ETA, deja de hacer el ridículo

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Quien cree y alienta el discurso de que las últimas detenciones en Iparralde han sido “un golpe a ETA”, no se entera o no quiere enterarse de qué va esto. Si ETA y quienes defienden sus intenciones pacifistas creen que esas personas son las que tienen que certificar el desarme de la banda, no se entera o no quiere enterarse de qué va esto. En cualquier caso, ya hay cinco personas más sufriendo cárcel por culpa de ETA, que no para de hacer el ridículo en el tramo final de su sangriento viaje.

¿Por qué no exilian a la Infanta Cristina?

No voy a negarles que me ha hecho mucha gracia que la Infanta Cristina, hija y hermana de reyes de España, diga que tiene ganas de abandonar su país en cuanto termine el juicio en el que, ojo, están juzgando si su marido ha recibido más dinero público que el que le correspondía por ser yerno y cuñado de reyes de España. Es decir: si cobramos (dinero público) y nadie se queja, me quedo. Si no cobramos o se quejan, me piro. Oigan, esto es desternillante.

Opacidad, sí, pero por “la gente”

La obsesión por parecer transparentes en Podemos llego a la cima cuando querían reunirse con otros partidos políticos para explorar vías de colaboración pero retransmitir los encuentros por Facebook Live. Luego, empezaron a venir las reuniones discretas de Iglesias con otros líderes (pidiendo incluso que algún portavoz de grupo saliera antes que él del encuentro por si había prensa), y ahora nos encontramos con que Errejón y el propio Iglesias se encierran dos horas para limar asperezas. ¿Y el Facebook Live?

Sáenz de Santamaría ya va por su tercer despacho

A mí me parece bien lo que he descrito en el párrafo anterior: entiendo las reuniones privadas, entiendo que los líderes ejerzan como tal, y si hablamos de sueldos, siempre repito que no me importa cuánto gana un político, solo me importa que se lo gane. Pero hay detalles que no comparto: Soraya Sáenz de Santamaría va a cambiar de despacho por segunda vez, y también a su equipo de confianza y los funcionarios de su departamento, con el gasto que ello supone. Y esto sí que me parece un derroche: no se trata de ser espartanos, pero sí contenidos.

Ciudadanía de segunda

Si prospera la iniciativa de implantar un límite horario para el trabajo en las 18:00 horas de lunes a viernes, tiene razón Matthew Bennet en que lo que sucederá es que se generará una ciudadanía de primera y otra de segunda. En el grupo de élite encontraremos a funcionarios y empleados indefinidos de grandes empresas. Y en el otro grupo, empezando o terminando por mí, como prefieran, al resto: autónomos, periodistas, comerciantes, hosteleros, o, simplemente, trabajadores con peores contratos. Y la diferencia será todavía más visible.