¡Maroan y Buján, muy ilusionantes!

Ver debutar a cualquiera en el Athletic es una maravilla, pero lo de ayer, contra el Girona fue genial. Dos nuevos leones debutaron y despertaron la ilusión de todos los athleticzales.

Maroan y Endika (Fotos: Oskar González)

El partido estaba propicio para los debuts, un 2 a 0 lucía en el marcador, y que mejor que debutar sin presiones y agobios. El primero fue Sannadi Maroan, en el minuto 64, sustituyendo a Guruzeta. Todos teníamos la duda de si el salto de Primera Federación a Primera división iba a ser demasiado grande, y aunque ya lo han hecho otros de los nuestros, como Unai Gómez, o Jaure, que este año se está saliendo, siempre te quedan dudas. Pero el ex del Baraka, tardó muy poquito en despejarlas. No creo recordar un debut así en San Mamés. La mayoría de los balones se los llevó por fuerza, algunos a trancas y barrancas, pero ahí seguía de pie, mientras los contrarios eran los que se quedaban en el suelo. Tardó poquísimo en hacer una maravilla con el cuerpo, dejándole al rival tirado y el balón a Oihan, totalmente solo de cara a puerta. Pena que no haya acabado en gol porque hubiese sido su primera asistencia en Liga. Aunque no creo que tarde en hacerla. Luego hizo otra dejada con el pecho tirándose al suelo. En una jugada quizá tenía que hacer abierto el balón a Berenguer, pero siguió hasta el borde del área y tiró a puerta, aunque le salió flojo. Consiguió que sacasen dos amarillas a dos del Girona, que seguramente se preguntaron de donde había salido semejante jugador. Por cierto, yo también me preguntó por qué no había debutado con el Alavés, ya que aunque viene del Baraka, estaba cedido ahí, ya que pertenecía al equipo babazorro. No sé. Yo solo le había visto jugar contra el Bilbao Athletic, y sí me gustó, porque se comió a nuestros centrales cachorros, pero tampoco me imaginaba esto de hoy. Me ha encantado.

El segundo debutante de la tarde tuvo menos minutos, de hecho, solo 6 más el descuento, pero no sólo no se escondió, sino que apareció, encaró y encima por dos lados distintos. La primera por la banda izquierda, en donde le colocó Ernesto. Internada, y su pase al área, lo dejó pasar Maroan pensando que había alguien detrás. Muy bien los dos, pero pena, porque no había nadie. La siguiente fue por el otro flanco aunque más centrado, entrando en el área sobrepasando a dos defensas, pero no pudo rematar bien. No dio tiempo para más, pero imagino que ambos tienen que estar en una nube. Que sigan con los pies en el suelo y poco a poco. Esto no consiste solo en llegar y debutar. Tampoco es muy normal que haya tantas lesiones. Se han dado dos cesiones, Nico Serrano y Martón, y Djaló y Nico Williams están lesionados. Ambos debutantes han aprovechado su oportunidad, pero lo difícil viene ahora. A seguir trabajando a tope, y a no desesperarse si cuando vuelven los lesionados no hay más oportunidades. Esto es una carrera de fondo. Pero de momento, ZORIONAK a los dos! Y Zorionak también a todos los athleticzales porque tenemos dos nuevos leones que nos van a dar muchas alegrías, seguro no, SEGURÍSIMO.

Y todo esto en un partido en el que el Athletic pasó por encima de un Girona que no supo apagar el fuego porque no sabía ni por dónde le venía. En los primeros 30 minutos costó un poco, pero a partir de ahí, los rojiblancos disfrutaron y nos hicieron disfrutar a nosotros. Por no alargarme decir, que los 3 goles, porque acabamos 3 a 0, los consiguió Sancet,al que curiosamente le vi fallón en los primeros balones que tocó, pero… Buf… El primero de penalti, menos mal, porque 4 penaltis ha habido que tirarle al Girona para meterle uno. Perfecto e imparable. Los otros dos, uno de cabeza, a placer tras maravilloso pase de Berenguer, y el tercero con el pie en el segundo tiempo a pase de Iñaki. Hat trick,para ir recuperando sensaciones. Jejeje. Pero quizá a mí el mejor jugador del partido me pareció Álex,que se hinchó a hacer jugar a sus compañeros. Está a un nivel increíble. Y me niego a decir que es un suplente de lujo. Para mí al nivel que está es titular indiscutible. ¡Grande, Álex!

Y que decir de Jauregizar. Y casi recién llegado de Segunda Federación. O de Prados. Y el nivel de Yeray y Vivian. O De Marcos, Y no me olvido de Adama, que hizo muy buen partido y pide más minutos a gritos. Se me acumula el trabajo para nombrar a todos.

