Lo pongo entre comillas porque no lo digo yo: es una cita directa del título del artículo que hemos visto en ‘La Marea’ sobre las diferencias que hay entre la CAV y España. “El PIB más alto del Estad, un 25% superior al de Madrid o Barcelona”, “el índice de desigualdad más bajo, similar al de Finlandia o Países Bajos”, “el índice de desahucios es también claramente el menor del Estado español”. El autor, David Pastor, se queja de que lo que más se conoce en España de Euskadi sea ETA, y no sus fortalezas.
¿España “mola” más?
Ya anunció Idoia Mendia que la campaña del PSE consistiría en un ataque sistemático a EAJ-PNV. Y ha sido de palabra: más allá de eso, nada interesante. Ni siquiera visitas célebres, salvo las escapadas fugaces de Patxi López y Pedro Sánchez. Mientras tanto, los socialistas vascos ilustres se pasean con deleite por España. Solo en un día: el ex lehendakari, en Madrid; Ramón Jáuregui (así lo escribe él), en Barcelona; y Eduardo Madina, haciendo doblete en Burgos y Santa Coloma de Gramanet.
Del paro hablas tú, Mariano
En ‘La Voz Libre’ escriben que “se pasa de frenada”, yo creo que, directamente, Mariano Rajoy dijo una tontería como una catedral en su visita a Iruña. El presidente del gobierno español y líder del PP (por lo tanto, responsable máximo del leñazo que se espera para sus siglas), se preguntó: “¿Quién habla hoy de rescate, la recesión o el paro?”. Para empezar, habla él mismo. Para seguir, lo hace mucha gente. La distancia de Rajoy con la realidad se agranda.
La primera piedra
Esperanza Aguirre, a la que considero una “friki” de la política, ha acabado por agotarme. Pero los mirlos blancos me gustan tan poco o menos. Al final, no hay santos ni santas, solo personas hablando de política y votando o siendo votados. Y hasta Manuela Carmena, supuesta antiheroína de Aguirre, parece que tiene los trapos un poco sucios: su marido le transfirió dos fincas antes de declararse en concurso de acreedores y los trabajadores denuncian que siguen sin cobrar (‘Estrella Digital’).
Syriza, del encanto al desencanto
Carmena, Podemos, e incluso Ciudadanos si alcanzan los resultados que las encuestas les otorgan, tienen el mismo problema: el control de las expectativas. Generan mucha expectación y mucha ilusión de revolución… que luego, si se incumple, se les vuelve en contra. Eso es exactamente lo que le pasa a Syriza en Grecia: el respaldo al gobierno cae del 70 al 35%, radicalmente, después de la parálisis que sigue sufriendo la sociedad griega (‘El Confidencial’).