Uno más: Bolsonaro

“Tal y como se veía venir, Bolsonaro es el nuevo presidente de Brasil, el mayor país del hemisferio austral, la octava potencia económica del mundo. La extrema derecha se extiende como un cáncer por todo el globo”, tuiteaba Shine McShine ayer por la mañana. Era uno de los muchísimos lamentos en las redes sociales por el ascenso de otro populista de extrema derecha a un país que no es, precisamente, menor por su peso económico y demográfico. Hacer frente a estos ultras no parece fácil cuando el modo de comunicar que ha impuesto Internet les beneficia.

Sí, lo “políticamente correcto” ha podido ser un error

El padre de Marta del Castillo ha fichado por Vox y, bien el partido, bien el propio Antonio del Castillo, lo han convertido en un evento mediático. Dice el nuevo afiliado al partido de Abascal que está “cansado del lenguaje de lo políticamente correcto”. Una frase que ya nace rancia pero que, en cierto modo, esconde el mecanismo de funcionamiento de la ultraderecha: el de lo políticamente correcto ha sido un lenguaje artificial para justificar políticas excesivamente complejas, y los ultras lo han tomado como un tótem a derribar. Ellos no te engañan con esa zarandaja, dicen. Hacen algo peor.

El paraguas de Trump

La periodista Anna Bosch lo anuncia así en Twitter: “Todo lo que necesitas saber del presidente de los EE.UU. en una secuencia”, y da paso al vídeo en el que se ve a Trump abandonar, literalmente, un paraguas a la entrada del Air Force One, en la escalerilla de acceso. Trump, el líder mundial de esa extrema derecha que sabe sacar provecho de la agenda y la comunicación que ha normalizado el uso de Internet, es eso: un soberbio incapaz de hacer algo tan mínimo como cerrar un puñetero paraguas, un presidente que piensa que todos están a su servicio y no se da cuenta de que es al revés.

Skolae y María Solana, respaldados

La consejera navarra de Educación y portavoz del gobierno de Barkos es uno de los objetivos prioritarios de la caverna navarra y española. Ya lo sabemos todos como lo sabe ella. Y si por algo se caracteriza la caverna es por practicar una política de tierra quemada sin que le importen las consecuencias: si el programa por una escuela integradora como es Skolae tiene que ser vilipendiado, se vilipendia. Por suerte, los demás sabemos leer: en un congreso sobre Educación en Madrid, María Solana y Skolae han recibido un caluroso, unánime y necesario apoyo.

Una de fútbol

No estamos en Bilbao para hablar del mal fútbol o el buen fútbol, ¡y mucho menos si se trata de equipos que están por encima de nosotros en la clasificación (solo cuatro están más preocupados)! Pero es evidente que el primer Barça – Madrid sin los dos mejores futbolistas del mundo en una década invita a hablar. O a tuitear. Juan Antonio Giner clava el resumen: “Ahora ya sabemos cómo puede ser el Barça sin Messi y cómo es el Real Madrid sin Cristiano”. En este punto es necesario mencionar la gran labor de Valverde, aunque nos abandonara por el enemigo.

Inaceptable

20170604_inaceptable

Al parlamentario de UPN, Luis Zarraluqui le pareció una buena idea señalar que la portavoz del gobierno navarro, María Solana, era agradable físicamente para aceptar que sería capaz de hablar con ella. ¡Olé sus gónadas de macho alfa! ¿Acaso hubiera dicho lo mismo si “la portavoz” fuese “el portavoz”? ¿Acaso Solana no tiene valores como política, como trabajadora “del pueblo navarro” al que dice representar Zarraluqui? ¿Hasta cuándo veremos ese paternalismo inaceptable?

Caviar digital

Lo que ha escrito Stuart Medina en InfoLibre es caviar en formato digital: una reflexión de esas que en Internet caben porque nadie te cuenta las líneas, y en la que destripa y analiza perfectamente el conflicto de Uber y Cabify con los taxistas. Básicamente, Medina expone las trampas argumentales de las empresas de base tecnológica que no dejan de ser, al final, servicios alternativos pero no sujetos a las mismas condiciones que sí soportan los taxistas.

Justicia divina

Imprescindible también me parece el texto en Magnet sobre cómo los youtubers están viendo muy reducidos sus ingresos por el cambio de política de esta plataforma. Es muy sencillo: los anunciantes no quieren que su contenido vaya en cualquier vídeo y YouTube está empezando a dejar de contar con estos “creadores” que no se cortan en insultar, hablar mal o hacer cualquier chorrada. Y ahora van y se quejan, como si YouTube fuera suyo o lo que hicieran fuera un trabajo relevante.

¿Y a quién echamos la culpa de esta tragedia?

44 personas han fallecido en algún punto del desierto del Sahara después de que el camión en el que viajaban se quedase tirado. Esas 44 personas, algunas de ellas menores de edad, se han muerto de sed, y del convoy solo se salvaron 6 que lograron llegar a una aldea y gracias a las que, supongo, nos hemos enterado de esta tragedia. El viaje que hacían era para salvar sus vidas y encontraron la muerte en la arena como podían haberlo hecho, meses después, en el mar o víctimas de un asalto. Eso también forma parte del mundo.

Julio, ¿cuándo nos mientes?

José Julio Rodríguez, jefe del Estado Mayor de Defensa con Zapatero, se marca bien el rollo progresista desde que dio el paso a ser de Podemos (partido con el que no ha obtenido escaño). Esta semana ha aclamado una viñeta del dibujante “El Roto” sobre cómo los dueños de las empresas armamentísticas crean enemigos para vender su producto. Yo (y no solo yo) me pregunto: Julio, ¿cuándo nos mientes, cuando formabas parte del negocio o cuando dices que te importa?