Para acabar decir que seguimos en la pelea Champions, complicada meta porque el Villarreal no pierde comba. Pero ahí están los nuestros, que se que se van a seguir dejando todo en el campo. De momento otra semana entera para preparar el nuevo partido, contra el Espanyol, el próximo domingo. ¡A por los periquitos! Y…

¡Aúpa Athletic!

P.D.: Ya llevo unas cuantas posdatas hablando de parte de la grada de animación, y hoy no va a ser menos porque quiero decir que ayer San Mamés dictó sentencia: silbándoles. Digo lo de parte, porque es muy importante, ya que son solo algunos que están justo en el medio. Los que ayer de nuevo, empezaron sin animar, justo una pequeña zona central. Mientras los demás de la grada animaban, ellos estaban en silencio. Los gazte abonos y los de la esquina contraria cantando. Y la ICHH en silencio, hasta que empezaron a animar en el minuto 12, pero no animaron al Athletic, no. Se animaron a sí mismos. En mi vida había visto cosas igual. Herri Harmaila, aurrera! creo que cantaron. Ante lo que el público de La Catedral respondió con una sonora pitada. No animaron al Athletic, sino a ellos mismos. Cosa que hicieron hasta en 4 ocasiones. Inaudito. Eso sí, las 4 veces recibieron la misma respuesta de San Mamés. Silbidos. También tuvieron el valor de cantar: ”Athletic gu gara, Athletic gu gara» como si fuese algo excluyente. Por supuesto, que ellos también son el Athletic, pero así demuestran muy poco lo que lo quieren. Más bien al contrario. En el segundo tiempo hicieron lo mismo. Callados hasta el minuto 12 y ahí a animarse así mismos. Y su comunicado de esta semana sonó a todo, menos a conciliador. Escribieron tres condiciones que tiene que cumplir el Club. Ante lo que yo me preguntó… ¿Y ellos? ¿No tienen que cumplir nada? ¿Van a seguir insultando? ¿Van a seguir cantando canciones que le van a suponer multas al Athletic? ¿Van a volver a intimidar a los que sí quieren animar de esa zona, para que no animen? Ayer, San Mamés dictó sentencia y aunque no se puedan leer los silbidos, sí parece que decían que están hartos de esta situación. Que quiero que se arregle, por supuesto. Que estarían bien que volviesen a hablar el Club y ellos, también. Pero que el Club no puede caer en aceptar lo que parecen chantajes, es una evidencia. Es un desastre que en una temporada tan ilusionante tengamos que estar hablando de esto. Esta semana creo que el presidente, Jon Uriarte, ha convocado una rueda de prensa monográfica sobre este tema. Ojalá sea para decir que han hablado y que se ha solucionado todo. Ojalá.

¡Aúpa Athletic!

Las palomas mensajeras del Athletic

Las palomas mensajeras (Foto: Futbolretro.es)

Mis abuelos, Cecilio y Sole, mi madre, Sole, y sus hermanas, Mila y Simo vivían en Olaveaga, cerquita, cerquita de San Mamés, y me cuentan que cuando eran crías siempre iban a ver al Acero, el equipo de su barrio. Que ahí se inició su afición al fútbol. Desde pequeñas iban a verle jugar cuando jugaba en casa. Luego ya, siendo más mayores, no le veían solo en casa, sino que se trasladaban a donde se terciase: Bermeo, Zalla, Sodupe, Carranza, Sestao… Vamos que eran auténticas hinchas del equipo. Me cuenta Simo que las aficiones del Bermeo y del Zalla eran terroríficas, pero que ahí iban ellas, a animar contra viento y marea. En ese equipo jugaron varios años mi padre, Valen y su hermano Iñaki. También, dice, que durante años el equipo era muy bueno y estaba normalmente muy bien clasificado. De hecho, Rosi, hermana de Valen e Iñaki, me comenta que un año ganaron la final del Trofeo Hierro, jugando la final en San Mamés. Aquel partido lo jugó mi tío Iñaki. Y por supuesto, el partido mi familia paterna lo vio desde el balcón de Luis Briñas, que comentaba el otro día. Al año siguiente, el Athletic se llevó de una tacada a cuatro jugadores a la vez, entre ellos, recuerdan (sin saberlo seguro) a Orue, Gojenuri y Prieto.

