evidente que todo esto es insuficiente y que es necesario hacer más, invertir más, probar muchas más acciones, reacciones, políticas, medidas e iniciativas. La violencia de género se tiene que terminar.

Empecemos por lo fácil

Da igual lo que diga nadie del PP ni de Ciudadanos sobre la violencia de género, porque hasta que no hagan lo necesario: romper con la extrema derecha que está reventando los consensos más básicos, su discurso sonará cínico. Las mujeres siguen muriendo a manos de sus parejas cuando son hombres, esa es la realidad, y ante esa certeza es necesario tomar medidas, y lo que hacen el PP y Ciudadanos es todo lo contrario: han dado alas a la extrema derecha, han facilitado su ascenso y han regalado recursos y altavoces a las ideas trogloditas. Así que no pueden venir ahora a decir que no están de acuerdo y no hacer nada.

Los periodistas también tenemos responsabilidad

Aunque el post que ha vuelto a moverse en Twitter es de 2018 su contenido sigue siendo perfectamente válido en 2019: se trata de una recopilación de hasta 20 noticias falsas sobre feminismo y violencia de género. Noticias ridículas. Noticias sin sentido. Noticias que cualquier visión mínimamente crítica desmonta. Pero noticias, al fin y al cabo, y esa es la tragedia, sobre hombres que se tiran al vacío cuando son acusados falsamente, universidades que dan más facilidades a mujeres por serlo o ciudades que regulan cómo dirigirse a las mujeres. Está en nuestra mano que estos bulos no se extiendan y proteger a las verdaderas víctimas.

Gran Hermano marcará el camino y la temperatura

Seguir hablando o escribiendo sobre qué debe pasar con Gran Hermano y si lo que sucedió en una de sus ediciones es una violación no tiene ya ningún sentido. Son los jueces los que tienen que poner nombre a lo que pasó y los demás actuar en consecuencia. Y si Telecinco no retira el programa y depura responsabilidades, hacerlo nosotros como sociedad dando la espalda a los responsables de lo sucedido, de su ocultación y de su desvío en la toma de decisiones. Para esto sí que debemos huir de lo políticamente correcto y lanzar un “a la mierda” a tiempo, porque están pasando cosas evidentemente intolerables.

También en Internet

Pero si lo que sucede en la calle, en los parlamentos, en los periódicos y en la televisión es preocupante, no lo es menos lo que sucede en Internet: un youtuber está siendo juzgado por lanzar en su canal, “Yuyu, el youtuber legendario”, una serie de mensajes misóginos que cosificaban a la mujer como elemento sexual e incluso sugería que algunas deberían de ser víctimas de acoso. Yuyu es un gilipollas por lo que piensa y por acabar ante el juez, porque hay muchos más que de un modo más sibilino lanzan menajes más peligrosos y más dañinos constantemente desde sus redes. Y hay que pararlos.

Vox no quiere declaraciones contra la violencia de género

Ese es el titular y la esencia de la noticia en Vozpópuli: Vox no quiere declaraciones institucionales contra la violencia de género en la Comunidad de Madrid. Allí ha podido vetar la del 25-N (es necesaria la unanimidad) y lo ha hecho. Según el mismo digital, no es la primera vez que Vox ejerce ese derecho a veto, lo preocupante es que ya sabemos cuál es su obsesión: romper los consensos más básicos de la democracia y la sociedad como el de la violencia de género, el derecho al aborto o la libertad sexual de las personas. Esto es Vox y por esto es por lo que hay que combatir su ideología.

Gracias, Pablo

No es la primera vez que tenemos la sensación de que a Pablo Casado le asesora el enemigo. Bienvenidos sean esos deslices como el que ha cometido en Croacia, calificando al catalán como “un problema de toda Europa”. Ojo, para variar ha dicho la verdad: la independencia de Catalunya o Euskadi afectaría negativamente a le economía española y, como segunda derivada, abriría la caja de los truenos en los estados europeos ya que la mayoría de ellos tiene sus propios conflictos territoriales, desde los bávaros al norte de Italia pasando por Córcega y, cómo no, Irlanda, entre muchos otros.

Hablando del norte de Irlanda…

Irlanda del Norte ha vuelto a las noticias gracias al Brexit. Esta vez, la violencia no es el problema, sino la frontera con la república de Irlanda, que sí es Europa. Pero la violencia sigue ahí, directa (todos los años hay varias agresiones entre comunidades y hasta noticias sobre los “habituales” disparos en las rodillas) o simbólica: ha aparecido un nuevo mural (sí, nuevo, en 2019) con dos paramilitares dibujados con sus capuchas y sus armas, y firmado por un “batallón” en el Este de Belfast (una zona tradicionalmente protestante pero con bastantes menos “troubles”). Cuidado con los modelos que tomamos.

El Pequeño Nicolás, detenido

“El pequeño Nicolás fue detenido este martes en un restaurante de la zona madrileña de Azca por agredir e intentar apuñalar a un camarero”, leemos en La Información, entre otros digitales. Aquel niño que viajaba en coches oficiales, se sacaba fotos con Aznar y hacía negocios como un estafador de película, hoy provoca altercados en restaurantes “muy borracho”, según el relato que recogen en el digital. El cuchillo estaba sobre una de las mesas y en el forcejeo uno de los camareros resultó herido en las manos y la cara. El futuro de Francisco Nicolás Gómez cada vez parece más cierto.

¿El negocio se termina?

El modelo de negocio de los youtubers está cambiando y me temo que a peor para los creadores y para los consumidores. Sin duda, la sobreexplotación del fenómeno es el culpable, así hemos llegado a contenidos de peor calidad y más salvajes que han hecho reaccionar a YouTube (porque antes reaccionaron los anunciantes). Ahora hay más problemas para colocar publicidad, menos ganancias, más para repartir… Y algunos youtubers, para asegurar sus ingresos, han empezado a promocionar webs de apuestas sin licencia y radicadas en paraísos legales, según El Confidencial, entre otros medios.