Nos lo merecemos

Si las distribuidoras acceden a la petición de los más mojigatos de retirar obras antiguas que, vistas hoy, pueden resultar racistas o sexistas, es evidente que todos habremos dado un gran paso atrás. Otra opción es que películas, representaciones o novelas sigan en los catálogos pero nos adviertan de su contenido, como a niños. Miguel Ángel Vivas proponía en Twitter esto con lo que estoy muy de acuerdo: “Yo solo espero que esos carteles al principio de las películas terminen diciendo: ‘Si hubieras estudiado y no fueras tonto, no tendríamos que poner este cartel, pero como eres tonto, te lo explicamos’”.

Prefiere a Abascal

Entre los que nos quieren censurar obras escritas en otros contextos y las que se definen como feministas pero niegan a las mujeres transexuales su condición de mujeres que sufren discriminación (en su caso, doble discriminación), en 2020 estamos sosteniendo debates terriblemente chorras. Lo peor es que entre quienes quieren sustraer a las transexuales su condición de mujeres hay varias socialistas, la escritora J. K. Rowling y la tuitstar Barbijaputa, que llega a decir: “Prefiero mil veces a Abascal diciendo las cosas claras que a estos misóginos disfrazados de feministas”. Pues eso, que prefiere a Abascal.

Esto también es violencia

En Irlanda del Norte aprendes rápidamente que la violencia no es solo directa: la población irlandesa fue avasallada y minorizada por los colonos ingleses. Y todavía hoy hay un muro que divide ambas comunidades. En el fútbol, el Derry, equipo de católicos, pidió jugar en la liga irlandesa por la violencia directa, precisamente, que jugadores y aficionados sufrían en cada desplazamiento. Hoy solo queda el Cliftonville como equipo católico en la Premiership. La mayoría son equipos protestantes que siguen abusando: el Linfield llevarán en su segunda camiseta los colores de una brigada paramilitar unionista, la UVF.

Ahora hay un pez más grande

La salida del Athletic de Maite Oroz y Damaris Egurrola me ha trasladado al pasado, sobre todo cuando he leído algún argumento como que hay que comprender que en el fútbol femenino para progresar sí hay que cambiar de equipo. Estamos viendo en la Liga Iberdrola lo que vieron nuestros abuelos en la Primera División hace medio siglo: equipos casi amateurs que se enfrentan a las grandes empresas de las grandes ciudades. Los primeros avanzarán lentamente y siempre irán por detrás. La diferencia es que ahora sabemos lo que pasó y no podemos permitir que se repita. Ojalá a Egurrola y Oroz no les vaya bien.

Gracias por todo, Pau

Empecé la semana despidiendo a la persona más amable que nadie se ha topado nunca en una empresa tecnológica y la termino recordando a Pau Donés, que también nos ha dejado. Donés ha dado ejemplo de cómo vivir con cáncer, pero antes de enfermar supo superar el éxito de “La Flaca” para convertir Jarabe de Palo en una banda a la que llevamos escuchado más de veinte años. Así, ha sido siempre un ejemplo de cómo plantar batalla con alegría al mercado y la vida. O la muerte. La Flaca, para toda una generación, la mía, es la banda sonora de aquellos veranos de finales de los 90. Gracias por todo, Pau.

Echenique y el virus «decente»

Las imágenes de las manifestaciones en Madrid contra el racismo y la violencia policial en EE.UU. no tienen explicación ni justificación alguna. Igual que la revuelta de los cayetanos resultaba ridícula en formas y fondo, un fondo mejor no hace que las formas mejoren. Pero Echenique no opina lo mismo, él cree que el virus distingue entre los asistentes a una manifestación con “decencia” y los que lo hacen a una convocada por fachas de toda la vida. Echenique va más allá: “No compro el eslomismo”, asegura. A mí lo que no me venden es a un científico que no es capaz de ver la gravedad de una manifestación en Madrid.

Echenique y los enchufes de otros

El número dos de Podemos (donde todo es muy horizontal pero el orden de los más poderosos se numera) lleva unos días sembrado en incoherencias: una de las más llamativas ha consistido en criticar la entrada en el consejo de Enagás de los socialistas Montilla y Blanco (que es criticable) y justificar la de Cristóbal José Gallego, del entorno de Podemos, en ese mismo consejo. Los partidos ocupan los consejos y envían a sus representantes a su criterio, por lo que estar en contra de los nombramientos de los otros y a favor de los propios solo es un ejercicio de cinismo. Como dice Javi Vizcaino: allá a quien le cuele.

Echenique y el victimismo

Sigue Echenique en racha. Después de demostrar una incoherencia (o cara dura) al alcance de unos pocos, se pone pico y pala a trabajar el victimismo del gobierno de coalición en el que Podemos tiene un vicepresidente, dos ministras y dos ministros. Asegura Echenique que ningún gobierno ha sido perseguido judicial y mediáticamente como el suyo. La respuesta de Jordi Turull a semejante burrada sí que es una muestra de dignidad y altura política: Turull formó parte de un gobierno al que encarcelaron primero y condenaron después por cumplir su promesa electoral de avanzar en el soberanismo catalán.

Egurrola y los debates

Damaris Egurrola ha abierto varios debates sobre los que no podemos seguir mirando para otro. Hablemos del que han denunciado la jugadora y su entorno: que no es justa la compensación para los clubes teniendo en cuenta lo que cobran las jugadoras. Hablemos de la distribución de sueldos en los clubes con secciones masculina y femenina, con todo lo que ello conlleva. Hablemos de cómo está actuando el Real Madrid. Y hablemos de algunas respuestas que ha recibido la jugadora en Twitter. Pero no hablo de lealtad al Athletic porque sale el hooligan que llevo dentro: a quien se va ojalá le vaya mal.

Goian bego, Fran

La noticia del fallecimiento de Fran Ruiz Antón me sorprendió a última hora del domingo. Hoy somos muchos los que lamentamos su ausencia. Fran era una persona importante y, al mismo tiempo, generosa. Siempre cogía el teléfono o devolvía las llamadas y los WhatsApps. Siempre echaba una mano. Guardaré para mí aquella comida con él, Juan Mari Atutxa e Irune Zuluaga, después de una charla en Sabino Arana Fundazioa. Para Fran fue un regalo, según sus propias palabras: pudo hacerle la entrevista que siempre quiso (porque nunca dejó de ser periodista y creo que por eso nos entendíamos bien) de la mejor manera posible. Descansa, Fran.