Otegi se equivocó

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Bildu está haciendo una campaña magnífica, para guardar en los manuales de comunicación política. Ha sabido volver a poner de actualidad a un candidato amortizado y ha acertado incorporando a una periodista como alternativa, una cara ya conocida, contando con una ilegalización calculada que le permite competir con Podemos por el voto-protesta. Pero Arnaldo Otegi es humano, no divino, y se equivocó con la comparación de su caso con el de las mujeres que son violadas por cómo van vestidas.

Iglesias, también

Cada vez que a Pablo Iglesias no le gusta una pregunta intenta matar al mensajero. Tenemos varios casos, uno de los más célebres, el del abrigo de piel. Y el último, el ataque a Pepa Bueno, presentándola como una simple portavoz de Juan Luis Cebrián. Por supuesto, no faltan los que hablan del “zasca” del político a la periodista, pero Iglesias y sus fans esta vez se equivocan: es el periodismo el que controla al político, y no al revés. Y si algunos estarían más contentos invirtiendo los roles, que se lo hagan mirar.

Rivera, en caída libre

Si el PSOE no da su brazo a torcer y, finalmente, hay terceras elecciones generales en España, Ciudadanos tiene todas las de perder: se disolverá como un azucarillo y sus votantes volverán al PP (total, Rajoy cuenta ya con los votos de los de Rivera). Los menos, cambiarán de acera hacia Podemos (como hizo el mismísimo Pablo Echenique) o el PSOE. Pero el naranja es un partido con las opciones menguantes. El afán de Rivera, incluso, en perder la credibilidad, les ha laminado.

Sánchez, bajo la presión

Uno de los protagonistas de la primera sesión de investidura de ayer, antes incluso de que arrancase el discurso de Rajoy, fue Guillermo Fernández Vara, que en rueda de prensa soltó: “España necesita tener un gobierno y si tú no puedes hacerlo, tienes que dejar que alguien lo haga”. Recadito para Pedro Sánchez, que quiere soportar la presión un mes más para no pegarse un batacazo aún mayor en Galiza y en Euskadi (donde yo creo que resistirán mejor de lo que esperan algunos).

¿Son muchos euros 13.000 millones?

A mí sí me lo parecen, incluso para Apple, que tendrá que abonar esa cantidad en concepto de devolución de ayudas. Cuando lo plantee así en Twitter, buenos amigos me corrigieron rápidamente: la empresa había presentado beneficios del triple solo un año antes, y su cotización es de 245.000 millones. Aún así, la multa no me parece irrelevante, sobre todo, porque es un aviso a navegantes en toda regla: se tiene que acabar que estas empresas, con tantos beneficios, puedan acogerse a todo tipo de medidas para ganar aún más.