Los «millennials» y Antonio Navalón

20170613_navalon

El columnista de El País ha sido el gran protagonista de Twitter por asegurar que los nacidos a partir de 1981 (conocidos pomposamente como “millennials”) no aportan nada, no escuchan y solo se preocupan de los “likes” en las redes sociales digitales. Antonio Navalón no es el primero ni será el último que niega lo que no comprende, y yo estoy más cerca de otros periodistas como Eduardo Suárez o Javi Sánchez, que se confiesan cansados de tanta moralina e hipocresía.

Bulos, no

Umberto Eco avisaba de que lo peor de Internet es que pone al mimo nivel la opinión de un erudito sobre un tema que la respuesta de un ignorante rebatiéndole. Y en esto también tenía razón. La moralina (también aquí) de los “divulgadores científicos” que dan los carnés de listo (como ellos) o crédulo no me gusta, pero les otorgo la razón cuando critican mensajes sin fundamento real como que las vacunas son peligrosas, que siguen extendiéndose por Internet gracias a ignorantes como Javier Cárdenas.

Violencia, tampoco

Más de 127.000 personas siguen la traslación a Twitter de lo que parece un foro de miembros Guardia Civil que expresan anónimamente sus opiniones. Por ejemplo, su disposición a detener por la fuerza el “golpe de estado” que se va a dar en Catalunya con la convocatoria de un referéndum para elegir si la ciudadanía quiere una republicana catalana. Sí, en la descripción de la cuenta indican que no son opiniones oficiales, pero para mí esa contradicción es, precisamente, lo preocupante.

¿Suspenso en matemáticas?

Juan Ignacio Zoido ha llegado a ministro español de Interior arrastrando un llamativo suspenso en matemáticas. Vamos a ayudarle a sacar las cuentas: si se cumplen ahora 49 años del asesinato de José Pardines, el atentado tuvo lugar en 1968, es decir, durante el régimen de Franco, por lo que la víctima difícilmente puede ser considerada “mártir de nuestra democracia”, como indica Zoido. ¿O el suspenso no es en matemáticas sino en historia o en sistemas democráticos?

El modelo irlandés

No me ensaño: de hecho, me duele traerles recurrentemente noticias del Belfast Telegraph con muestras de que la violencia “sectaria” en Irlanda del Norte no es cosa del pasado, sino del presente. Un chico de 15 años ha sido atacado en Derry con barras de hierro por encapuchados que le han roto varios huesos, en lo que parece un asalto paramilitar. Los bandos, las bandas, los planes para atacar y la violencia directa sigue presente en lo que algunos señalan como “modelo”.

La guerra que nos toca a todos

20170223_lucha

La que libramos contra el cáncer es una batalla global. Nadie se escapa de esta enfermedad, y quien no la padece de momento la sufre porque alguien, muy cerca, sí lo hace. Por eso es necesario dar visibilidad a quienes logran salir adelante y a quienes, como Pau Donés, luchan contra las probabilidades. Porque la vida, amigos, hay que vivirla haciendo felices a quienes nos rodean y llamando a las cosas por su nombre aunque solo sea para no perder el tiempo.

Recuperemos nuestra mirada crítica

Internet nos ha traído que, como decía Umberto Eco, la opinión de un perfecto imbécil se ponga al mismo nivel que la de un experto. Y tenemos que dejar atrás ya ese período de adaptación para utilizar Internet sin despreciar lo que sabemos. Solo así evitaremos que cadenas de WhatsApp o medios sensacionalistas nos cuelen mentiras para señalar a un colectivo desfavorecido, como el ataque de 50 refugiados árabes a varias mujeres en Nochevieja en Frankfurt, que nunca existió.

¿Socióloga? ¿Jurista?

Crucé un par de tuits con Josean del Moral sobre el currículum de Elvira García, la senadora de Podemos que no pagaba su VPO de alquiler ni comunicó su cambio de estatus como receptora de la RGI. Además de estos abusos, en Twitter se presentaba como socióloga y jurista mientras que en su descripción de Podemos decía que no tenía estudios. Evidentemente, otros observadores se dieron cuenta de la incongruencia, y ella ha acabado por retirar lo primero.

