Una de las mayores mentiras de la política de hoy es que los de Podemos representan a “la gente”, por mucho que insistan. “La gente” no es como ellos, investigadores y profesores de universidades públicas, contertulios de televisión privadas, y vendedores de libros gracias a todo lo anterior. Pero “la gente” tampoco es como Felipe González, como bien recuerda Gerardo Tecé en ‘Contexto y Acción’, cuya mujer tiene una empresa de las de Panamá y que factura millonadas con su propia consultora mientras es consejero de grandes empresas.
El Rey, una vez más, pilar de la honestidad
Juan Carlos I es, sin duda, uno de los mayores pilares que hay en España de la honestidad y la integridad. Mientras su yerno se beneficiaba de su pertenencia a la familia real para enriquecerse con dinero público, él visitaba a sus amigos saudíes acompañado por una amiga especial que sí que hacía negocio. Pero él, no. Esta misma amiga, ¡y hasta su hermana!, tenían una sociedad offshore. Incluso quien le organizaba los safaris (para un error que comete promete que no volverá a ocurrir, ¡qué hombre!) agarraba el dinero y se lo llevaba a Panamá. En medio de esta podredumbre y la que vendrá, Juan Carlos I sigue inmaculado.
Más millonarios
De la noticia que hemos encontrado en El Plural sobre cómo Ignacio González pagó, o no gracias a la Púnica, sus lujos, no sé qué me parece peor. El que fuera vicepresidente de la Comunidad de Madrid (y luego presidente), en su época de segundo de Aguirre cobraba 9.000 € brutos y casi 6.000 netos, y aun así la sombra de la sospecha se extiende sobre él porque el chalet de lujo, los exclusivos colegios de sus hijas y el ático en Marbella muestran un nivel de vida muy superior.
Rajoy se apunta a la moda de Twitter
Ya sé que Mariano Rajoy tiene Twitter, y como llevo años siguiéndolo yo también me he dado cuenta de la novedad que supone que el presidente español en funciones utilice esta herramienta para trasladar mensajes políticos a Pedro Sánchez. Personalmente, me parece una tontería mayúscula y quiero creer que, además del tuit ligero, ha mediado algún mail o llamada para hacer el ofrecimiento en serio, y no solo para la galería. Si solo hay ese tuit, el nivel de la política española está en mínimos.
Y Echenique usa Facebook para hacer aclaraciones
Pablo Echenique me parece uno de los personajes políticos más sobrevalorados del momento. De hecho, es imposible disociar el bajísimo nivel de la política española actual y la irrupción de salvapatrias de este tipo, que pasan de Ciudadanos a Podemos dando lecciones de coherencia a los demás. Echenique usó Facebook para negar la evidencia de un pacto de Podemos con IU. En este caso, el uso de una herramienta ligera para un mensaje tan irrelevante me parece hasta bien.