No me fío de los ricos que entran en política. Y sí celebro que cualquier ciudadano que lo haga gane bien (y que se gane lo que cobra). Por eso, de los emolumentos declarados por Pablo Iglesias, me centro en la parte que no le toca ni como diputado europeo ni como profesor universitario: los 50.000 que ha percibido como autónomo (pagando todos los impuestos, como hacemos los demás… salvo quienes aceptarían sobres en el PP), de los que encima Hacienda le devolvió más de 3.000 (sin hijos ni hipoteca), por tertulias, producciones audiovisuales y venta de libros.
El Twitter de Pedro Sánchez antes de ser candidato
Antes de ser secretario general del PSOE y candidato a la presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez ya usaba su Twitter, como muchos de esos diputados que, semiocultos entre el centenar largo que solían acumular PP y PSOE, intentaban llamar la atención tímidamente. Ahora, Sánchez puede ser el próximo presidente del Gobierno español, y sus tuits, inocentes en su mayoría, incluso ingenuos muchos de ellos, son un recurso habitual para el resto de tuiteros. En Magnet aseguran que “hay un tuit del Pedro Sánchez pre-candidato para cada situación de la vida”.
Sí que es “la princesa del pueblo”
Belén Esteban, al final, sí que es la princesa del pueblo. Por lo menos, actúa como una infanta cuando consigue dinero fácil y “trinca” la pasta sin darse cuenta. Pobres las dos. Ahora son 5.000 euritos los que están en duda porque la televisiva los recaudó para las víctimas del terremoto en Lorca… Pero no existe ninguna donación ni en su nombre ni en el de su representante, ese con el que está enfadada, ni en el ayuntamiento ni, al parecer, en ninguna ONG. Y este tema sí que es serio.
Bitcoin, el enigma
Una moneda “digital” que no existe, que se compra por Internet, que no pertenece a ningún país, que no garantiza ningún banco, cuya compra no tributa… ¿Qué podría salir mal? Al parecer, para muchos inversores la idea era hasta buena, aunque para alguien tradicional en las cosas de los dineros, como yo, era cuando menos arriesgada. Uno de sus desarrolladores se ha desentendido recientemente del proyecto criticando a la comunidad que la gestiona, que actúa, según él, como cualquier otra oligarquía económica.
El escorbuto y Twitter
La riada de comentarios en Twitter sobre el bebé que padece de escorbuto por haber sido alimentado con leche de almendras en vez de leche materna o de continuidad, es un buen ejemplo de lo mal que funciona la red. Por culpa de los que solo leen el titular, los padres fueron señalados como irresponsables cuando, al parecer, seguían una indicación médica. Y por supuesto, en Twitter todo el mundo sabía que la leche de almendras en un lactante provoca, en concreto, escorbuto.