La directora del área internacional de FAES se quejaba airadamente en Twitter de que su hija de 6 años se había percatado de que el traje del Rey Gaspar en la cabalgata de Madrid no era de verdad. No sé si la madre y la niña esperaban un traje de dos mil años de antigüedad, pero sí estoy seguro de que el revuelo alcanzado en la red social (con casi 12.000 retuits) ha engordado a Manuela Carmena. Todas las críticas no restan, Cayetana Álvarez tendría que saberlo.
La incultura como modelo
Más éxito ha tenido aún en Twitter el vídeo en el que se recogen los errores más importantes de los «gemeliers” en el programa de televisión “Pasa Palabra”. “Harina” sin “h” y “olla” con “h”, responder “isla” a una palabra que empieza con la “o” (la respuesta correcta era “oasis”), confundir el jueves con el mes de julio… Más de 26.000 personas han compartido estos 30 segundos de ridículo del que es un modelo a seguir y desear para muchas jóvenes. Así estamos.
Esto también es “postureo”
Reconozco que cuando se trata de Ciudadanos soy muy mal pensado. Seguramente esté influido porque les hemos visto actuar con prepotencia para, al final, plegarse a lo que necesite el PP, insultar nuestras raíces (el euskera) y nuestras herramientas (el Concierto) y, en general, porque se han portado de un modo capcioso. Por eso, cuando Inés Arrimadas se ha solidarizado con las representantes de la CUP criticadas por su aspecto por Antonio Burgos (comentario que sobra), me ha parecido “postureo”, un tuit para la galería.
Esperanza Aguirre me empuja a la revolución
Nadie como Esperanza Aguirre empuja a uno a calzarse una boina con una estrella roja, ponerse una camiseta del Che, y asegurar que, si ella representa “lo normal”, yo estaré enfrente. Su artículo en El Confidencial, donde apuesta por un pacto PP-PSOE-Ciudadanos es una máquina de hacer enemigos de esa opción con frases como: “(Podemos) se propone simple y llanamente acabar con el sistema político democrático liberal que nos hemos dado”. ¿Liberal? ¿De qué, señora Marquesa?
Twitter pretende eliminar el límite de caracteres
En realidad, el gran jefe de Twitter y uno de sus creadores, Jack Dorsey, ha defendido la idea que tienen de ampliar el límite de Twitter de 140 hasta 10.000 caracteres, pero sin perder rapidez ni conversación. Según Messenger.es, esta cuadratura del círculo se lograría por medio de una caja de texto, tal vez a modo de imagen añadida, en la que el usuario podrá volcar sus reflexiones más extensas. La mayor parte de usuarios nos hemos mostrado ya en contra.