En todos los procesos electorales, desde hace años, escuchamos la misma canción: a lo de la propaganda en papel que llega a casa y lo del límite para publicar encuestas hay que darle una vuelta. Lo que sí creo es que tenemos que escuchar argumentos tanto a favor de cambiarlo como de mantenerlo: en Internet la ciudadanía no compara programas ni folletos, sino tuits y memes. Y las encuestas, por supuesto, influyen. ¿Debemos dejar que influyan? ¿Y a esto que comentan en The Objective: “España paga por cada hora en una mesa electoral menos que el Salario Mínimo”? Pensemos lo que pensemos de la campaña, sabemos que hoy toca votar.
Un facha es un facha
He votado, así que puedo permitirme no hablar de la campaña vasca. El pescado ya está vendido. Prefiero mirar fuera: es mucho más tranquilizador en esta jornada que será de nervios en muchas casas. Y mirando fuera descubres que un facha es un facha, que, de hecho, los fachas suelen ser personas muy coherentes (en Euskadi lo sabemos bien): “Condena de 18 años de prisión para el líder ultraderechista de Oath Keeper por el asalto al Capitolio de EE.UU.”. Las vinculaciones de Trump y Bannon con la fascistada estadounidense ha quedado documentada en varias ocasiones y, de nuevo, en esta sentencia.
Y un rico, un rico
Nunca me han importado demasiado los pijos. Incluso me resultaban divertidos, graciosos, chistosos. Hasta que he tenido una hija y un hijo: ahora sus comportamientos me resultan molestos y no me río. Será porque sé que sus descendientes lo tendrán más fácil, mucho más fácil, que los míos. Así que algo me llama a no dejar incompletos tuits como este de Paola Becerra: “¿Quieres tener éxito? Despiértate antes, trabaja más, sacrifica más, sal más tarde, esfuérzate más. Tiempo de sembrar”. A mí lo que me falta es: “Y no te olvides de nacer rico o rica”. Eso es lo que hoy garantiza el éxito, más que ninguna otra cosa.
Gracias por contarlo
Voy a intentar pasar la jornada electoral distraído después de ejercer mi derecho a voto. He repasado la prensa internacional, me he reído de una rica, y ahora me toca agradecer a Ángela Sáiz que esté compartiendo en Instagram su aventura colombiana. Lo cierto es que creo que sus crónicas son merecedoras de mucho más que una cuenta en Instagram y que el eco debería de ser mayor que el yo le ofrezco en esta columna. Pero como es el rincón en el periódico que tengo, lo aprovecho. Con la cantidad de contenido aleatorio y de mierda que consumimos en redes sociales, sus historias me resultas sorprendentes y gratificantes.
Gracias por jugarlo
Una de las grandes sorpresas de la temporada para mí ha sido el Athletic… de Endika Río. Este periodista está narrando en sus redes sociales cómo juega al Football Manager con el club del que es aficionado, que es el mismo que el mío. Me ha sorprendido lo bien que lo hace y me he sorprendido siguiéndole con tranquilidad e interés por ver cómo avanza su partida y cómo va construyendo su relato. Creo que Río ha encontrado un pequeño nicho: quienes somos demasiado mayores para entender a lo que juega la chavalada pero somos capaces de disfrutar de videojuegos, eso sí, a nuestro ritmo y de nuestras cosas.