Albert Rivera justificaba en televisión y en Twitter haber entrado en un pacto entre PP y Vox de la siguiente manera: “El mapa político ahora es muy complejo y hay dos opciones: volver a los bandos, mirar al siglo XX y dividir a los ciudadanos en rojos y azules otra vez o mirar al futuro y llegar a acuerdos desde el centro, la moderación, la unión y los valores constitucionales”. Ha sido más concreto en su descripción del pasado que en la del futuro, pero todos sabemos lo que quiere decir: que Vox, la extrema derecha, es lo que nos viene. Y ojo, tiene toda la razón: ya los tenemos encima. Y nos tendrán enfrente.
Aquí, lo pactado
Para Rivera, por lo tanto, el futuro es llegar a acuerdos, directos e indirectos, con quien defiende lo siguiente: “Se dan ayudas a cien maltratadas pero sólo tres son reales”. Lo ha dicho a El Mundo (y lo recoge El Plural) Francisco Serrano, el líder de Vox en Andalucía, que es consecuente con el falaz argumentario de su partido durante la campaña: el fin de los chiringuitos feministas, según sus propias palabras. La gravedad es máxima, porque se está refiriendo a quien gestiona la atención a víctimas de violencia de género. Estos son los amigos de Rivera, Casado… Alonso y Sémper.
La gravísima cortina de humo
Echar por tierra consensos básicos como el apoyo a las mujeres maltratadas, pese a su gravedad, no es más que una cortina de humo, como nos recuerda Luis Arroyo acertadamente: el acuerdo de las derechas en Andalucía es, básicamente, de derechas. Pero sin tapujos: las exenciones de impuestos e incluso las subvenciones (a la caza y la tauromaquia) benefician a las clases altas andaluzas. “Dicen hablar en nombre del pueblo contra el establishment, pero lo que hacen es justamente lo contrario: perpetuar el dominio de los señoritos del cortijo, que, de hecho, son ellos mismos”.
El valor del equipo
Esta semana me he llevado una gran decepción con Francisco Ibáñez, el creador de Mortadelo y Filemón entre otros personajes tan importantes para mí en la niñez… Y un poco después. El genial dibujante ha despreciado recientemente la labor del entintador, esa persona que coge sus dibujos a lápiz y les da color y volumen. Para compensar mi chasco, generado por una persona a la que aprecio como artista, les recomiendo la lectura del post de Pablo Vicente en Canino, motivado por la misma decepción, sobre la importancia de los entintadores, también la de los de Ibáñez.
La garra del Athletic
Aprovecho la foto que ha colgado en Facebook Ángel Ruiz de Azua, de su propio archivo, para sumarme al deseo del fotógrafo (cuyo nombre fue uno de los primeros que memoricé cuando tuve claro que quería ser periodista) de que este Athletic siga mostrando sus garras. Hoy tenemos un examen duro: si ganamos al Sevilla nos enfrentaremos con nuestro principal rival, el Villarreal, con más confianza y más capacidad para reaccionar. Además, contamos con Ibai Gómez. No es momento de mirar hacia abajo ni hacia atrás, pero la icónica foto de Ruiz de Azua nos tiene que inspirar a todos.