El pueblo que critica unido

Belén Esteban ha sido la voz del pueblo más que nunca cuando ha criticado al gobierno español por la falta de medidas de seguridad en el aeropuerto de Barajas. Porque el pueblo, sobre todo, critica. Y sabe qué hacer: dentro de cada uno de nosotros hay un epidemiólogo, una consejera de Sanidad, un alcalde de Gernika, una directora de ikastola, el entrenador del Athletic y un gran crítico capaz de quejarse por cómo van a volver nuestros hijos a las aulas mientras nos tomamos un zurito y les dejamos juntarse con otros, completamente desconocidos. Así somos: cada día más, como “la Esteban”.

No va de bandos, va de personas

La pandemia no entiende de afiliaciones ni de intención de voto. Sin embargo, cada decisión tomada o no tomada, cada circunstancia e incluso cada comportamiento incívico (que es el principal factor de propagación) sirve a quien no lo ocupa para cargar con virulencia contra el gobierno de turno. Y la mayoría de argumentos no aguantan dos pensadas, como que puede darse la circunstancia de que se abran los gimnasios mientras se mantienen las ikastolas cerradas (esta ocurrencia la he leído personalmente). Será porque los adultos no se lamen cuando sudan, como sí hacen los niños sin conciencia ni culpa.

Sí, la juventud mueve el virus

Igual que los niños se chupan la cara o chocan sus lenguas sin ser conscientes de que pueden transmitir el coronavirus de una casa a otra, y sin culpa, los jóvenes salen, beben y se enrollan entre ellos. Pero a estos ya se les puede pedir un poquito más de conciencia, sobre todo cuando estiramos el término “joven”. Porque, sí, según la OMS, “los menores de 40 años están impulsando la pandemia”. No, no es cosa de una consejera a la que la izquierda abertzale vapulea como los de Vox vapulean a Fernando Simón: es la puñetera realidad. Y las no-fiestas, como en Gernika, son la evidencia de que lo estamos haciendo mal.

Vimos pocos muertos

Arturo Pérez Reverte a veces, solo a veces, vuelve a ser aquel columnista de redacción pulcra que daba tortas como panes a quien se lo merecía. La periodista Begoña Beristain ha rescatado una de las últimas páginas de este escritor en la que sugiere que, seguramente, no hayamos visto suficientes muertos por coronavirus. Tiene toda la razón: solo así podemos explicar la relajación generalizada ante las medidas sanitarias, el tiempo que dedican algunos a crear críticas, e incluso la existencia de negacionistas que se merecen todo el desprecio. Si nos hemos idiotizado necesitamos que alguien nos sacuda. Cuanto antes, mejor.

Corolario

Otro escritor, Antonio Agredano, resumía en un tuit lo que sucede: “Yo creo que los chalados tienen derecho a decir chaladuras. También creo que una sociedad madura, y más preocupada por la información que por el espectáculo, minimizaría esas chaladuras y no las convertiría en el centro de debates interminables y melancólicos”. Precisamente fue Agredano quien acuñó el término “cagapoquito”, y yo no lo voy a ser: quien eleve las chaladuras o los argumentos para Twitter tiene que ser parado en seco. Y punto. Esto es serio, esto no se soluciona con un “yo lo que haría”, esto va de muertos y de disciplina. O no irá.

No tenía otra opción

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Iba a escribir durante el fin de semana sobre el alto cargo de Cristina Cifuentes que resultó adjudicataria de una vivienda de VPO sin estar en las listas, María Jesús Martín, del mismo modo que lo hice sobre Ramón Espinar. Pero no me ha dado tiempo: la señalada ha dimitido y, vaya, creo que también ese hecho merece unas líneas. Porque es cierto que lo ha hecho, sí, pero también que no le quedaba otra opción después de lo que el PP de Madrid criticó al de Podemos.

La España más bizarra

El titular y el subtítulo en El Confidencial lo dicen casi todo: “La Fundación Franco nombra Caballero de Honor al ‘chino facha’. Chen Xiangwei, el camarero chino adicto al Caudillo, entra en el olimpo del franquismo gracias a sus afirmaciones y sus actos. Entre ellos, ponerle de nombre Franco a su hijo”. Pero el propio Chen dice aún más: “Franco es el único que tuvo huevos” o “en España hoy en día a la gente buena se la machaca, solo quieren a los maricones, a los yonquis, a los sinvergüenzas”, le han hecho merecedor de su premio.

Empresas que “molan”

Amazon es una empresa de esas que “molan”, ¿o no? En su web puedes encontrar casi de todo, te lo mandan a casa, tiene aplicaciones, servicios “premium”, protagonizan noticias sobre los repartos de envíos por medio de drones, y hacen anuncios con gente que parece lista fascinada por sus servicios. Pero a un grupo de personas no le hace tanta gracia, en concreto, a sus trabajadores en Escocia que denuncian condiciones laborales muy malas, y se ven obligados a vivir en el aparcamiento para descansar y cumplir con los horarios.

