En pleno agosto, por fin, es noticia la realidad económica española: “La deuda pública española toca nuevo máximo histórico tras subir en junio 18.549 millones de euros, alcanzando así los 1,107 billones de euros. De esta forma, la deuda de las administraciones públcias supera el 100% del PIB (100,9% de acuerdo con estimaciones del Ministerio de Economía)”. O lo que es lo mismo: cada décima de crecimiento nos cuesta un riñón en deuda, y la austeridad que nos han impuesto no ha servido de nada.
Pablo Casado ruralizado
Mala, muy mala señal es que Pablo Casado se saque unas fotos arando, sembrando, segando y trillando, como él mismo apuntaba. Con la camisa blanca impoluta y los vaqueros sin polvo, se dejaba ver en las fotos que subía a Twitter, como si fuera un turista más en el campo castellano. Mala señal, digo, porque son fotos que podrían pertenecer a una precampaña. También sorprende que Casado haya caído en semejante pantomima con lo bien trabajado que tiene ese voto.
Que tu mano izquierda no te impida ver el bosque
En este enorme teatro que es la política es posible entender que lo que muchos dicen lo hacen pensando en la puesta en escena, que lo es todo (recuerden si no el esperpento de los de Podemos entrando al Congreso con charangas, plantas y un bebé). Pero yo no alcanzo a entender que en nombre de la izquierda internacional, Alberto Garzón y la propia IU intenten poner en valor a un dictador con mano de hierro como Fidel Castro, por su 90 cumpleaños.
Luis Arroyo avisa
Ya saben que me gusta Luis Arroyo, uno de los fontaneros de cabecera del PSOE, actualmente desligado de esa labor en el Partido, como él mismo reconoce en su última columna en InfoLibre, en la que también adelanta la que podría ser la jugada de los de Pedro Sánchez para permitir la investidura de Rajoy: que todos los diputados voten en contra… salvo los que necesita exactamente para poder ser presidente. De este modo quedaría clara su posición pero también su sentido de la responsabilidad.
Lineker cumplió
El que fuera un gran delantero en los 80, actualmente comentarista deportivo en la BBC, cumplió su palabra como dicen que hacen los sir ingleses, y presentó en calzoncillos el arranque de la nueva temporada del espacio en el que participa. Lo hizo porque, en la temporada pasada, prometió que si el Leicester ganaba la Premier, él aparecería en ropa interior… Y así lo ha hecho. De momento, su sentido del humor le ha llevado a que volvamos a hablar de él como cuando marcaba goles.