Por cierto, unos Gojenuri vivían en Olaveaga y eran de sus amigos. De una familia de estos Gojenuri, era el caserío del mismo nombre, que estaba al lado de San Mamés y que pertenecía a José Gojenuri, que era el cuidador del campo. Mi ama me habla de Josetxu y Santos Gojenuri y de sus hermanas, que eran las encargadas de lavar los equipajes del Athletic, todos ellos hijos de José. Mi ama se acuerda de haber estado en esa casa porque ella era amiga de Charito Gojenuri. También recuerda ver allí todas las camisetas, y calcetines zurigorris y los pantalones. ¡Buena trabajera se pegarían con la cantidad de barro que había en aquella época!

Como curiosidad os repito, que yo estoy aquí gracias al Acero, ya que mis padres se conocieron, cuando mi ama iba a ver los partidos y mi padre, jugaba en el equipo. Para rizar el rizo, os diré que hoy en día, uno de mis sobrinos, Iker, juega en el Acero. Es decir, una vuelta a los orígenes, el nieto de Valen y Sole, ahí está defendiendo los colores de sus abuelos.

Vuelvo al Athletic. Mi madre y sus hermanas no iban a San Mamés porque el dinero no les llegaba, pero lo que sí les llegaba era el ruido del campo, los murmullos, los silbidos, pero, sobre todo recuerdan el estruendo que había cuando se metían los goles, que se oían perfectamente. Supongo que se oían más que ahora porque el campo era mucho más abierto.

Así como también se acuerdan de las palomas mensajeras que se enviaban cuando el equipo marcaba un gol. A veces dicen que las veían, porque las buscaban después de oír la celebración del gol. Esta historia la desconocía y me ha parecido bonita para contarla aquí.

Desde el siglo XIX se venía demandando en Bilbao la existencia de un hospital que se especializase en el cuidado de los enfermos de tuberculosis, que era una enfermedad que se estaba extendiendo mucho. En 1927 gracias al dinero dado por Luis Briñas nació un hospital que tenía su nombre, pero que a lo largo de los años se fue ampliando, con cada vez más camas, hasta que acabó tomando el nombre de Santa Marina. Entre los enfermos de Santa Marina había muchos aficionados al fútbol y al Athletic y para tenerlos debidamente informados de lo que ocurría en San Mamés, los días de partido, como las comunicaciones no son lo de ahora, todo inmediato, al segundo de ocurrir las cosas, al párroco del hospital se le ocurrió pedir ayuda a un amigo suyo aficionado a las palomas y muy athleticzale. Dicho y hecho. Ese amigo instruyó a sus palomas para que aprendiesen el camino de La Catedral al Hospital. Sobre 1946 empezó esta tradición, que duró más o menos 25 años. El Athletic metía un gol y se soltaba desde el campo una paloma blanca que dicen, iba y sobrevolaba el hospital, por lo que los enfermos ya sabían que el Athletic había marcado. Si la palomaque mandaban era oscura, malo, ya que era el rival el que había conseguido un gol. Parece que posteriormente se fue mejorando el sistema y en la pata de la paloma se ponía un mensaje con minuto, nombre del goleador y resultado hasta el momento. ¡Genial! El dueño de las palomas era Remigio López, llamado «el morito» por ser chiquitín y muy moreno, y el párroco, Alberto Álvarez. La información la he sacado de un comentario de Futbolretro.es, que os introduzco por si alguien está interesado. Como anécdota también decir que un día las palomas tuvieron mucho trabajo porque tuvieron que ir doce hasta el hospital, ya que se le metieron esos goles al Celta en un partido de Copa, siendo 8 de ellos, de Piru Gainza. Esto último se comenta en Conoce Bilbao con Esme, un blog muy chulo que he encontrado en la red y os recomiendo.

Edito el texto para añadir un dato que desconocía y me ha dado Ismael Arnaiz (gracias), cuando ha entrado a comentar en esta entrada. Se ve que los enfermos de Santa Marina eran aficionados también del Barakaldo, porque las mismas palomas al fin de semana siguiente, cuando el Athletic jugaba fuera de casa, y el Baracaldo lo hacía en su campo, en Lasesarre, salían para anunciar los goles del conjunto fabril. Es decir, se alternaban, un domingo en San Mamés y otro en Lasesarre.

Para acabar, volver a decir, que el Athletic no es sólo un equipo de fútbol, si os dais cuenta hay más cosas. Los jugadores son los de tu barrio, por ejemplo, Olaveaga, ya que su equipo, el Acero, le pasa jugadores, que son de la familia. Esa familia tiene amigos que están encantados de que los chavales jueguen en el Athletic. Los que están en el campo son de los tuyos, familiares, amigos, conocidos,… Así mismo, de vez en cuando, se dan detalles como esta anécdota de las palomas, que algunos aficionados se preocupen de que los enfermos de un hospital de la ciudad estén informados de lo que ocurre en San Mamés,… detalle que hace que ame un poco más a este nuestro equipo.

¡Aúpa Athletic!