Llevo siguiendo la política muy de cerca más de dos décadas. En este tiempo he visto pasar la política a un estado líquido nada recomendable y a otro gaseoso que hasta asusta. Así que soy capaz de entender muchas cosas de las que pasan en nuestros parlamentos aunque me parezcan mal. Pero me cuesta comprender este titular en El Independiente: “PSOE y Podemos recrudecen su guerra por el ‘sí es sí’ a un mes del 8-M”. Me parece una mala idea marcar perfil a hostia limpia. Será que, por mucho que haya visto no alcanzo a enterarme de qué va esta “nueva política” (que ya no tiene nada de nueva). O será que están equivocados.
O sí
Definitivamente, no entiendo la política de ahora. No sé si no comprendo la parte de “nueva política” o de “política líquida”, pero es evidente que algo se me escapa: “El PSOE cree que le favorece distanciarse de Podemos: ‘Se acabó la juerga’” (El Periódico de España). Y por lo que parece, las y los socialistas están seguros de que ese distanciamiento puede ser de manera brusca y burda, y por eso asistimos a esta colección de declaraciones cruzadas mientras nos preguntamos: ¿y estos mensajes que se lanzan unos a otros en las televisiones por qué no se los dicen con calma en el consejo de ministros? ¿O sí se lo dicen y aquello es ingobernable?
No te parecerá lógico a ti
No sé cómo acabará la reforma (evidentemente necesaria ante la cantidad de jueces y juezas dispuestas a hacer una lectura machista) de la ley conocida como “solo sí es sí”. Lo que no creo es que acabe con ninguna ministra ni ningún ministro. Pero lo que sí espero es que acabe con la caterva de opinadores trogloditas: “No parece lógico castigar igual al sobón del autobús que a quien arrastra a una mujer a punta de navaja y la golpea antes de violarla”, destacaba Jorge Bustos en Twitter del artículo de José María de Pablo. No les parecerá lógico a ellos, pero visto lo visto en España es evidente que todo abuso debe ser castigado con la máxima sanción.
No hay herencias en política
La política, antes de que apareciese la “nueva” y antes de convertirse en “líquida” ya devoraba todo lo anterior. Así que creo que Gerardo Tecé confunde su deseo con la realidad cuando asegura en Ctxt que Podemos, aunque desaparezca, deja en la política española la necesidad de que las y los políticos de izquierda sean incómodos. Si Podemos desaparece y vuelve el bipartidismo, la izquierda española volverá a parecer una derecha moderada, vía PSOE, y la derecha será una extrema derecha que esconde lo que tiene en casa, vía PP. No habrá más. Ni Podemos ni Iglesias han cambiado nada. Es así de sencillo.
“Mucho eslogan bonito”
Mientras PSOE y Podemos airean su pugna por ver qué partido es más progre y práctico a la vez, el gobierno que forman mira para otro lado con cosas que importan y marcan impronta: “Mucho eslogan bonito pero mantienen legislaciones poco garantistas y franquistas”, tuiteaba Aitor Esteban después de confirmar que el gobierno español “se desdice del compromiso público del presidente Sánchez de modificar la ley de control judicial del CNI. Y con la callada por respuesta da por válida la información publicada de que el proyecto de ley de secretos oficiales se vuelve a aplazar”. Esta es la distancia que hay entre predicar y dar trigo.