Antes de que empiece a llover

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Parece que si llueve se va a arreglar lo de la factura de la luz. Por si acaso, el ministro nos explica en Twitter que si pagamos más es porque nos toca. Que los picos de subida de precio, simplemente, suceden. Como la lluvia. Lo que calla Álvaro Nadal es que su gobierno ha hecho todo lo posible por no abaratar la factura (limitar el autoconsumo y las renovables) y todo lo posible por encarecerla (obligarnos a pagar peajes, compensaciones y todos los usos o servicios).

España es así. O peor

España es así, un país de pillos, de rufianes, en el que quien no corre vuela y en el que “tonto el último” bien podría ser el lema bordado en la rojigualda. Las eléctricas hacen su agosto en invierno y a cuenta de la ciudadanía porque se lo permiten quienes se sientan en Moncloa (y en el caso de González o Aznar, después en los despachos de las empresas de energía). Y con esa luz (cara) de fondo, la imagen de la lucha contra la corrupción en España empeora.

¡Pues anda que Trump!

Si no fuera porque Donald Trump tiene acceso al maletín nuclear y es el gran jefe del ejército mejor armado de la Tierra, el personaje sería hilarante. Insisto en que, dadas las armas de las que dispone, su facilidad para apretar botones aterroriza: esta semana tuiteaba que se alegraba del fracaso de la CNN durante su investidura. La cadena de televisión le respondió por el mismo medio: en televisión empató con la Fox en el liderazgo, y en Internet tuvo casi 17 millones de espectadores más.

Nadie te lo cuenta como Bego Beristain

Donald Trump, de momento, legisla de oído, a golpe de debate televisivo, y tan contento. Una de las decisiones más relevantes que ha tomado es retirar el muy incipiente sistema de sanidad que había arrancado Obama. Pero la realidad es agónica para mucha gente: Bego Beristain cuenta cómo recibió en EE.UU. una factura de 4.700 dólares por diagnosticar una faringitis, en un sistema que ahonda en el beneficio privado con un bien público.

El tema se pone serio, y así debe ser

Celebro la noticia de que la Guardia Urbana de Barcelona haya denunciado al youtuber conocido como “Reset” por “tratar de forma degradante y humillante” a un “sin techo” al que dio galletas rellenas de pasta de dientes para que se las comiera, y 20 euros. La “broma”, ya lo dijimos en esta columna, pone de manifiesto que algunos niñatos crecidos por un éxito relativo en Internet han dejado de considerar a sus semejantes como personas, y ese error no lo podemos permitir.