El dolor es cosa suya

Arnaldo Otegi sugiere que el dolor es suyo. Por lo menos, el dolor de los presos de ETA y sus familiares que sufren, no solo largas penas a consecuencias de los actos de los primeros, también una dispersión especialmente injusta desde que la banda se rindió. “Los presos” son cosa de todos según el argumentario oficial del entorno pero cuando alguien que no sea quien lo controla hace algo, malo. Malo, sobre todo, porque puede generar dudas: ¿y si hace más por “los presos” quien no obliga a contratar a ciertos abogados o pertenecer a ciertos colectivos y quien no decide sobre los beneficios a las que se acogerán?

Primer permiso penitenciario para Cuixart

Cada salida y entrada a la cárcel de Jordi Cuixart, Jordi Sánchez, Oriol Junqueras o cualquiera de los presos políticos catalanes es una oportunidad para denunciar la injusticia que están viviendo. Cuixart está disfrutando de 48 horas en su casa, con su hijo de cuatro meses y el resto de su familia, antes de volver a estar recluido entre cuatro paredes por subirse al techo de un coche de la Guardia Civil y pedir a la ciudadanía que mantuviera la calma y las vías pacíficas. A eso en España lo llaman “sedición” y cuesta nueve años de cárcel. Solo se me ocurren las palabras “venganza” y “vergüenza” para definirlo.

No hay carné de aita y ama

Como hablar de los hijos de los demás me incomoda lo haré de los míos si no les importa: ¿y si mi hija o mi hijo dentro de unos años siente que le gustan las personas del mismo sexo, no quieren decírmelo, se avergüenza, se siente raro, se siente mal… Y descubre en una charla sobre sexualidad en su ikastola que no le pasa nada malo, empieza a sentirse mejor, me lo cuenta y puedo darle un abrazo para reconfortarle? Pues eso intenta impedir el PIN parental de Vox, Ciudadanos y el PP, que pretenden que los padres nieguen ese alivio a sus hijos y que los menores sigan sufriendo porque les han tocado progenitores trogloditas.

Un partido como otro cualquiera

Aunque el marketing logró convencer a muchos de lo contrario durante un tiempo, Podemos siempre fue un partido nuevo con todos los vicios de los viejos. Y ahora que pisan moqueta, que se preparen sus dirigentes, porque tendrá que gestionar la insatisfacción que existe en todas las organizaciones. Y también tendrán que gestionar esas pequeñas miserias que, generalmente, se arreglan con dinero, como el que recibirá la escolta de Irene Montero que le hacía los recados (para Montero, sus hijos con Iglesias y hasta para el perro), ejercía de chófer y le calentaba el coche, según enumeran en El Confidencial.

Ya están aquí los e-boys y las e-girls

En Magnet les definen como un “nuevo gremio” que “forma parte de la ya considerada segunda generación de influencers”. Antes lo llamábamos “tribus”: los mode, los rockers, los punkies… Y ahora, los e-boys y las e-girls que, como la descripción en el blog y su nombre indican, son una tipología de jóvenes que reinan en Internet, en concreto, en Tiktok, con una estética muy particular que mezcla lo emo, el cosplay y el hip-hop con toques de los 90 que han rescatado de las series de finales del siglo XX que se recopilan en YouTube. Pero que nadie se asuste: toda esta evolución es natural solo que ahora también digital.