Por supuesto que estoy en contra de todo tipo de acosos a los profesionales, sean quienes sean. Pero eso no significa que no podamos opinar, criticar y señalar a quien está propasándose entendiendo su labor como una obra divina. Es lo que hace Llarena cuando salva a España persiguiendo y encarcelando a políticos. Y ahora se queja: que le miran por la calle, denuncia. Personalmente, me sorprende que los jueces hayan vivido tan ajenos a la realidad del resto de poderes, incluido el cuarto.
La extrema derecha gobierna en Italia
Estamos viendo que cada vez más políticos lo pasan mal con su pasado en Twitter. No son pocos los usuarios de esta red social que airean viejas reflexiones de un ciudadano que, en boca de un presidente (de Trump a Torra), resultan horrorosas. Pero, ¿cuántos de esos ciudadanos, por ejemplo, han tuiteado a favor del movimiento “Cinco Estrellas” italiano cuando solo era irreverente? Ahora, los de Grillo han aupado a la extrema derecha al gobierno italiano.
Hablando de extrema derecha…
El primero que rentabilizó la existencia de Tabarnia, en forma de libro para Sant Jordi, fue su presidente honorífico, Albert Boadella, cuyas actuaciones ya solo aplauden Jiménez Losantos, Arcadi Espada y sus fieles. Ahora se ha sumado uno de los impulsores de este invento, Jaume Vives, que además alerta en su volumen de la desaparición del chiste “por agotamiento”. No lo creo: a Tabarnia lo borrarán del mapa las siguientes elecciones y la mayoría inteligente catalana.
Una más
El tema del chalet de 600.000 euros y 2.000 metros cuadrados de parcela que han adquirido Pablo Iglesias e Irene Montero ya decae. Pero no sigue dejando perlas en forma de tuits afortunados como el de Antonio Maestre: “Si haces de lo simbólico la principal línea de tu política tienes que asumir esos marcos. No puedes imponer a tus diputados una restricción salarial para no alejarte de la vida de los ciudadanos y luego vivir como los de la minoría privilegiada”.
Cambios… para bien
Muy interesante y necesaria la entrevista en Photolari a Jorge Miguel Jaime, fotógrafo de bodas. Un fenómeno, este de los reportajes el día de la ceremonia, que a todos nos ha tocado de cerca. Pero los reportajes de boda han cambiado mucho en poco tiempo, por suerte (¡se acabaron aquellos posados entre árboles!), y lo que es más importante: las tendencias obligan a mejorar a los profesionales constantemente, y a que veamos mejores fotos incluso en fechas muy personales.