El dolor que no cesa

“Israel mata a 100 personas, incluidos 35 niños, en nuevos bombardeos contra la Franja de Gaza”. Este titular de Público debería de ser suficiente para que lo que se remueve a los dirigentes del resto del mundo (sí, doy por hecho que esto a ellas y ellos también les duele), haga que se muevan de una vez y que impidan a Netanyahu seguir asesinando. Este dolor es insoportable y, con el alto el fuego vulnerado por esa banda de fascistas, se hace más intenso. Hasta la palabra “genocidio” se queda corta y parece manida ante el sufrimiento que ejecuta sin piedad el presidente ultra de un gobierno ultra.

Sin juicio, sin justicia

Vamos con otro que asesina por el morro: “EE.UU. mata a 14 personas tras atacar cuatro supuestas narcolanchas en el Pacífico” (RPP). Sin juicio, sin pruebas palpables, por el morro. “El secretario de Guerra estadounidense, Pete Hegseth, informó que ocho ‘narcoterroristas’ murieron en el primer ataque, cuatro en el segundo y dos en el tercero. Sobre la cuarta embarcación, no brindó detalles”. Y así estamos, con Israel saltándose el alto el fuego y con EE.UU. hundiendo a misilazos supuestas narcolanchas que las autoridades estadounidenses podrían esperar en su propia costa para iniciar un proceso justo.

Mientras tanto, en Ucrania…

Cada día podemos contar muertos por fuego israelí, estadounidense y ruso. También por el fuego de las milicias sudanesas contra su propia ciudadanía, pero de esa guerra no quiere hablar nadie. Me centro en otras más fácilmente cuantificables: “España es la gran economía que menos ayuda ha dado a Ucrania desde la invasión de Rusia” (The Objective). En una búsqueda en Google de cinco segundos, encontramos esta otra noticia en Renovables, de enero de este año: “España importa hoy desde Rusia el doble de gas que antes de la guerra”. Por desgracia, las conclusiones salen solas y no son nada alentadoras.

Lo que le importa

No creo que Pedro Sánchez vaya a convocar rápidamente elecciones generales, sobre todo, porque cuanto más tiempo pasa más se come Vox al PP y más se come el PSOE a Podemos y Sumar (salvo en Hegoalde, donde se lo come Bildu, el nuevo partido líder de la izquierda española). El secretario general del PSOE está cerca de su situación electoral ideal, pero esta aún no ha llegado: “O Sánchez o Abascal” (Javier García en Nueva Tribuna). La amenaza con la que Sánchez sueña la define el autor perfectamente: “Un Gobierno de derechas dominado, en todo caso, por Vox, que impondrá el programa y la agenda”.

Un año

A Vox no le debilita al PP (más bien, al contrario) ni le debilitará el partido de Alvise Pérez, que está haciendo un ridículo veloz y voraz. En el aniversario de la tragedia de la DANA también tiene su hueco de la vergüenza: “Un año después de la DANA se ha hecho pública la llamada completa de Alvise y Vito Quiles, y no manipulada, que idearon un bulo sobre ropa tirada al vertedero en perfectas condiciones. Mentir aprovechando cientos de muertes para generar odio debería conllevar penas gravísimas”. Así presentaba Julián Macías en Bluesky la pieza en LaSexta sobre el bulo de ropa despreciada. ¿Qué tienen en el alma?

Hablemos del Gobierno (español)

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No tengo nada que añadir a lo publica El Independiente: “Jorge Fernández Díaz autorizó la instalación de un dispositivo para grabar las conversaciones que se producían en su despacho oficial. Entre ellas, las dos que mantuvo con el entonces jefe de la Oficina Antifraude de Cataluña, Daniel de Alfonso, en vísperas de la consulta soberanista del 9-N y en las que se trató sobre investigaciones que comprometían a diversos políticos independentistas catalanes. Esa autorización explicaría que la investigación encargada en su día a la Policía Judicial se cerrara sin resultado alguno, y también que el ex ministro desistiera de interponer una querella por posible revelación de secretos”.

Política exterior de pirómano

Donald Trump es la sublimación de Twitter, la prueba viviente de que, efectivamente, en 2016 entramos en la era que esta red social marca y que se caracteriza por la efervescencia, el poco valor del discurso racional, y la volatilidad. También se caracteriza porque gana el que tiene un mensaje más directo, por peligroso que resulte, como el que ha lanzado el propio Trump: avisa a las autoridades de Irán de que juegan con fuego y de que él no será tan amable como Obama.

Seguimos

Marine Le Pen afirmaba el pasado fin de semana que ella era la candidata del pueblo y contra la globalización. Ese discurso está basado en el de Trump, por supuesto, pero también lo firmarían los dos que están en lucha hoy por ser la verdadera izquierda española. Y evidentemente lo hacen suyo los grupos de extrema derecha española, como Hogar Social, que planean formar un partido después de transformarse en peligrosas ONG de ayuda a necesitados no inmigrantes.

Otra visión

Sí, insisto día tras día en lo inexplicable e injusto que resulta que paguemos una factura de la luz tan alta. Pero eso no significa que deje de analizar el tema desde diferentes perspectivas: en Diario Renovables aseguran que el autoconsumo prohibido por Rajoy no supone una gran rebaja de la factura, pero también apuntan beneficios derivados como el descenso de la demanda, la generación de empleo y, por supuesto, el impacto medioambiental menor.

Todavía no sé qué pensar

Ahora que muchos hablan de la “posverdad” para hacerse los interesantes (yo prefiero la verdad o la mentira bien identificada), me atrevo a hablarles del “metaperidoismo” (aún no sé si me gusta) que hemos encontrado en El Español. En el digital de Pedro J. Ramírez cuentan la historia de Ismael, el ladrón que, bajo la figura del hurto sin violencia, habría sustraído hasta cuatro ordenadores portátiles de la redacción. Y la cuentan entera, con apellidos y detalles, ¿en forma de cierta venganza?