En España están preocupados: el llamado “estado de las autonomías” esta vez va en serio. Ya no es solo un sobrenombre cursi, y consultores y opinadores profesionales como Ignacio Varela no saben cómo gestionarlo: “La investidura depende de que haya una agenda catalana para ERC, una agenda vasca para el PNV, una agenda valenciana para Compromís, una agenda gallega para el BNG, una agenda canaria para CC, una agenda cántabra para el PRC y una agenda turolense para TE. ¡Viva mi pueblo!”. Efectivamente, el café para todos se ha agotado y España está obligada a descentralizarse de verdad.
Ya vale de hacer el tonto
En Twitter sigo a usuarios como el dibujante Juarma que son muy salvajes. Salvajes pero no fachas, ojo, porque ese juego al que ha jugado Vox ya nos lo conocemos. Juarma dice cosas como esta: “Mucho se habla de la ola de puritanismo y poco de la ola de tontos del culo”, y yo solo puedo darle la razón. En esta red social especialmente pero no únicamente hemos asistido a demasiadas reclamaciones puritanas que no había por dónde cogerlas, reclamaciones que interponían mentecatos y mentecatas y que los demás, empezando por mí, dejábamos pasar. Pero muchos nos hemos cansado ya de hacer el tonto de esta manera.
¿Me lo tengo que creer?
Alfonso Alonso ha impuesto su estilo en el PP vasco: sus portavoces tienen una característica común y un superpoder. La característica es la agresividad, y el superpoder el de no sonrojarse cuando mienten. Mejor dicho, cuando encadenan mentiras. Lo he comprobado de primera mano pero todos podemos ver que de arrojo van sobradas y sobrados. Por ejemplo, ahora tienen el morro de decir que se enfrentan a Vox en Euskadi porque los de Abascal quieren retrasar el reloj 40 años. Como si Casasdo no hubiese reprochado esta misma semana a Vox y Ciudadanos no haber conformado una coalición electoral para el 10-N.
Estamos hablando de esto
“PP y Ciudadanos han regado con un millón de euros a asociaciones ultras para que las mujeres no aborten. Una exigencia que siempre ha exigido Vox para seguir sosteniendo el gobierno de derechas de Andalucía” (El Plural). No estamos hablando de algo que puede ser o que se queda en el terreno de las ideas, sino de algo claro y directo: el gobierno andaluz está ejecutando recortes en Sanidad mientras engorda chiringuitos retrógrados de quien sostiene la viabilidad de ese proyecto. Así que Alonso y sus secuaces (porque quien chulea y miente para defenderse es eso) tienen por qué callar.
Por el bien de todos, pinchemos esta burbuja
Una vez más, la burbuja del fútbol muestra síntomas de desgaste, así que igual podemos pincharla ya. Después de haber alcanzado a todo el público potencial mundial (y con peores resultados de lo esperado), la escalada económica futbolística la pagamos cada vez más los aficionados del entorno: precios abusivos por camisetas, entradas y merchandising, y también por ver o emitir los partidos. Porque en los bares no queremos ver un Sampdoria-Unidese, sino al equipo del territorio. Al hostelero le cuesta 300 € al mes ese servicio y, según ADSL Zone, hasta 50.000 prefieren arriesgarse y piratear la señal en España.