David Gistau era muy de derechas, muy español y muy del Real Madrid. Es decir. No tenía nada que ver conmigo. Además de eso, escribía de maravilla y en eso también éramos diferentes. Gistau era de esos columnistas, para mí, imprescindibles, porque disfrutaba leyéndolo incluso aunque no estuviese de acuerdo con él. Y si no lo estaba me hacía pensar: ¿por qué alguien culto y hábil mentalmente puede llegar a esas conclusiones? Su pérdida es trágica en lo humano e irreparable en lo profesional porque no queda en la derecha española nadie que deje ese disfrute y ese poso. Sin Gistau, todo es caverna en la otra orilla.
Condiciones inhumanas
Lo sabíamos porque lo habíamos visto en algún reportaje, pero ahora también lo sabe el mundo: las condiciones laborales de los temporeros inmigrantes que trabajan en el campo de Huelva y las de algunos “barrios” como Los Pajaritos, en Sevilla, o La Cañada Real, en Madrid son inhumanas. Lo dice Philip Alston, relator de la ONU de pobreza severa, que ha visitado España durante dos semanas. También alerta sobre la carestía de la vivienda y el riesgo (el real, no el que difunden algunas asociaciones para salir en el Teleberri) de pobreza infantil. España es un país articulado para los ricos, según Alston.
Idiocia infinita
No me gusta el feminismo que señala. Partimos de esa base. También podemos partir de esta otra: Juan Carlos Girauta intenta llamar la atención de Vox y no es el primer “ex” de Ciudadanos que intenta dejarse querer por la extrema derecha (de momento, con escaso éxito). Ahora, pasemos ese feminismo por la capacidad deductiva de Girauta y, ¿qué tenemos? A ETA. Las feministas señalaron a Abascal durante una manifestación (para jolgorio de este) y Girauta, siempre dispuesto, tuiteaba: “Igual que la ETA. Menuda piara. Si le pasa algo, estáis grabadas”. Todo el tuit es un autorretrato.
Caminos interminables
Por mucho que lo intente, no voy a poder describir mejor que Pello Salaburu el jardín en el que se está metiendo UPN: “El vasco Aitor Esteban no vale para reclamar competencias forales. Pero el madrileño Ortega Smith es aceptado como gran navarrista pidiendo que no haya transferencias. Quién te ha visto y quién te ve, UPN”. Cada uno elige a sus compañeros de fatigas pero, a veces, basta ver quién está en un bando para que tú elijas con facilidad el otro. Allá quien prefiera a Ortega Smith para defender que no haya transferencias que siempre implican más autogestión y más empleo.
Madres imprescindibles
La ministra de Igualdad, Irene Montero, visitó el Instituto de la Mujer con su hija Aitana en un cangurito. La foto es tan apropiada que lo sabe ella, lo sabe su equipo de comunicación y lo sé hasta yo. Por eso han hecho un vídeo en formato cuadrado que ella misma ha difundido. Con suerte, se vuelve viral. Vale. A mí, de partida, casi todo me parece bien. Menos lo de los niños cantores, bailaores, contadores de chistes, cocineros o bebés para la foto. Y vale, ella es la ministra del ramo, pero Iglesias es el vicepresidente de Derechos Sociales, ¿por qué no lleva él el cangurito? Si lo hace, ¿vendrá con vídeo viral?