Brian Clough solo habrá uno

Mourinho intenta imitar su estilo y, con los medios de hoy, seguramente acabe siendo el referente de unas formas particulares en el campo y en las salas de prensa, y una buena colección de trofeos en su palmarés. Pero no es el primero: como recuerdan en Esto es Premier, Brian Clough fue el auténtico “the special one”. Un entrenador muy particular que logró ascender con el Nottingham Forest y ganar dos Copas de Europa con él, en una época en la que el fútbol inglés especialmente era rocoso y él logró imponer un estilo limpio.

El peor tuit del año

No he traído a la columna ninguna de las recopilaciones sobre los mejores tuits del año. Tantas que hasta en Twitter es motivo de chiste que te incluyan o que no lo hagan en una de ellas. Pero en Vozpópuli han sabido dar la vuelta a la tortilla: han recopilado los peores tuits del año en España. Una buena colección: “Suena el himno paralímpico, todos en pie”, Errejón confundiendo a Nixon y Reagan, Leticia Sabater creyendo Kuala Lumpur con un insulto (no me estoy inventando nada, lo juro) o Carmen Lomana haciendo chistes islamófobos.

La política son los negocios (los de Pablo Iglesias)

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No me fío de los ricos que entran en política. Y sí celebro que cualquier ciudadano que lo haga gane bien (y que se gane lo que cobra). Por eso, de los emolumentos declarados por Pablo Iglesias, me centro en la parte que no le toca ni como diputado europeo ni como profesor universitario: los 50.000 que ha percibido como autónomo (pagando todos los impuestos, como hacemos los demás… salvo quienes aceptarían sobres en el PP), de los que encima Hacienda le devolvió más de 3.000 (sin hijos ni hipoteca), por tertulias, producciones audiovisuales y venta de libros.

El Twitter de Pedro Sánchez antes de ser candidato

Antes de ser secretario general del PSOE y candidato a la presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez ya usaba su Twitter, como muchos de esos diputados que, semiocultos entre el centenar largo que solían acumular PP y PSOE, intentaban llamar la atención tímidamente. Ahora, Sánchez puede ser el próximo presidente del Gobierno español, y sus tuits, inocentes en su mayoría, incluso ingenuos muchos de ellos, son un recurso habitual para el resto de tuiteros. En Magnet aseguran que “hay un tuit del Pedro Sánchez pre-candidato para cada situación de la vida”.

Sí que es “la princesa del pueblo”

Belén Esteban, al final, sí que es la princesa del pueblo. Por lo menos, actúa como una infanta cuando consigue dinero fácil y “trinca” la pasta sin darse cuenta. Pobres las dos. Ahora son 5.000 euritos los que están en duda porque la televisiva los recaudó para las víctimas del terremoto en Lorca… Pero no existe ninguna donación ni en su nombre ni en el de su representante, ese con el que está enfadada, ni en el ayuntamiento ni, al parecer, en ninguna ONG. Y este tema sí que es serio.

Bitcoin, el enigma

Una moneda “digital” que no existe, que se compra por Internet, que no pertenece a ningún país, que no garantiza ningún banco, cuya compra no tributa… ¿Qué podría salir mal? Al parecer, para muchos inversores la idea era hasta buena, aunque para alguien tradicional en las cosas de los dineros, como yo, era cuando menos arriesgada. Uno de sus desarrolladores se ha desentendido recientemente del proyecto criticando a la comunidad que la gestiona, que actúa, según él, como cualquier otra oligarquía económica.

El escorbuto y Twitter

La riada de comentarios en Twitter sobre el bebé que padece de escorbuto por haber sido alimentado con leche de almendras en vez de leche materna o de continuidad, es un buen ejemplo de lo mal que funciona la red. Por culpa de los que solo leen el titular, los padres fueron señalados como irresponsables cuando, al parecer, seguían una indicación médica. Y por supuesto, en Twitter todo el mundo sabía que la leche de almendras en un lactante provoca, en concreto, escorbuto.

¿Importa la foto?

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Gobierno español y PP están absolutamente desnortados. De un poder como no ha habido en la historia democrática de España (mayoría absoluta en Congreso y Senado, y mayoría de comunidades y capitales en manos de los de la gaviota), a un desastre electoral, también, casi inigualable. ¿La culpa? La corrupción en los medios. ¿La solución? Impedir a los medios hacer su trabajo: un imputado no podrá salir en las fotos ni en los vídeos hasta que sea declarado culpable. Lo que se conocerá como “enmienda Rato”, según ‘Qué Sabes De’.

Los libros de los políticos

Han ayudado al desastre del PP declaraciones como: “Yo he venido a la política a forrarme”. Una cita que es una sentencia para quien la pronuncia, aquella vez, en el gobierno valenciano “popular”. Sin embargo, si son otros los que se forran, ¿qué pasa? Me refiero, por ejemplo, a Íñigo Errejón o Manuela Carmena, éxito de ventas en la feria del libro (‘El Confidencial’), evidentemente, gracias a su acción política. Personalmente, creo que las ventas de sus pensamientos responden al mismo fenómeno que hace que Belén Esteban sea una best seller.

