Supongo que a mi profesor en Belfast, Dominic Bryan, no le importará verse en el periódico hoy, pero creo que con su habitual sagacidad ha sabido resaltar en su Facebook la campaña en el Reino Unido que consiste en recuperar aquellos tuits que antes del Brexit lanzaban con absoluta irresponsabilidad los partidarios de la salida: el conservador John Redwood en julio de 2016 aseguraba que la salida de la Unión sería rápida y fácil porque los ingleses tenían todas las cartas en la mano. Hoy sabemos, hoy saben en Gran Bretaña e Irlanda, y hoy sabe Redwood que, o bien mintió, o bien no tenía ni idea.
Necesitamos (y pedimos) información
La política “líquida” de la que hoy hablan muchos, en realidad, se puede redefinir como política de los irresponsables que, aun sabiendo que los mensajes falsos que lancen en Twitter pueden provocar una reacción irreversible, los lanzan. Ante esto, la mayoría (estoy seguro) necesitamos y reclamamos más información veraz, por eso según la última encuesta de Loveo, crece el interés en las televisiones autonómicas hasta situarse en un 73% quienes las consideran necesarias. Es ese periodismo, el público sometido a controles tan férreos que la mayoría ni sospecha (y aun así confía), el que ayuda a subir el nivel.
Abascal solo responderá ante Bertín Osborne
Santiago Abascal no concede ninguna entrevista porque no le interesa resolvernos la duda de si resistirá ante un periodista que sepa lo que supone el auge de la extrema derecha en España. A Vox le vale con filtrar alguna barbaridad y que los medios, a cambio de unos minutos de atención y publicidad, o unos clics, hablen de ella como si fuera una propuesta que pudiera legitimarse. Pero Abascal sí saldrá en la tele antes de las elecciones, lo hará en Telecinco, en el programa de Bertín Osborne, que no es precisamente un periodista crítico con la extrema derecha, como lo debería de ser cualquier ciudadano.
Pero contará con periodistas
No me creo mucho los mensajes tremendistas de Pablo Iglesias, Irene Montero y el resto de miembros de Podemos con cierto nivel de responsabilidad, que señalan a los mismos medios que les encumbraron, como los culpables de sus males. Pero no puedo evitar preguntarme por qué el líder de la extrema derecha española confía únicamente en dos televisiones privadas: a Telecinco le concede una entrevista y en Intereconomía pesca para incorporar periodistas a sus listas y sus equipos. No puede ser casualidad, simplemente porque, por definición, los ultras nunca hacen nada por casualidad. Tampoco ganar.
Un problema muy grave
Sigo hablando de los medios: la decisión de no contar con las inversiones publicitarias millonarias de las casas de apuesta on-line es una decisión valiente que encabezarán los entes públicos. Al respecto, además de los reportajes emitidos en EITB (difícilmente los verán en otros canales), les recomiendo el extenso post que han publicado en Xataka, en el que creo que destaca un gráfico sobre todos los demás: el sector del juego, excluidas la ONCE y las loterías y apuestas del Estado, es el segundo que más factura en toda España, solo superado por el de la telefonía móvil. 21.700 millones de euros en 2017.