Feliciano López ha tenido siete años para borrar este tuit: “ARRIBA ESPAÑA!!!ONE,BIG AND FREE” (sic). Desconozco por qué este fin de semana ha vuelto a coger vuelo el mensaje del tenista pero tengo muy claro que si no ha rectificado es porque no ha querido. Y si no ha querido es porque le parece bien lo que escribió y lo que significa, no la traducción, sino la adhesión al régimen franquista: siete años después el comodín de la ignorancia ha caducado.
Su reino por un ayuntamiento
Kiko Rivera tenía dos opciones: llamar personalmente, por medio de su representante o una secretaria al ayuntamiento de Moguer y ofrecerse para organizar un concierto benéfico, o escribir un tuit. Si ha elegido la segunda (“Desde hoy le pido al @AytoMoguer q contacte con mi discográfica para hacer un concierto donde el beneficio sea para la reforestación”) podemos dudar de sus intenciones, y más cuando el hijo de Isabel Pantoja, como su madre, lleva mucho tiempo buscando un ayuntamiento que les contrate.
No, no hay debate
El usuario Incitatus en Twitter lo expresaba así de bien: “Llevamos demasiado tiempo sin una pandemia y algunos se han vuelto gilipollas”. Se refería al debate que algunos se empeñan en promover sobre la administración de vacunas a niños. Hablemos claro: no hay debate. La duda la generó un médico con intereses económicos en evitar la vacunación preventiva al que retiraron la licencia. Y las consecuencias reales de la no-vacunación son mucho más terribles que las no comprobadas de la vacunación.
¿Importa lo importante?
A veces me surgen dudas pero, en general, tengo bastante claro que en Twitter no podemos tomarnos nada en serio, ni tratar los temas relevantes con la gravedad que merecen. Twitter es para los titulares y los debates con cierta ligereza. Aún así, como escribía el usuario Nandolini: “Hay todo un submundo tuitero de eterna ofensa, hilos larguísimos sobreexplicando cualquier mierda y ansiedad por cualquier nimiedad.” (sic). Hemos leído cosas que no creerían.
Macron, el nuevo ídolo
¿Hasta qué punto de fama ha llegado en tan poco tiempo Emmanuel Macron que Arnold Schwarzenegger aparece feliz en su Twitter por haberse grabado un vídeo con el primer ministro francés? Sorprendente. Es cierto que Macron está sabiendo posicionarse, por ejemplo, como polo opuesto de Trump sobre el cambio climático, pero acaba de arrancar, y vencer a al extrema derecha no es un cheque en blanco. De Macron también esperamos decisiones neoliberales ampliamente criticables.