Las hostias van por barrios

Cuando los pijos de Madrid salieron a manifestarse contra el confinamiento, saltándose las recomendaciones, circulando en sus descapotables y poniendo a descendientes de franquistas en primera línea para hablar con agentes de la policía nacional, el gobierno español puso el nivel de contundencia (nulo) ante este tipo de concentraciones. Nivel que ha modificado radicalmente cuando las manifestaciones son en barrios más pobres en el mismo Madrid. ¿Por qué? ¿Qué ha cambiado para que los agentes, esta vez sí, hayan usado las porras? ¿Acaso las hostias van por barrios? Qué cosas pregunto: por supuesto que sí.

Con algunos nunca va

Tiene que ser muy fácil trabajar para uno de esos partidos con los que “las movidas” no van nunca. Ante el evidente doble rasero de la Policía Nacional en Madrid, IU ha decidido “condenar” vía Twitter “las cargas injustificadas”. ¡Qué pena que este partido no tenga, qué se yo, a su coordinador general de ministro en el gobierno del que dependen esos agentes para que haga algo! ¿O sí lo tiene? Entonces, ¿a qué viene ese tuit? ¿Nunca son parte implicada? Qué fácil se hace la política siempre desde el lado del hostiado… Aunque en el consejo de ministros te sientes al lado del que encarga la manita.

Más cultura, menos porras

Vista la injusticia en Madrid y vistas las reacciones de los que son parte pero solo quieren hacer arte, menos mal que tenemos a personas como Lander Otaola que usaba Twitter para recordarnos lo evidente: “La gente que opina que la cultura ahora es lo menos importante no entiende nada de nada. La cultura es lo que evita que nos matemos (aún más) los unos a los otros. Sin cultura sólo somos trozos de carne que andan”. Y si algo ha demostrado esta pandemia es que necesitamos más cultura y más civilización, porque el egoísmo anda disparado pero saldremos de esta solo con solidaridad.

Aprovechando la coyuntura…

Pero si alguien nos arregló el jueves fue Carlos Galiana, que participó en una de las mejores comedias que nos ha dejado la pandemia… De momento (porque estoy seguro de que no faltarán guiones para películas sobre el confinamiento). El concejal de Compromís aprovechó la mascarilla durante una presentación telemática para proponer que Valencia sea Capital Europea de la Innovación 2020, para que alguien hablara por él en inglés mientras él hacía gestos. Así se aseguraba la presencialidad… Y el inglés fluido. Galiana se presenta como actor en su propio currículum y, de momento, ha innovado.

El “momentismo”

En diciembre sabremos si la palabra del año es “mascarilla” o “coronavirus”, pero si de mí dependiera, sería la que ha acuñado mi admirado César Ortuzar: “Momentismo”. El tuit completo del compañero de DEIA era este: “Un gol de Javi Martínez y se enciende el debate aún más. Vivimos instalados en el momentismo”. Y claramente ha acertado. Ese gol, ese momento, ha generado otra cascada de informaciones sobre el jugador navarro, que es a su vez el tema del momento en la Bizkaia futbolera. Si mañana el Athletic no gana con solvencia en Eibar, el momentismo sobre Martínez se extenderá.

La Infanta es tonta, vía sentencia judicial

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La justicia española ha elegido que la infanta es tonta y no se enteraba de nada. Bueno, un poco, sí, que ha sido multada con 265.000 € por ser responsable civil, pero ha sido absuelta al mismo tiempo, eh, eso que quede claro. Mucho mejor que yo se expresaban en Twitter Cristina Pardo: “Los jueces creen que la infanta era una ignorante y no se enteraba absolutamente de nada. Si a ella le parece tan buena noticia…”, y César Ortuzar: “La infanta que nunca estuvo allí”.

Ojo, que se lleva dinero a casa

El periodista Miguel Riaño acabó de aguar la fiesta cuando recordó que la Infanta Cristina había abonado ya una fianza de más de 585.000 €, así que, en realidad, el estado tiene que devolverle 320.000 € y quedarse con los 265.000 de la multa. Vamos, que se lleva dinero a casa. En El Confidencial han publicado un buen cuadro sobre las sentencias: lo cierto es que la mayoría de los acusados han sido absueltos, como la infanta, y los que más chuparán cárcel serán Urdangarín, Torres y Matas.

Y la indignación crece

No soy juez y no conozco el resultado de la investigación más allá de lo que llevo leído estos once años, desde que lo destapó El Mundo, en diferentes diarios de papel y digitales. Mi limito a opinar, como el fotógrafo Miguel Morenatti, que ayer ironizaba: “La justicia es igual para todos (vosotros)”. @El_Citador iba más al grano a sus 35.600 seguidores: “Qué bien la familia real. Negocios con Arabia Saudí, polvos pagados por el CNI, pufos con políticos… y como mucho pringa la pareja de uno”.

El espectáculo del viernes

Iñaki Urdangarín y la Infanta Cristina no estaban en el juzgado cuando dictaron la sentencia. Ni en Palma de Mallorca. Ni siquiera en España: estaban en Ginebra, donde viven, lejos del ruido. No sé si se acordarán de que la Borbón llegó a decir que estaba deseando que se acabara todo para irse de este país. ¡Cuántos vascos y catalanes le entendimos perfectamente! Mientras tanto, esperábamos expectantes mirando Twitter constantemente y buscando, por lo menos, un tuit divertido.

Y la opinión generalizada es…

Que una vez más los que más tienen nos han robado la cartera. ¿O con qué dinero creen que se van a pagar las multas de 265.000 y más de 500.000 euros que abonará el matrimonio? ¡Pues con el dinero público que han sacado de un modo delictivo! Así que no extraña a nadie que la mayoría de usuarios de Twitter que opinaban sobre la sentencia lo hicieran en el mismo sentido: irritación e indignación ante la sensación de impunidad que tienen los más poderosos.