Chaves y Griñán

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Si no fueran los apellidos de dos ex presidentes socialistas de Andalucía, Antena3 podría preparar una serie policiaca sobre dos agentes que forman pareja laboral: “Chaves y Griñán”. Pero para desgracia del PSOE son lo que son: otro lunar, en este caso, dos que cambian de color al castaño oscuro en el peor momento. Después de que González se neutralizase a sí mismo como colaborador de Sánchez en campaña, con sus cartas a dictadores y genocidas para favorecer los negocios de un amigo, a Susana Díaz ahora solo le queda esperar la ola de Podemos en Andalucía.

Rajoy, el asustaniños

Patricia Centeno le ha soltado un “zasca” a Mariano Rajoy en Twitter de esos que, por lo menos, pican: el mismo día que el presidente de los EE.UU. subía a esta red social una imagen de sí mismo sujetando un bebé, publicaban una del español haciendo lo mismo… pero con diferente resultado. La soltura de Obama y la alegría del menor al que hacía una caricia destacaba sobre el llanto del que era agarrado con ayuda por Rajoy. Por eso nos gusta tanto la foto.

Modelo UPN

Esto es lo que ha escrito Carlos Salvador en su cuenta en Twitter: “El euskera, que NO es un idioma necesario, los abertzales lo quieren OBLIGATORIO (para construir la nación vasca). Esa es la cuestión. Punto” (sic). Hace bien el diputado de UPN en cerrar la frase porque, realmente, no hace falta ni una palabra más para saber que este hombre tiene una visión del mundo, y de su propio territorio, cuando menos limitada. Puro estilo UPN: que el de las orejeras tire del carro.

El suma y sigue de Rato

Una sencilla búsqueda en Google nos permite conocer que hay quien cifra en hasta 147.000 millones de euros las ayudas que el Estado (usted y yo) ha dado a Bankia (Rodrigo Rato). Pero esto no acaba aquí: Iberdrola ha reclamado que le sean devueltos los 70 millones que invirtió “a petición urgente del Gobierno, que pidió a numerosas empresas del Ibex y no cotizadas que echaran una mano para sacar adelante una operación que se calificó como cuestión de Estado” (El Confidencial).

Esto sí que no lo entiendo

No se ha confirmado ni materializado aún, así que solo lo tomaré como ejemplo: Bernie Sanders podría crear otro partido político en el caso de que Hillary Clinton le ganara en las primarias demócratas. Entiendo que alguien concluyea que el partido en el que milita no es su sitio, después de una reflexión larga y pausada, y acabe cambiando. Pero, ¿alguien que ha sido candidato hasta el minuto antes de inaugurar unas nuevas siglas? Sería más propio de Trump. O de Rosa Díez.