El columnista de El País ha sido el gran protagonista de Twitter por asegurar que los nacidos a partir de 1981 (conocidos pomposamente como “millennials”) no aportan nada, no escuchan y solo se preocupan de los “likes” en las redes sociales digitales. Antonio Navalón no es el primero ni será el último que niega lo que no comprende, y yo estoy más cerca de otros periodistas como Eduardo Suárez o Javi Sánchez, que se confiesan cansados de tanta moralina e hipocresía.
Bulos, no
Umberto Eco avisaba de que lo peor de Internet es que pone al mimo nivel la opinión de un erudito sobre un tema que la respuesta de un ignorante rebatiéndole. Y en esto también tenía razón. La moralina (también aquí) de los “divulgadores científicos” que dan los carnés de listo (como ellos) o crédulo no me gusta, pero les otorgo la razón cuando critican mensajes sin fundamento real como que las vacunas son peligrosas, que siguen extendiéndose por Internet gracias a ignorantes como Javier Cárdenas.
Violencia, tampoco
Más de 127.000 personas siguen la traslación a Twitter de lo que parece un foro de miembros Guardia Civil que expresan anónimamente sus opiniones. Por ejemplo, su disposición a detener por la fuerza el “golpe de estado” que se va a dar en Catalunya con la convocatoria de un referéndum para elegir si la ciudadanía quiere una republicana catalana. Sí, en la descripción de la cuenta indican que no son opiniones oficiales, pero para mí esa contradicción es, precisamente, lo preocupante.
¿Suspenso en matemáticas?
Juan Ignacio Zoido ha llegado a ministro español de Interior arrastrando un llamativo suspenso en matemáticas. Vamos a ayudarle a sacar las cuentas: si se cumplen ahora 49 años del asesinato de José Pardines, el atentado tuvo lugar en 1968, es decir, durante el régimen de Franco, por lo que la víctima difícilmente puede ser considerada “mártir de nuestra democracia”, como indica Zoido. ¿O el suspenso no es en matemáticas sino en historia o en sistemas democráticos?
El modelo irlandés
No me ensaño: de hecho, me duele traerles recurrentemente noticias del Belfast Telegraph con muestras de que la violencia “sectaria” en Irlanda del Norte no es cosa del pasado, sino del presente. Un chico de 15 años ha sido atacado en Derry con barras de hierro por encapuchados que le han roto varios huesos, en lo que parece un asalto paramilitar. Los bandos, las bandas, los planes para atacar y la violencia directa sigue presente en lo que algunos señalan como “modelo”.