Obama no necesitó Twitter

Recuerdo perfectamente el momento en el que, en China, Barack Obama confesó: “Yo nunca he usado Twitter”. Hacía poco que había sido elegido por primera vez para ser el presidente de EE.UU., y en su campaña esta red social había tenido un gran peso. Esta confesión hizo que viéramos las redes sociales como un complemento de la comunicación, y no como un anzuelo para pescar ciudadanos despistados. Ahora, sí, Obama y su mujer tienen cuentas personales en Twitter por un objetivo puramente electoral de los demócratas, según ‘Magnet’.

Chorradas.com

La hija de Tom Cruise y Katie Holmes, igual que el hijo de David y Victoria Beckham, son dos iconos del estilismo pese a tener nueve y once años. Como entenderán, la noticia que hemos encontrado en ‘Vozpopuli’ me parece una auténtica idiotez. Una idiotez fruto de un fenómeno, el de las redes sociales, capaz de atraer a millones de idiotas en todo el mundo que consideran que la voluntad en el vestir de dos menores, hija e hijo de famosos, además, puede marcar tendencias.

Hablan los “antivacunas”

Después de conocer la noticia del niño de seis años enfermo de difteria en Girona, al que sus padres decidieron no vacunar, quise conocer la opinión de los “antivacunas”. No hubo manera. Cuando los progenitores del menor reconocieron sentirse engañados por este colectivo, sentí una curiosidad aún mayor. Y por fin, en ‘Bebes y más’ han encontrado una explicación, precisamente, del grupo más influyente, la Liga por la Libertad de Vacunación, cuyos argumentos son tan pueriles como peligrosos: siguen recomendando no vacunar.

La infanta pasmada

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De tanto como amaba a Iñaki Urdangarín, la infanta Cristina se quedó alelada y no leía lo que le ponían para firmar. Ella alega estar ciega de amor y de fe en un hombre (vasco, para más señas) que la engañaba para el enriquecimiento de toda la familia (palacios, coches, buena vida). Sus abogados, según ‘Público’, insisten: “No tuvo absolutamente ninguna intervención en el cumplimiento de las obligaciones contables y fiscales de Aizoon”, empresa de la que era socia.

Cosas de princesas

La hermana mayor del Rey, con un lío de los gordos porque la pobre no se enteraba de dónde procedía su buen vivir, y la princesa del pueblo, Belén Esteban, ante un lío inminente porque a la pobre le pudo la boca en ‘Gran Hermano VIP’ donde, según ‘Fórmula TV’, afirmó que sacó el dinero de Bankia para guardarlo en las islas Caimán. Ahora Hacienda está interesada en seguir el rastro de los ahorros de la estrella televisiva.

Aviso a navegantes

Somos muchos los trabajadores autónomos que hemos visto en el autoempleo y los equilibrios insalvables el único modo de salir adelante ante la imposibilidad de que, con el argumento de la crisis, nadie te ofrezca un empleo estable y en buenas condiciones. Al final, uno se acostumbra a vivir frito a impuestos, sufriendo las subidas del IVA, y señalado por la Hacienda del Estado como el causante de la crisis porque el colectivo es defraudador por naturaleza. En esta situación, la apuesta de Albert Rivera de cuidar a los autónomos es bien recibida (‘República.com’). Esperemos que otros partidos se sumen.

Ojo a las eléctricas

En estos temas me pierdo, pero encuentro un motivo para la indignación, así que se lo dejo tal y como lo hemos encontrado en ‘Vozpópuli’: “La Audiencia Nacional ha admitido a trámite una querella contra los ex ministros Miguel Sebastián y Elena Salgado, así como contra Endesa, por los 3.400 millones de euros cobrados de más por las eléctricas (…) La querella, presentada por la asociación de consumidores Causa Común y elaborada por Ausbanc, considera que hubo delitos de prevaricación en comisión por omisión y de estafa agravada (…) Un sistema puesto en marcha para compensar a las eléctricas por los posibles perjuicios derivados de la liberalización del sector, de manera que se les garantizaba en determinado precio mínimo por su producción”.

Spock, Ibarretxe y las cosas bien hechas

Me consta que [Enlace roto.] que la revista especializada ‘Quartz’, para ilustrar una noticia sobre un nuevo emoticono basado en el saludo vulcaniano que realizaba en ‘Star Treck’ el personaje de Spock, ha elegido una foto de la última campaña electoral del lehendakari Ibarretxe. Personalmente, no quería dejar pasar en esta columna el reconocimiento al trabajo bien hecho de aquel equipo de campaña que supo convertir una aparente debilidad en una oportunidad y que logró una foto que, de vez en cuando, vuelve para alegría de quienes la protagonizan.