Errejón, Sánchez y Montero, se mueven

La nueva política consiste en desplazar a segunda línea a quien te ha hecho frente, en arrinconar a quien ha sido tu expareja, y en poner a tu lado a quien lo es en la actualidad, además de jefa de gabinete y nueva portavoz, como leemos en El Independiente. La nueva política es tener grupos de Telegram que se llamen “La gran purga final” o “Paseo militar”, y usarlos para hacer juegos cortesanos que te lleven a los mejores sillones, como leemos en el Huffington Post.

Mala comunicación, mal resultado final

Los grandes comunicadores son excepcionales. Iñaki Gabilondo hay uno. ElRubius hay uno. Carlos Fernández Guerra, que se atrevió a dotar de una personalidad desenfadada a la Policía Nacional en Twitter, hay uno. E imitarles, seguro, nos lleva al fracaso. Así, el community manager de Hero se equivocó cuando respondió a Samanta Villar en Twitter (la periodista había preguntado por el uso del aceite de palma): “A Samanta Villar, acomodada y famosa, sus hijos le hacen ‘perder calidad de vida’. Ánimo Samanta, tus hijos te querrán igual”.

Umberto Eco vuelve a tener razón

20150620_umberto

Si algo aprendí en mi época universitaria es a admirar a Umberto Eco. Una admiración reforzada esta semana después de leer sus palabras en la web de ‘Tiempo Argentino’: “Las redes sociales dan el derecho de hablar a legiones de idiotas que primero hablaban sólo en el bar después de un vaso de vino, sin dañar a la comunidad. Ellos eran silenciados rápidamente, y ahora tienen el mismo derecho a hablar que un premio Nobel. Es la invasión de los necios (…) La televisión ha promovido al tonto del pueblo, con respecto al cual el espectador se siente superior. El drama de Internet es que ha promovido al tonto del pueblo al nivel de portador de la verdad”.

Y quien toma por tonto al pueblo

Carmena y Ada Colau acudieron al ayuntamiento el primer día de trabajo en metro, y Joan Ribó, en bicicleta. Estas nuevas costumbres de los nuevos alcaldes han saltado a los medios de comunicación. Ahora, empiezan a saltar los cambios de costumbres: la alcaldesa de Madrid, al parecer, cogió un taxi a la salida del trabajo, en vez del metro. Y el alcalde de Valencia ya acude a los actos en un coche oficial, en concreto, un Ford Mondeo. Ojo, no me parece mal que lo haga, me parece fatal que venda que no lo va a hacer.

La mierda huele si la mueves

En Podemos sigue pensando que el velo no se ha rasgado. Por eso han puesto en marcha una estrategia de acoso y derribo contra el PP por medio de lo que sus representantes han publicado en Internet, para “vengarse” (y esto me parece lo más preocupante) de lo que han hecho con Guillermo Zapata, según ‘El Confidencial Digital’. Pero en Podemos se equivocan: es la misma miseria la de unos y la de otros, lanzada como guano contra un ventilador que va a salpicar indiscriminadamente.

Cervera, absuelto

Traigo el caso de Santiago Cervera a esta columna porque, antes de ser puesto a los pies de los caballos por su propio partido, era uno de los representantes del PP más activos (y con mejor sentido) en Twitter, y como seguidor suyo, le tenía aprecio. Según el juez que lo ha absuelto, el navarro no intentó chantajear al ex presidente de Caja Navarra. No entra a valorar si le tendieron o no una trampa, aunque deja pistas sobre una posible intervención en el ordenador del ex líder del PP.

Y Txarli Prieto, encausado

Ojo, como siempre decimos: un investigado o un imputado no es un condenado. Y todos somos inocentes hasta que se demuestre lo contrario. También sigue siendo inocente Txarli Prieto hasta que un juez encuentre delictivo el comportamiento que ha denunciado la fiscalía por unanimidad de la junta de fiscales. El ex secretario general de los socialistas alaveses está siendo investigado por “estafa y de falsedad documental en relación al pago de obras en algunas sedes del PSE-EE en Álava” junto al ex director general de la Policía, Víctor García Hidalgo (‘Libertad Digital’).