Con mal pie empieza Patxi López su carrera a la secretaría general del PSOE si tiene que explicar, una y otra vez, que él no ha traicionado a Pedro Sánchez. Una defensa, además, complicada, porque se ha rodeado de los que antes eran fieles a Sánchez para presentar un sanchismo, de hecho, moderado y, por supuesto, sin Pedro Sánchez. Mala venta de producto parece aquella que arranca con un valor tan negativo para el “comprador”, y claramente atribuido.
Recursos de Estado para polvos reales
Aunque no me guste el estado del que soy ciudadano, aunque no me guste que el jefe del mismo sea un Rey, aunque me guste menos aún que sea un Borbón, puedo llegar a entender que los recursos del Estado están a su disposición para el desempeño de sus funciones. Ojo, que igual en la tradición española (o simplemente, monárquica) acostarse con su amante forma parte de la agenda oficial, e igual por eso el CNI ponía la casa y la cama.
Twitter también es un pozo de lodo
Estoy seguro de que, que haya sucedido en la televisión y el Twitter españoles, es lo de menos, y que la noticia se hubiera dado igualmente si Alyssa Carson hubiera visitado ETB y la reacción hubiera sido de tuiteros vascos: en esta red social se juntan todo tipo de idiotas, también aquellos que, cuando están delante de una niña de 15 años que se prepara a conciencia para ser astronauta, solo saben hacer chistes malos sobre su aspecto físico. Solo espero que en ETB nunca haya una Pedroche que pida a Carson que elija entre el amor de su vida y ser astronauta.
¿Qué esperaban?
Hasta 22 propietarios de restaurantes se habrían asociado para presentar una especie de demanda colectiva como afectados por el programa “Pesadilla en la cocina”… Después de haber participado en “Pesadilla en la cocina”. Alegan manipulación, trato diferente y daño a la imagen de su negocio. ¿Qué esperaban? ¿Un show “blandito”? ¿Una asesoría profesional que cuesta miles de euros y meses? ¡Es la tele, amigos y amigas! Puro espectáculo que se devora a sí mismo.
El “otro” legado de Obama
En Xataka recuerdan que, por lo menos en materia de espionaje, Barack Obama no ha sido el presidente más progresista. No solo incumplió su palabra de acabar los programas que heredó de Bush para observar a sus propios ciudadanos: “En 2012 se anunció que la NSA estaba construyendo una base gigante capaz de procesar y almacenar toda la información que se estaba recopilando por todo el mundo”. Decisión que ha ejecutado en su segundo mandato y que va acompasada con el secretismo que ha extendido.