Cuando leí este tuit de Antonio Maestre: “Por ahora han ido a Waterloo a hacer el ridículo. Inés Arrimadas, Albert Boadella, Álvaro Ojeda y Manuel Andrino de Falange. Grandes referentes”, no pude evitar imaginarme a Pablo Casado y Santiago Abascal haciendo una carrera para no ser el último que posa de espaldas a la vivienda de Carles Puigdemont con una pancarta. Desde luego, con la última visita, la del falangista, la lista de nombres es terrible. También echo de menos a Girauta o Rosa Díez. Y no me extrañaría si dentro de unos días se pasa Alfonso Guerra por allí.
Y falta la verdad
Si “en una batalla la verdad es la primera víctima”, estos tiempos de posverdad y mentira burda reenviada por WhatsApp, entonces, son tiempos de guerra permanente. Por suerte, en ese pozo de lodo que es Twitter también encontramos a usuarios como Antonio Cartier, que no se cansan de repetir las cosas como son: los de Ciudadanos se empeñan en hablar de indultos a los políticos catalanes cuando el juicio está sucediendo ahora mismo. Decir la verdad empieza a ser algo excepcional, y eso a las puertas de una campaña puede ser terrible. Ante cualquier mensaje piensen un poco, como ha hecho Cartier.
La ignorancia infinita de Casado
No iba a traer a la columna la lista de tonterías que ha dicho Pablo Casado sobre el blockchain, los bitcoins y la tecnología en general porque, a estas alturas, una nueva metedura de pata del líder del PP no es noticia. Pero me he rendido cuando me he preguntado: ¿y de qué sabe Pablo Casado? Ha metido la pata en materia de nuevas tecnologías, ha sido un atrevido en cuestiones tan sensibles como el aborto y cualquier otra de índole social, es un bárbaro cuando habla de economía e impuestos, desconoce los cambios legislativos que aprobó su propio partido… Y sigue regalándonos cortes cada día.
Un poco de seriedad
Esto se pone serio: en los partidos políticos la lista de tareas se incrementa y en los medios de comunicación la previsión y el día a día se solapan como se solapan las elecciones, mientras políticos y periodistas hacemos encaje de bolillos familiar con las vacaciones de Semana Santa. Y todo este esfuerzo para contarles la última tontería mayúscula que ha tuiteado Pablo Echenique: “La peor crisis de Podemos. Podemos se desangra…. Pues Podemos crece en redes más que todo el resto de partidos juntos”. Hace bien Ícaro Moyano poniéndose sarcástico: “Ganó las elecciones del Twitter”, le responde.
Como hace la RAE…
La gestión de la identidad digital de la RAE es estupenda. El humor, en vez del fin en sí mismo, es el medio para explicar con una agilidad sorprendente cuál es el modo correcto de usar el castellano. Así, a la pregunta del jefe de deportes del Diario de Navarra sobre por qué está mal usar “el Bilbao”, los de la Academia responden: “Efectivamente, si se trata de la denominación de un equipo deportivo, es válido el uso del artículo. No obstante, si se refiere concretamente al Athletic Club de Bilbao, es más frecuente usar la denominación breve ‘el Athletic’”. A ver si, de una vez, queda claro.